Picotazos de historia
El trágico destino del sobrino favorito de Adolf Hitler
Heinz ingresó en el ejército siendo destinado en el 23º regimiento de artillería de Potsdam justo a tiempo para participar en la operación Barbarroja: la invasión de la Unión Soviética
Heinrich Hitler (1920-1942) fue hijo de Alois Hitler Junior y Hedwig Heidermann, segunda esposa en matrimonio bígamo de su padre. Alois era medio hermano (hijo de la primera esposa de su padre) de un tipo con bigote que se hizo muy famoso. A lo mejor les suena: Adolf Hitler.
Pues si. Heinrich –para la familia «Heinz»– era sobrino del führer pero es que, además, era el sobrino favorito. Evidentemente tuvo más sobrinos –la familia de Hitler era, cuando menos, complicada– pero la relación con el resto, excepto con su otro sobrino Leo Rudolf Raubal (hijo de Angela, medio hermana de Adolf) quien falleció durante unas vacaciones en España en el año 1977, fue tensa en el mejor de los casos.
Una cosa es segura: nadie, absolutamente nadie, se hubiera atrevido a tocarle un pelo a Heinz
El joven Heinz, que tenía trece años de edad cuando el partido nacionalsocialista alcanzó el poder y Hitler fue nombrado canciller, estaba deslumbrado por su tío pero, al contrario que otros miembros de su familia, no intentó aprovecharse de la situación ni pedir cargos o sinecuras para si. Hitler, por otro lado no quiso que el muchacho creciese a su sombra, así que el único gesto de nepotismo que tuvo con él fue el hacerle ingresar en el selecto Instituto Nacional de Educación Política de Ballenstedt, en Sajonia-Anhalt. Esta era una academia de élite para la formación de los futuros dirigentes de las SS y del partido nacional socialista.
Capturado y torturado en Moscú
Terminados los estudios, Heinz ingresó en el ejército siendo destinado en el 23º regimiento de artillería de Potsdam, en el año 1941. Justo a tiempo para participar en la operación Barbarroja: la invasión de la Unión Soviética. El muchacho mostró aptitudes y entusiasmo por lo que sería recompensado con la cruz de hierro de 2ª clase y el grado de suboficial y ya estaba en las listas para candidatos a la escuela de oficiales. El 10 de enero de 1942, en el sector de Vyazma, durante una dura ofensiva del ejército soviético, se ordenó a Heinz que recogiera el equipo de radio de un puesto avanzado. Era una operación sencilla y rutinaria que salió mal ese día. Heinz y sus compañeros fueron sorprendidos y capturados por el enemigo.
Heinz fue inmediatamente trasladado a la prisión de alta seguridad de Butyrka, en Moscú
Desde el primer momento los soviéticos fueron conscientes de las importantes relaciones familiares del prisionero. Es posible que se pensara en utilizarlo como moneda de cambio para intercambiarlo por Yakov Dzhugashvili, el hijo de Josef Stalin, que había caído prisionero de los alemanes. Heinz fue inmediatamente trasladado a la prisión de alta seguridad de Butyrka, en Moscú, siniestro lugar por donde habían pasado, y pasarían, personajes muy conocidos.
Los rusos tenían muy claro que Heinz no estaría al tanto de los grandes planes estratégicos del alto mando alemán, pero sí estaban convencidos que podía dar mucha información, incluso inconscientemente, sobre su familia y motivaciones de su tío y su entorno. Fue torturado implacablemente para extraerle hasta la última brizna de esa información, tuviera importancia o no. La agonía e infierno de Heinz duró hasta el 21 de febrero de 1942, fecha en que sucumbió a las torturas que le estaban infligiendo. Una cosa es segura: nadie, absolutamente nadie, se hubiera atrevido a tocarle un pelo a Heinz –mucho menos torturarlo hasta la muerte– sin la autorización del propio Stalin.