Picotazos de historia
John Snow: no el de 'Juego de Tronos', sino el padre de la epidemiología moderna
En 1854 se produjo un violento brote de cólera en Londres. Snow utilizó mapas de diferentes áreas de la ciudad para localizar la zona de mayor incidencia y, desde allí, encontrar su origen y epicentro
John Snow (1813 – 1858) –no confundir con el Jon Nieve de la serie de televisión Juego de Tronos– está considerado uno de los precursores de la moderna epidemiología si no el padre de la misma. También fue un gran defensor de los modernos –entonces– estudios sobre la anestesia. Su opinión en este campo era tan valorada que la Reina Victoria solicitó sus servicios para su octavo parto, el cual resultó exitoso e indoloro gracias al buen hacer de nuestro doctor. Esto ocurrió el año de 1853.
Ennoblecido con un Sir delante de su nombre –muestra de agradecimiento de Victoria Regina–, al año siguiente, llevó a cabo una investigación que desarrolló como si de una novela de detectives se tratara y que daría lugar a su más notable logro.
En 1854 se produjo un violento brote de cólera en Londres. Snow utilizó mapas de diferentes áreas de la ciudad para localizar la zona de mayor incidencia y, desde allí, encontrar su origen y epicentro. Con la ayuda de un parroco amigo suyo, situó sobre un plano las defunciones que se produjeron durante el mes de septiembre. Además comprobó personalmente la fiabilidad de la información al visitar cada casa. El resultado señalaba que el mayor número de defunciones se había producido en el barrio del Soho, a lo largo de la calle Broad. Snow georeferenció sobre un mapa del barrio las defunciones y los pozos de agua y los resultados mostraban una mayor concentración en torno a un pozo en concreto.
Snow notificó a las autoridades los resultados obtenidos en su investigación y estas, convencidas por las explicaciones, procedieron a clausurar dicho pozo. En poco tiempo empezó a notarse como el brote remitía, descendiendo las cifras de nuevas infecciones y de defunciones. El foco principal había sido eliminado y los nuevos casos se producían por origen secundario, por contacto con alguien anteriormente contagiado al beber agua de la fuente de la calle Broad.
Estudiando los certificados de defunción de fechas anteriores al surgimiento del brote, Snown encontró que una niña, de cinco meses de edad, había fallecido de cólera unos días antes. Al interrogar a la familia descubrió que habían lavado la ropa de la niña y arrojado el agua en un desagüe próximo a la fuente. Una investigación posterior confirmaría la existencia de una filtración que contaminó el pozo. De ello se dedujo que las deyecciones de los enfermos de cólera podían contaminar el agua potable y producir un brote que diera lugar a una epidemia.
Esta técnica se sigue utilizando para el estudio de la evolución de las epidemias y se usó durante la covid para comprobar la incidencia por barrios. Asi que, gracias señor Snow.