Fundado en 1910
Monte Arruit

Monte ArruitReal Academia de la Historia

¿Hubo alguna vez una batalla en Annual?

En realidad la evacuación de Annual fue una huida y apenas se presentó batalla a las harkas rifeñas. Hubo pequeñas batallas en algunas posiciones que resistieron y en las cargas de la Caballería de Alcántara. Pero en Annual no hubo tal batalla

El 21 de julio de 1979, una denominada Asociación Cultural y Social de la Cuenca Mediterránea colocó un monolito con una lápida conmemorativa en la colina de Annual. Durante la pandemia y aprovechando el encierro generalizado, el texto de la lápida se ha cambiado, ampliando el inicial y poniendo alguna frase en tamazight (el idioma bereber propio de los rifeños).

La inscripción quiere ser un homenaje a los combatientes rifeños, lo que es lógico desde el punto de vista marroquí y comienza con un fragmento de la sura coránica en la que Saúl venció a Goliat (en el Corán fue Saúl y no David): «¡Cuántas veces una tropa reducida ha vencido a otra considerable con permiso de Dios! Dios está con los que perseveran» (Corán 2: 249). Hasta aquí, no hay nada que objetar.

Sin embargo, el texto añade algunas afirmaciones que son discutibles. Señala que esas montañas del Rif fueron testigo de la histórica batalla de Annual. Es difícil sostener que allí hubiera una batalla. En realidad la evacuación de Annual fue una huida y apenas se presentó batalla a las harkas rifeñas. Hubo pequeñas batallas en algunas posiciones que resistieron y en las cargas de la Caballería de Alcántara. Pero en Annual no hubo tal batalla. Silvestre, convocado un consejo de guerra cuando la situación era dramática tras la caída de Igueriben y Abarrán, decidió abandonar el campamento de Annual aunque no todo su estado mayor estaba de acuerdo.

El general Silvestre con el general Navarro

El general Silvestre con el general NavarroReal Academia de la Historia

Pero en Annual faltaban los víveres, el agua y la munición y Silvestre optó por retirarse al llano. No sabemos a ciencia cierta si su intención era resistir y presentar batalla en otro lugar, porque se suicidó antes de comandar esa retirada decidida. La evacuación no fue tan desastrosa como se quiere pintar y llegó a Dar Drius una parte importante de las tropas españolas y gran parte de los regulares que no habían desertado todavía y esperaban un gesto español para seguir leales. El general Navarro pudo haber resistido en ese campamento, presentar batalla cuando las fuerzas estaban en condiciones de hacerlo y esperar a que le sonriera la victoria. Pero prefirió seguir con la retirada. Al llegar a Monte Arruit no pudo continuar y fio su suerte a que le enviaran ayuda desde Melilla. Y fue un desastre. Hablar de batalla gloriosa y de victoria sublime es un modo de mitificar a los guerrilleros rifeños rebeldes, pero quizás no sea una expresión precisa que responda a la realidad porque la retirada se produjo antes de la posible batalla.

Guerreros con Abdelkrim, en el Rif oriental, Agence Rol 1922

Guerreros con Abd el-Krim, en el Rif oriental, Agence Rol 1922Real Academia de la Historia

Después sigue la inscripción con alabanzas a Abd el-Krim el Jattabi y su acción victoriosa contra el ejército de ocupación español, menciones propias de los que quieren ensalzar a sus héroes. Pero hay una larga frase muy discutible: «Frente al recuerdo de esta batalla inmortal que fue el detonante de todos los pueblos que anhelaban la guerra de independencia y mantuvo el ideal del sacrificio y la yihad legítima en aras de la soberanía de la patria y de la voluntad de Dios». Escrita con la ambigüedad necesaria para que se interprete que Abd el-Krim luchaba para que Marruecos se independizara de España.

Lo cierto es que Abd el-Krim quería la independencia del Rif, pero no de España sino de Marruecos

Lo cierto es que Abd el-Krim quería la independencia del Rif, pero no de España sino de Marruecos. España nunca tuvo soberanía en el Rif porque se trataba de un protectorado y, por tanto, la soberanía se intervenía pero no se adquiría. Francia y España actuaban en nombre del Majzen, del sultán. Y las acciones bélicas que protagonizaron buscaban la pacificación e integridad del territorio marroquí. El protectorado es una forma colonial atenuada que no afecta a la soberanía del protegido. El Tratado de 30 de marzo de 1912 que implantó el protectorado francés en Marruecos se hizo entre dos naciones soberanas, para «instituir un nuevo régimen que implique reformas administrativas, judiciales, escolares, económicas, financiera y militares… e implicará la organización de un Majzen cherifiano reformado…» (artículo 1º).

Y el Convenio hispano-francés de 27 de noviembre de 1912 por el que España se hacía cargo de la zona norte de Marruecos establecía: «…toca a España velar por la tranquilidad de dicha zona y prestar su asistencia al gobierno marroquí…» (artículo 1). Es decir, no se actuó sobre la soberanía marroquí. Reformas que acabaron por denominar reino a lo que antes era un imperio y Rey al sultán. Por tanto, si Abd el-Krim atacaba al Ejército español en el Rif era para conseguir la independencia de Marruecos y no de España que estaba en la zona solo provisionalmente.

Abd el-Krim atacaba al Ejército español en el Rif era para conseguir la independencia de Marruecos y no de España que estaba en la zona solo provisionalmente

El nacionalismo es la mayor fuente de conflictos internacionales. Es evidente el auge de un nacionalismo marroquí que trata de buscar un enemigo en España y que estas actuaciones, como otras relacionadas con el Sahara, la destrucción de la huella española en el urbanismo de ciudades como Larache o Alhucemas, las aduanas de Ceuta y Melilla, etc., tratan de desviar la atención de los problemas internos. Es curioso que no se dirijan contra Francia, la verdadera ocupante de Marruecos. Pero la debilidad del gobierno español favorece esta política. El último episodio es la entrega del Teatro Cervantes de Tánger.

Las autoridades marroquíes han evitado durante años autorizar cualquier obra de reforma, necesaria dado el estado de ruina del edificio, para provocar la donación. El 13 de marzo de 2019 se firmó un protocolo de donación irrevocable que el BOE de 11 de febrero anunció como de entrada en vigor el 1 de marzo de este año. El Protocolo, en su artículo 3, establecía que deberá conservar el nombre de Teatro Cervantes. ¿Será respetado? Cabe preguntarse cuánto tardaran a la vista, ciencia y paciencia del gobierno español, en cambiar el nombre y quitar los azulejos de la fachada. No sé si las casas de apuestas han abierto pujas sobre la fecha.

comentarios
tracking