Investidura de Augusto Ferrer-Dalamu como Doctor honoris causa
Ferrer-Dalmau, en el CEU: «El arte es un arma poderosa para combatir la desidia y el olvido»
El pintor Augusto Ferrer-Dalmau ha sido investido como Doctor ‘Honoris Causa’ por la Universidad CEU San Pablo durante el Acto Académico de celebración de la Festividad de Santo Tomás de Aquino
«la pintura ha sido la mejor representación para conocer y ver historia de la humanidad; ha servido y sigue sirviendo como testimonio de los grandes hechos del pasado», han sido las palabras que ha escogido Augusto Ferrer-Dalmau para iniciar su discurso de investidura como Doctor 'Honoris Causa' por la Universidad CEU San Pablo durante el acto académico de celebración de la Festividad de Santo Tomás de Aquino, patrono de las universidades y de los estudiantes.
El pintor de historia y batallas, quien se ha definido como «un pintor autodidacta» ha recordado que la pintura es lo que le ha permitido «contribuir a la recuperación de la conciencia española de la historia». Objetivo que ha llevado a cabo «rescatando, recordando y recreando» grandes hechos histórico. A pesar de ser uno de los grandes pintores de batalla, Ferrer-Dalmau también ha querido destacar que su «pintura rinde respeto a todos aquellos que dieron y perdieron todo, con valentía y siendo fieles a sus valores». Unos lienzos protagonizados por el «heroísmo de grandes de hombres y mujeres por una lealtad a sus principios y un sentimiento de hermandad», ha explicado. Y ha subrayado la gran impronta de la pintura histórica de batallas, encabezada por dos españoles: Velázquez y Goya.
La profesora de Historia del Arte de la Universidad, María Rodríguez Velasco, ha sido la encargada de impartir la laudatio. En ella ha destacado que Ferrer-Dalmau «ha convertido sus lienzos en verdaderas crónicas para difundir la historia de España en el ámbito nacional e internacional». Además, ha señalado que para él la pintura es «un instrumento privilegiado para expresar su amor por España, su admiración por el ejército y un medio excepcional para transmitir estos valores a las generaciones venideras, consciente de que es necesario conocer el pasado para comprender el presente».
Para finalizar, Rodríguez Velasco, madrina del nuevo doctor, ha señalado que es «motivo de orgullo y agradecimiento la incorporación del pintor de batallas de mayor reconocimiento en la actualidad a nuestro claustro académico. Especialmente para nuestros grados de Historia, Historia del Arte y Humanidades».
La rectora de la Universidad, Rosa Visiedo, también ha destacado la importancia del área de conocimiento en la que se ha investido Doctor Honoris Causa a Ferrer-Dalmau: Las Humanidades. En su discurso ha subrayado que «constituyen un vector transversal que impregna todas nuestras titulaciones mediante las asignaturas impartidas por el Instituto de Humanidades Ángel Ayala. Porque en un tiempo en el que el cambio es constante, debemos proteger aquello que es esencial y permanente, convirtiéndonos en un espacio para el crecimiento intelectual y moral de los miembros de nuestra comunidad, especialmente de nuestros estudiantes, en diálogo con los retos de la sociedad contemporánea».
En la celebración de la festividad del patrón de las Universidades y los universitarios, Visiedo ha tenido palabras para los nuevos doctores del curso académico 2021/2022, a los que ha recordado que al poseer el más alto grado académico deber buscar siempre «la verdad con rigor científico, en una estimulante conjunción de ciencia, razón y fe».
Ha señalado, además, que la Universidad debe despertar en los alumnos una «inquietud intelectual por el saber y cultivar en ellos su capacidad de pensar y de aprender». Debe además ofrecer «una experiencia de formación en la que son fundamentales la aportación del estudio, entendido como un sano maridaje entre investigación y docencia, y el acompañamiento al alumno hacia una plena madurez personal, intelectual y profesional, educándole en saberes, pero también en valores».
Ha clausurado el acto el Gran Canciller de la Universidad, Alfonso Bullón de Mendoza, quien ha felicitado a Ferrer-Dalmau, y a cuyas pinturas ha tildado de «no solo plásticamente hermosas, sino históricamente precisas».