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Marie Dominique Sibour, el arzobispo de París, fue asesinado en la iglesia de St. Etienne du Mont por el sacerdote Jean-Louis Verger

Picotazos de historia

Jean Louis Verger, el sacerdote que quiso atentar contra el Papa Pío IX

Desde el primer momento se mostró desafiante con la autoridad y ganó fama de persona conflictiva, teniendo numerosos roces con la feligresía de sus diferentes destinos y con sus superiores

Es bastante inusual que un sacerdote católico alcance una notoriedad –aunque sea efímera– por mostrar su oposición a la opinión y dictados del Papa. Jean Louis Verger ( 1826 – 1857) lo consiguió de una manera algo violenta.

El historiador francés Ernest Renan le conoció en el colegio, en concreto en el Seminario Saint Nicolás de Chardonnet. «Al lado de un compañero de estudios tan piadoso, predestinado para el episcopado, veo a uno que afilará su cuchillo con tanta habilidad para matar a su arzobispo, que golpeará directamente contra el corazón».

De carácter apasionado más huraño y reservado, Verger, continuó con sus estudios eclesiásticos hasta alcanzar el sacerdocio. Desde el primer momento se mostró desafiante con la autoridad y ganó fama de persona conflictiva, teniendo numerosos roces con la feligresía de sus diferentes destinos y con sus superiores.

En 1852 fue nombrado párroco de la pequeña población de Bailly-Carrois, en la región de la Isla de Francia, dependiente del arzobispado de París. Prácticamente desde el primer día el arzobispo empezó a recibir quejas de los feligreses: mal carácter, dejación de funciones, incluso una agresión y un hurto.

El 8 de diciembre de 1854, Pío IX publicó la famosa bula Ineffabilis Deus, por la que se proclamaba dogma de la Iglesia Católica que la Concepción de María Santísima estaba libre de pecado original. Esta idea, defendida en España durante siglos y que había conseguido abrirse paso hasta esta importante confirmación, encontró resistencia en otros países. Uno de los más radicales enemigos del nuevo dogma fue el párroco de Bailly-Carrois, quien se transformó en un activo activista contra «el invento», como lo llamaba. Cuatro veces fue sancionado o advertido por el arzobispo, hasta que no le quedó más remedio que suspender a divinis al conflictivo pater.

Verger se encontró en la calle. No tenía medios ni forma de ganarse la vida ya que, durante toda su vida, no había hecho otra cosa que estudiar para el sacerdocio. Con la mente completamente ofuscada, decide atacar a la cabeza y origen de lo que considera el gran error de la Iglesia: el propio Papa Pío IX. Pero no tenía dinero para ir a Roma, así que, por delegación jerárquica, decide cargarse al pobre arzobispo. El 3 de enero de 1857, en la iglesia de Saint Etienne du Mont, se abalanzó sobre el confiado Marie Dominique Sibour, arzobispo de París, a quien cosió a puñaladas al grito de «¡No diosas!» y «¡Abajo las diosas!».

Durante el juicio, que fue rápido, mostró seguridad y confianza, todo lo cual se vendría abajo en el momento de la ejecución, ya que su mente enferma había dado en imaginar que Napoleón III iba a indultarle pues compartía sus locuras.

El pobre arzobispo fue asesinado por otro católico, debido a un desacuerdo teológico del que no era responsable y por imposibilidad económica del victimario para viajar. Tuvo mala suerte el pobre.