Fundado en 1910

Billete de 10.000 yenes, con el retrato del príncipe

Picotazos de historia

La empresa más antigua del mundo: la construcción de templos budistas

Taishi Shotoku como regente de Japón adoptó el calendario chino, sus sistema de carreteras y encargó la construcción de templos para el culto de la nueva religión: el budismo

El budismo, religión originada en la India en el siglo VI a. C., se expandió por Asia, abriéndose camino hasta la zona de Corea, después de atravesar India, Nepal y China. Es desde este lugar, y como un regalo amistoso del reino coreano de Kudara (Baekje), que llegó al Japón, en la primera mitad del siglo VI d. C. La nueva religión fue asumida por las clases dirigentes de Japón como una alternativa a una religión estatal. No ocurrió lo mismo con el resto de la población y con los seguidores de la religión autóctona, conocida como Shinto. Pero, con el tiempo, ambas religiones se acercaron mutuamente y hasta se acomodaron en un agradable sincretismo mutuo, que permitió la futura convivencia de ambas.

En esos primeros años, y uno de los primeros en abrazar el budismo, destacó Taishi Shotoku –segundo hijo del emperador Yomei, príncipe heredero y futuro regente del reino, hasta su muerte–. En sus funciones como regente Taishi adoptó el calendario chino, sus sistema de carreteras y encargó la construcción de templos para el culto de la nueva religión. En este último punto se percató de un problema: Japón apenas contaba con unos pocos arquitectos y artesanos especializados, capaces de llevar a cabo estas complejas edificaciones. El primer templo que encargó –el magnifico Shitenno-Ji que todavía se conserva en la ciudad de Osaka– presentó todo un reto para los arquitectos locales, lo que obligó a la contrata de especialistas en Corea. Entre los contratados se encontraban varios miembros de la familia Kongo. Estos decidieron establecerse en Japón y crearon una empresa especializada en la construcción y mantenimiento de los templos budistas. La empresa se llamó Kongo Gumi.

Fotografía en color de la sala principal y la pagoda más grandes alrededor de 1880, antes de la reconstrucción moderna reducida. Tomada por Kusakabe Kimbei

Como toda empresa tuvo que adaptarse al devenir de los tiempos. Así empezó a trabajar en templos de otras religiones, edificios públicos, castillos y edificaciones de importantes señores. Continuó su labor durante siglos hasta el año 2006, en el que la crisis económica le hirió de muerte. El quincuagésimo y último presidente de la empresa del linaje de los Kongo –Masakazu Kongo–, liquidó sus activos, que fueron adquiridos por la Takamatsu Corporation.

La empresa Kongo Gumi –la empresa más antigua del mundo, creada en el año 578 d. C.– continúa hoy en día como una filial del grupo Takamatsu, pero ya nadie del apellido Kongo trabaja en ella.