Fundado en 1910

Grabado de 1885 en el que Pocahontas rescata a John Smith de la muerte

Cine e Historia

La olvidada historia de Juan Ortiz y Uleleh que Disney copió en 'Pocahontas'

La verdadera historia no ocurrió en Virginia sino en la Florida y su protagonista no era inglés sino español

«Nos han devuelto la historia de otra manera», fueron las palabras de la catedrática Consuelo Martínez-Sicluna, directora de la Cátedra Casa de Austria en una reciente entrevista con El Debate. Segundos más tarde desvelaba que la famosa historia que Disney contó sobre Pocahontas y el apuesto capitán John Smith, en realidad fue «la historia de un español y una india de esas tierras».

Todos conocemos la historia de Pocahontas, la hija de un jefe indio, que salvó de la muerte al conquistador inglés John Smith. Una historia de amor que popularizó Disney, dejando prácticamente en el olvido el relato en el que se inspira: las crónicas sobre el cautiverio de un joven español llamado Juan Ortiz, que tuvo lugar casi un siglo antes. La verdadera historia no ocurrió en Virginia sino en Florida y su protagonista no era inglés sino español.

Juan Ortiz y Uleleh

Mucho antes de que el soldado y marino inglés participase en el primer asentamiento británico en Norteamérica; el sevillano Juan Ortiz se había enrolado en la expedición de Pánfilo de Narváez rumbo a La Florida y hacia el año 1528, a principios del siglo XVI, llegaron a la bahía de Tampa (Golfo de México).

Tras los primeros contactos con los nativos, Narváez decidió dividir a su tripulación en dos equipos para explorar la zona; uno por tierra y otro por mar: 300 hombres marcharían hacia el norte, mientras que el resto de la expedición a bordo de los tres barcos navegarían por la costa siguiendo a sus compañeros en caso de que necesitasen ayuda.

Grabado del sacrificio de Juan Ortiz y Uleleh rogándole a su padre que perdonase la vida al español

Siguiendo las instrucciones del capitán de la expedición, navegaron hacia el norte, ignorando que el contingente terrestre había regresado al punto de partida debido a la resistencia de los pueblos con los que se encontraban. Sin tener noticias de sus compañeros y con los suministros casi agotados decidieron regresar para reabastecerse y luego continuar con su misión. Al llegar a la bahía de Tampa enviaron un bote a tierra con cuatro marineros, entre ellos Ortiz, para buscar el paradero de Narváez y los suyos. Sin embargo, Ortiz y sus tres compañeros fueron atacados por los indios nada más pisar tierra. El único que sobrevivió fue el sevillano, a quien apresaron y llevaron ante el cacique Hirrihigua. Le esperaba otro destino más cruel: ser quemado vivo. Sería Uleleh, hija del cacique, quien salvaría al español de la muerte. «¿Qué daño nos puede hacer un solo hombre?», dijo la princesa Uleleh mientras abrazaba al español y rogaba a su padre que le perdonase la vida.

No sería la única vez que la hija del cacique impediría a su padre de matar al soldado español. Tiempo más tarde de aquel incidente, Ortiz se convirtió en esclavo de la tribu aprendiendo su lengua y costumbres, pero a pesar de que con empeño y habilidad se ganó el favor de gran parte de la comunidad, Hirrihigua seguía sin confiar y ordenó que fuese sacrificado a los dioses. Al enterarse de los nuevos planes de su padre, Uleleh ayudó al sevillano a huir antes de su ejecución: «...no desconfíes de mí, ni desesperes de tu vida, ni temas que yo deje de hacer todo lo que pudiere por dártela, si eres hombre y tienes ánimo para huirte, yo te daré favor y socorro para que te escapes, y te pongas en salvo», recoge el Inca Garcilaso de la Vega en uno de los capítulos del Segundo Libro de La Florida del Inca publicado en 1605, antes de que John Smith partiese en la expedición londinense que pretendía colonizar Virginia.

La hija del cacique ayudando a escapar a Juan Ortiz

Reinventar la historia

Confiándole la vida de su enamorado a un indio del pueblo vecino llamado Mucozo se despidió de Ortiz para no verle nunca más: «Encomiéndate a tu Dios, que yo no puedo hacer más en tu favor», fueron las palabras de la princesa al despedirse. En 1539, tras once años de cautiverio es rescatado por la expedición de Hernando de Soto en la Florida: «Señores, por amor de Dios y de Santa María no me matéis, que yo soy cristiano como vosotros, y soy natural de Sevilla y me llamo Juan Ortiz». Desde aquel momento hasta su muerte en 1542, Juan Ortiz se convirtió en el intérprete que acompañó Hernando de Soto en la Florida.

Años después, en 1624 se publicaba una tercera edición de Historia general de Virginia, Nueva Inglaterra y las islas del verano de John Smith; obra en la que narraba cómo fue capturado por los Powhatans. A diferencia de las anteriores versiones, en esta nueva resultaba que cuando, tumbado sobre una piedra a punto de ser ejecutado, la joven Pocahontas se arrojaba encima de él pidiendo a su padre clemencia, salvándole la vida. Muchos historiadores creen que las novedades que incorpora Smith vienen inspiradas en la lectura de la Relación de la jornada de la Florida del Fidalgo de Elvas y que Richard Haklyut había traducido e incluido en 1609 en su Colección de viajes con el título de Una narración de la expedición de Hernando de Soto a la Florida.

Fotograma de la película de Disney Pocahontas

A comienzos del siglo XIX cuando los americanos del Norte, ya independizados de los ingleses, necesitaban historias de héroes para contar un pasado glorioso por lo que reinventaron la historia entre Pocahontas y el capitán Smith, sin rastro del cautiverio de Juan Ortiz.