El combate de Edchera: los últimos laureados de la historia de la Legión
Por los hechos ocurridos en el cauce seco se otorgaron las dos últimas Cruces Laureadas de San Fernando de la historia de España hasta el momento
En 1957, recién concedida la independencia de Marruecos, tuvo lugar un episodio oscuro y trágico, la Guerra de Ifni que se extendió al Sahara Español. Aprovechando cierta tolerancia de las autoridades españolas, y un despiste total de los servicios de inteligencia, bandas armadas marroquíes atacaron todas las posiciones españolas en Ifni y se introdujeron en el Sahara en un movimiento similar aunque de menores consecuencias. Era una guerra no declarada porque no se luchaba contra un ejército regular sino contra agrupaciones de guerrilleros formadas por antiguos combatientes por la independencia, quizás también por miembros de las fuerzas armadas marroquíes. Para unos, apoyados por el Istiqlal y el Rey; para otros, rebeldes al Mazjen que buscaban su propia revolución al estilo argelino.
Durante los meses que duró el conflicto, solucionado gracias al apoyo francés que veía la amenaza de que se corriera a Argelia, España abandonó todos los puestos del territorio de Ifni, quedando limitada su posesión a la ciudad de Sidi Ifni hasta 1968, en que volvió a Marruecos junto con la zona sur del Protectorado. Una vez más, el régimen de Franco se vio aislado y sin apoyos internacionales para mantener sus posesiones. Sin embargo, en el Sahara se pudo mantener todo el territorio a pesar de los ataques de las bandas del llamado Ejército de Liberación, el ejército logró expulsar a los atacantes del territorio.
El combate de Edchera
En el Sahara se libraron combates importantes con bajas españolas. Uno de ellos merece un capítulo aparte por la intensidad con la que se vivió y por el trágico resultado en muertos y heridos. Se trata del combate de Edchera que se produjo el 13 de enero de 1958, hace 65 años. Los hechos están contados con detalle en el libro de José M. Manrique y Lucas Molina Ifni-Sahara 1958. Sangriento combate en Edchera (Madrid 2008), basado en los relatos de los testigos.
En ese día, la XII Bandera de la Legión salía de El Aaiún en una misión de reconocimiento con dirección a Edchera. Pronto empezaron a ser hostigados por el enemigo. En vanguardia va la compañía del capitán Jáuregui que avanzaba por la orilla izquierda del cauce seco de la Saquia el Hamra hasta el oasis de Meseied y, a la vista de lo que acontecía, mandó a la tercera sección que mandaba el brigada Fadrique que avanzara por el cauce. Cuando no llovía, este lugar era un enorme barranco, una trampa si se toman las alturas de las orillas. Los enemigos habían dispuesto una emboscada en el lugar adecuado. Pusieron una pequeña partida disparando sobre la vanguardia de Jáuregui para atraer a los legionarios a un punto desde donde les dispararían los guerrilleros que ocupaban las alturas.
La compañía bajó al cauce mientras el resto de la bandera permaneció en la orilla. Después de las 14 horas, el capitán Jáuregui pide ayuda al comandante Rivas Nadal al ver que les están rodeando. La situación era difícil porque el capitán y su pequeña plana estaban en una situación muy difícil, casi desesperada. El enemigo era numeroso y disparaba desde varias posiciones. El brigada Fadrique con su sección en dos pelotones, acudió al socorro pero es rechazado por un nutrido fuego de frente y de costado que le causó 20 bajas de los 31 efectivos. Tras una hora de combate, la sección no logró llegar hasta el capitán. La radio dejó de funcionar por lo que no había noticia de la gravedad de los hechos y los refuerzos no pudieron actuar con rapidez.
A pesar del fuego de ametralladoras y morteros, los legionarios no conseguían avanzar y sufrían muchas más bajas
Cuando un superviviente llevó la noticia de lo que pasó, la bandera inició un contraataque, quedando fijada por el fuego de los enemigos bien atrincherados en las defensas que ofrecía el terreno lleno de altibajos y cuevas. A pesar del fuego de ametralladoras y morteros, los legionarios no conseguían avanzar y sufrían muchas más bajas. Recibieron el apoyo de una compañía de la IV Bandera y las bombas de la aviación. Pero el enemigo resistió valientemente, hasta que comprendieron que estaban siendo rodeados y abandonaron sus posiciones en la noche. Dejaron más de 140 muertos. Los españoles tuvieron 48 muertos y 64 heridos.
Las dos últimas cruces laureadas
Este combate fue el escenario de varias acciones heroicas recompensadas. Y por estos hechos ocurridos en el cauce seco se otorgaron las dos últimas Cruces Laureadas de San Fernando de la historia de España hasta el momento. Es justo recordar los nombres: el brigada Francisco Fadrique Castromonte y el legionario Juan Andrés Maderal Oleaga. Los dos en el intento de contactar con el capitán Jáuregui. Cuando se vieron rodeados, para facilitar la retirada de sus hombres Fadriqe se quedó con dos cabos y el legionario Maderal. Estaba herido en el hombro, una segunda bala le rompió la clavícula y otra le rozó la cabeza. Más tarde sufrió una herida en la pierna pero siguió disparando con su fusil ametrallador. Ordenó a los cabos y al legionario que abandonaran el puesto, pero Maderal se negó. Un disparo abatió al legionario y el brigada recibió un tiro en el vientre y otro en el cráneo que acabó con su vida. A ambos se les concedió la laureada; al brigada por Orden de 10 de febrero de 1962 y al legionario por Orden de 5 de enero 1966. El capitán Jáuregui, también muerto ese día, fue condecorado a título póstumo con la Medalla Militar.
Como señala Luis E. Togores en Historia de La Legión Española (Madrid 2016), los combates de Edchera marcaron el declive del Yeicht Taharir o Ejército de Liberación y «un modelo de emboscada, un combate que los legionarios no podían eludir sin incumplir las órdenes recibidas». Fueron héroes porque, conformes con el credo legionario, cumplieron con su deber.