31 de octubre de 1922: Pío XI pide por la paz de Italia

El Papa Pío XI escribía una carta a los obispos de Italia recordando el llamamiento a la pacificación que hizo en el mes de agosto: «A pesar de ello –continúa–, la tranquilidad no se ha restablecido, y nuestro ánimo, profundamente dolorido a la vista de los males que amenazan el el bienestar material, moral y religioso, y que retardan la curación de las heridas causadas por la guerra», recogía El Debate parte del fragmento de dicha carta.

Benito Mussolini había sido llamado a formar Gobierno después de que la Marcha sobre Roma de los camisas negras consiguiera presionar la decisión del Rey Víctor Manuel III.

El Pontífice volvía recordar las palabras de san Estaban y recordaba a los italianos que «los hombres sois todos hermanos, ¿por qué os hacéis daño los unos a los otros?». Recomendaba después a los obispos que redoblasen sus esfuerzos para la pacificación de los espíritus y exhortaba luego a los fieles a «mitigar la aspereza de la lucha sacrificando, si era preciso, los bienes, los cuerpos y los deseos; inspirándose en los principios cristianos de orden, de caridad y del perdón de las injurias».