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Los miembros del directorio civil de Primo de Rivera en diciembre de 1925

El Debate estrenará un documental sobre la dictadura de Primo de Rivera

Un documental que intenta «romper el tópico político y por desconocimiento de que la dictadura fue una época oscura en la Historia de España», explica Luis E. Togores a El Debate

El Debate presenta un documental sobre la dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930) producido y dirigido por el Instituto CEU de Estudios Históricos con motivo del centenario de estos hechos y en el que han intervenido grandes especialistas como Roberto Villa, Alfonso Bullón de Mendoza, Ramón Tamames y Joaquín Leguina. Además de contar con el apoyo de fuentes y vídeos de la época. Todo ello para «romper el tópico político y por desconocimiento de que la dictadura [de Primero de Rivera] fue una época oscura en la Historia de España», explica Luis E. Togores a El Debate.

La monarquía de Alfonso XIII sobrevivía en una crisis de gobierno constante: «Desde la restauración de Martínez Campo en el año 1875 a 1923 se había deteriorado mucho el Gobierno. Había una fracción de partidos», detalla Togores, director y guionista del documental. España vivía una crisis económica, unida a una corrupción generalizada que hacía ingobernable al país, pues los partidos políticos «no velaban por el interés del pueblo, sino por el suyo propio». Por ello tanto el pueblo como el Rey Alfonso XIII esperaban un cambio radical de la situación viendo en el Ejército la única salida a los muchos problemas que desgastaban a España.

El documental, que forma parte del proyecto que tiene el Instituto CEU de Estudios Históricos de contar de forma audiovisual la Historia de España, es un «manual de los seis años de dictadura» -apunta el historiador- y donde los expertos a los que se ha entrevistado presentan «una imagen ponderada» de ella. «Todos tienen un motivo para participar», indica el guionista e historiador. Y destaca las intervenciones de Tamames, quien realiza «un estudio muy interesante y exhaustivo de la personalidad de Primo de Rivera y la economía» durante su Gobierno. Y de Leguina, que a pesar de no ser un especialista, «sabe del PSOE que es una pieza fundamental en la dictadura». Togores observa que «con la tranquilidad y frialdad que les otorga la edad pueden hacer una valoración positiva -sin obviar las sobras de este periodo- de la dictadura».

Por último, resalta que esta dictadura corta fue más bien una «dictablanda» en la sí que tuvo mucha «mano dura con los comunistas y hubo una persecución a los anarquistas», pero no por su ideología, sino porque representaban una amenaza por la violencia de sus actos. Pero también logró una paz social y la economía española experimenta un considerable crecimiento. La dictadura fue «acogida por todos los españoles con cierta alegría porque pensaban que iba a cambiar las cosas». Pero una vez perdida esa «frescura», el Rey, igual que le había dado su confianza para formar gobierno, se la retiró y Primo de Rivera deja el poder.