Las cuatro vidas del fuerte de San Lorenzo en Panamá: hallan restos del siglo XVII

A la entrada del río Chagres en la provincia de Colón, Panamá, se encuentra el fuerte de San Lorenzo declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1980 por la UNESCO. El Rey Felipe II ordenó su construcción en 1598 para proteger la entrada y salida de la ruta principal a las Américas, un método defensivo para el comercio transatlántico de la Corona española. Sin embargo, entre los años 1596 a 1740 sufrió constantes ataques por parte de piratas ingleses como Francis Drake, Henry Morgan o el almirante Edward Vernon.

Ahora, un grupo de investigadores panameños ha descubierto un baluarte de la tercera fase constructiva del Fuerte San Lorenzo «uno de los pocos de la arquitectura militar del siglo XVII que quedarían» en este país centroamericano, según ha indicado Tomás Mendizábal, líder del proyecto a la agencia Efe. «Estamos encontrando los restos de la tercera versión de la fortaleza de San Lorenzo», que construyó Antonio Fernández de Córdoba en el año 1672, «poco después» de que el filibustero Henry Morgan «destruyera el segundo castillo», ha explicado el experto.

Junto a las construcciones militares de la ciudad de Portobelo, San Lorenzo forma parte de las denominadas Fortificaciones de la Costa Caribe de Panamá y forman parte de la Ruta Colonial Transístmica que será propuesta para ser Patrimonio Mundial de la UNESCO. Sin embargo, figuran en la lista de Patrimonio en Peligro desde 2012.

Un fuerte levantado cuatro veces

Francis Drake atacó las costas del Reino de Tierra Firme en 1572, especialmente el Camino Real, que era el camino por donde se trasladaban los tesoros que venían del Perú. Del mismo modo, el filibustero Henry Morgan, atravesando el río Chagres y siguiendo el Camino de Cruces llegó entrar en la ciudad de Panamá y saquearla. Estos continuos ataques obligaron a construir el fuerte de San Lorenzo de manera estratégica sobre un acantilado.

La estructura que vemos hoy es la cuarta versión de la fortaleza. La primera estuvo en la punta del acantilado, pero el mar se la tragó por completo en el siglo XVII. Tiempo después realizarían una segunda estructura militar de madera y tierra, pero fue destruida por Morgan: «en 1671, cuando ataca San Lorenzo rumbo a Panamá para saquearla. De esa no queda nada», señaló el experto. Por lo que hubo que levantar una tercera versión, la cual está siendo objeto del proyecto de investigación liderado por Mendizábal. «Es la primera estructura de mampostería que se construye en la parte de arriba del acantilado», explicó este doctor por el Instituto de Arqueología de la Universidad de Londres.

Primeros hallazgos

A pesar de su reciente inicio, las campañas de excavaciones han mostrado importantes hallazgos, según indicó el Centro de Investigaciones Históricas Antropológicas y Culturales (CIHAC AIP) del Ministerio de Cultura en un comunicado. «Lo que aquí estamos sacando es parte del baluarte, el foso y la contraescarpa del foso de esa tercera fortaleza de San Lorenzo», ha detallado Mendizábal.

Para los expertos, los objetos encontrados en el foso «son una burbuja arqueológica de unos 90 años» ya que este se excavó en la década de 1670 y se tapó en la de 1760, «y eso nos va a decir mucho de la cultura material de la gente que vivía aquí», añadió.

Vestigios del antiguo pueblo de Chagres

El proyecto no solo intenta entender mejor los orígenes del castillo de San Lorenzo sino también los del poblado de Chagres, donde vivían las familias de los soldados y de las personas que trabajaban en él. Además de los restos del baluarte, también se han encontrado vestigios de las iglesias de Chagres: «Estamos casi seguro que era una iglesia porque aparecieron restos humanos», comentó el arqueólogo.

Actualmente el pueblo de Nuevo Chagres se encuentra a unos 8 kilómetros de la fortaleza. Se trasladó allí por razones estratégicas en 1916 por los estadounidenses, que habían construido el Canal de Panamá y lo administraban junto a la llamada Zona del Canal. Por otra lado, parte del proyecto consiste en un estudio de «memoria oral e histórica» basado en entrevistas a los habitantes de Nuevo Chagres, «que son los descendientes de la gente que vivió aquí en el Chagres Viejo» que existió desde «1670 hasta 1916», afirmó Mendizábal.