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Los Kalash celebrando el Joshi

Los Kalash, la última tribu pagana frente al islamismo de Afganistán

Existe mucha leyenda sobre este pueblo que habita en los inmensos e inaccesibles valles del este de Afganistán y oeste de Pakistán, en las regiones del Hindu Kush

Los Kalash representan un enigma de Afganistán, poseen origen indoeuropeo y religión pagana. Existe mucha leyenda sobre este pueblo que habita en los inmensos e inaccesibles valles del este de Afganistán y oeste de Pakistán, en las regiones del Hindu Kush.

Genes indoeuropeos

Se sabe que son parte del pueblo indoeuropeo que se originó en la estepa póntica, entre el mar Caspio y el Báltico. Emigraron a oriente, donde formaron parte de las invasiones arias que iniciaron la cultura védica acabando con la cultura de Harappa para luego migrar de nuevo hacia el norte quedando aislados en estas seguras regiones para protegerse de los ataques de sus enemigos: los tocarios.

Se sabe que poseen un alto componente de genes griegos por el cual se cree, y se ha dado por sentado en varias ocasiones, que son descendientes de los griegos de Alejandro Magno que se asentaron en la zona y dieron a luz el casi desconocido reino Greco-Bactriano y el posterior reino Indogriego del cual los kalash obtuvieron una honda herencia cultural. Sin embargo, esta no es la única explicación. El aislamiento en esta región de los pueblos indoeuropeos hicieron que diversas tribus confluyeran y dieran lugar a los proto kalash en el oriente, de la misma forma que otras tribus indoeuropeas dieron a luz a los griegos en occidente.

Los Kalash no son descendientes directos de los griegos sino una amalgama de pueblos indoeuropeos asentados en la región

La fuerte endogamia de los kalash hizo que conservaran los genes indoeuropeos (que coincidían ampliamente con los genes griegos cuando estos llegaron) y que se vieron reforzados con la unión de estos dos grupos. Por lo que se sabe que los Kalash no son descendientes directos de los griegos sino una amalgama de pueblos indoeuropeos asentados en la región que recibieron un gran aporte heleno aunque más en lo cultural que en lo genético. Su lengua, hablada también por los nuristaníes, (kalash étnicos pero islamizados a finales del siglo XIX) forma parte de la familia dárdica, una rama oriental del indoeuropeo que se estableció en Afganistán y Pakistán, aunque esta lengua está subdividida en dialectos diferentes localizados en los aislados valles.

Los últimos 'infieles' al no aceptar el islam

La religión kalash, anterior al Budismo y al Islam, puede ser comparada con el Bön (la religión tibetana tradicional), religión que también fue traído del Occidente, por lo que de nuevo volvemos a la tesis indoeuropea. La cercanía con el Bön puede ser circunstancial por su componente chamánico y no podemos obviar las formas védicas (traídas a la región del Valle del Indo sobre el segundo milenio a.C.) que predominan entre los Kalash. La religión védica fue mayoritaria en la India hasta el nacimiento del hinduismo. De hecho Buda no se escinde del hinduismo, como se cree, sino del vedismo.

Los kalash son politeístas, como ya hemos dicho, con una gran impronta solar y adoran a ídolos tallados en madera. No se permite la poligamia y las mujeres tienen un estatus igualitario al hombre, cosa que no se ve en otras regiones de Afganistán, de hecho las mujeres ni siquiera van veladas. Usan un calendario lunar donde destacan tres fiestas:

  • Jochi: se da a mediados de mayo y celebra la fecundidad;

  • Uchao: en verano, donde los pastores bajan a los valles con queso;

  • Chaumos: en el solsticio de invierno, donde se sacrifican cabras a los dioses y se danza al son de tambores y flautas.

Celebrando el Joshi , las mujeres y los hombres de Kalash bailan y cantan desde la pista de baile hasta el estadio del pueblo, el Charso, para el final de las festividades del díaPicasa / Wikimedia Commons

La endogamia causada por la inaccesibilidad a sus zonas de vida (en la que se mantienen a través de una economía y agricultura-ganadería de subsistencia) ve reforzada en ella su identidad y cultura étnica de ahí que aún hoy sigan manteniendo sus creencias paganas y sean denominados como kafires (infieles al no aceptar el islam). Esto provocó que su país fuera llamado Kafiristán, curiosamente esto es lo que describe Rudyard Kipling en su libro El hombre que pudo reinar en la cual se puede ver e intuir cuál es la naturaleza de este pueblo.

Kafiristán

Kafiristán, en 1890, nacido a la sombra del Hindu Kush fue atacado por el Sha de Kabul Abdur-Rahman que ocupó las zonas occidentales del país imponiendo el islam. En ese momento la región controlada por los musulmanes pasó a llamarse Nuristán (País de la Luz); sin embargo, la aparición del ejército británico llegado desde los dominios imperiales de la India impidió el avance y evitó la conquista e islamización de todo el territorio.

Los resultados de este repliegue son patentes todavía hoy con la existencia del país Kalash que limita con Chitral (en Pakistán) y el Dardistán y Kohistán, regiones de titularidad afgano-pakistánies. Hoy el Kafiristán (salvo el Nuristán islamizado) posee unos 10.000 kilómetros cuadrados en las regiones orientales del país.

Sin embargo, a pesar del difícil acceso las guerras han hecho mella en esta población: de 100.000 kalash en 1900 se ha pasado a entre 3.000-6.000 en cien años, todo ello por las revoluciones de los años sesenta y setenta, la Guerra contra la URSS, el conflicto civil o la Guerra de Afganistán de 2001. Las matanzas, hambrunas y persecuciones han llevado a la desaparición por muerte o desplazamiento de un gran número de miembros de este grupo étnico.

La dualidad de lo puro-impuro

En la religión Kalash el universo queda dividido en dos grandes grupos: onjeshta (puro) y pragata (impuro) en lo que podríamos entender como una evolución natural del vedismo que este pueblo indoeuropeo llevó hace tres mil quinientos años al valle del Indo, destruyendo esa civilización y dando inicio a la cultura védica. De esta religión madre indoeuropea evolucionaron otras muchas, por las particularidades de esta dualidad puro-impuro podríamos concluir que está relacionada de algún modo con las visiones dualistas indoiranias que cristalizaron con el mazdeísmo de Zoroastro.

Sin embargo, en lugar de un culto unificado basado en un libro (Avesta), la religión kalash es oral y en lugar de tener un cuerpo administrativo de sacerdotes, en realidad, esta religión está estancada en el chamanismo tradicional, sin una evolución posterior. Su creencia no es monoteísta, ni siquiera henoteísta o dual (como en el zoroastrismo) sino que es politeísta con Dezau (llamativa similitud con Dios, forma genitiva de Zeus en el sistema flexivo del griego antiguo) y que denotaría cierto nexo lingüístico entre ambos pueblos como hemos comentado antes.

Dezau sería la divinidad suprema y creadora del pueblo kalash entre el resto de devalocs (de deva-daeva: nombre que significa categorías teológicas en los textos védicos y zoroástricos y que nos permite encontrar nexos lingüísticos entre este pueblo y el resto de pueblo indoeuropeo) son Balumain, Sajigor, Mahandeo, Dezalik y Jeshtak. En definitiva, una evolución regional de la antigua religión indoaria que se movió por esa región hace más de tres milenios y que fue evolucionando en estas regiones hasta llegar a través del Vedismo al Budismo e Hinduísmo y por el Occidente al Zoroastrismo (con las extintas herejías mazdeas del zurvanismo y el maniqueísmo) pero que aquí tomó carta de naturaleza en la religión del pueblo Kalash.