Hace 100 años en El Debate
23 de enero de 1923: «Crece el asombro y la admiración a cada paso que se da dentro» de la tumba de Tutankamón
El Debate describía con detalle la expectación en torno al gran descubrimiento de Howard Carter
«hace hoy ocho días se abrió la cámara interior del panteón del Rey de Egipto Tutankamón», informaba el diario. «El interés y la curiosidad que este famoso faraón ha despertado ahora en el mundo al cabo de casi 33 siglos son, sin duda, superiores a la gloria de su reinado». Durante el reinado del joven faraón no sucedió nada reseñable.
Cuando ascendió al trono a la edad de 9 años, el país seguía sumido en el caos que su difunto padre desató al sustituir la religión politeísta de Egipto por una monoteísta. Como Rey, fue marioneta de un consejero real llamado Ay. «Se tiene ya por seguro que allí está la momia real, envuelta en hojas de oro con el Libro de los Muertos entre las rodillas, según la costumbre egipcia», narraba El Debate.
Según el periódico, a medida que Howard Carter se encontraba más cerca de «revelar un secreto maravilloso» el asombro y las ansias era mayor en los rostros de los presentes. Dentro del sarcófago se encontraron una construcción recubierta de oro y en los ángulos de uno de sus testeros se extendían dos figuras: una de la diosa Neftis y otra de Isis. Por otro lado, las paredes de la cámara estaban cubiertas de pinturas, jeroglíficos e inscripciones tomadas del Libro de los Muertos. Además, se halló una serie de objetos como jarrones, compás, amuletos, estatuillas, animales, entre ellos un halcón real, un chacal de tamaño real que representaba al dios Anubis...
Respecto al debate sobre si era ético sacar a las momias de su lugar de descanso para ser expuestas en museos, el Gobierno egipcio había agradecido, en primer lugar, a los ingleses «por haber descubierto la tumba», aunque no estaban conformes con que la momia de otro de sus reyes vaya a reposar en el Museo Británico, informaba El Debate.