Patricio, el hombre detrás del santo que liberó a Irlanda de druidas y serpientes
No fue el primer cristiano en llegar a Irlanda. Antes que, el Rey de la Galia envió a Agrícola en el año 429 y dos años después a Paladio, pero fue asesinado
Monjes, serpientes, piratas y druidas es la mezcla explosiva que encontró san Patricio durante la cristianización de Irlanda, pero ¿Quién era este hombre para que los irlandeses lo consideren su patrono más de 15 siglos después? Pues bien, de la vida de Patricio se conoce realmente poco. Según describe él mismo en su Confessio (Confesiones) vivía en Bannavem Taburniae, en Britania (Inglaterra), próximo al muro de Antonino. Además, nos dice que su padre era Calpornius, un diácono y que su abuelo se llamaba Potitus, un sacerdote romano. Su aventura empieza a los 16 años, cuando un grupo de piratas escotos irlandeses lo secuestran para llevárselo a Irlanda, con los que permaneció seis años.
Se cree que el éxito de Patricio estuvo en adaptar y modificar ciertas costumbres paganas al rito cristiano romano
Sobre su secuestro menciona que sucedió por no escuchar la palabra de Dios y que durante su vida como esclavo encontró al «único Dios verdadero». Tras escapar de los piratas en una pequeña embarcación, pasó tiempo formándose como clérigo hasta que en el 432 regresó a Hibernia (Irlanda) con la misión de evangelizarla. Ya otros como Agrícola o Paladio lo habían intentado, pero el mensaje no arraigó entre los celtas. Se cree que el éxito de Patricio estuvo en adaptar y modificar ciertas costumbres paganas al rito cristiano romano, lo que derivó a la larga el cristianismo celta.
También contó con el apoyo de los jefes y ri (reyes locales) de los territorios de diferentes clanes y familias, que debían tener una base o conocimiento de las costumbres romanas que facilitaron la relación y aceptación de las nuevas normas que Patricio pretendía enseñar. Parece ser que Patricio realizó regalos a las familias irlandesas y que éstas debían conocer la importancia de su familia en Britania porque le permitieron seguir con su misión evangelizadora. Sin duda, previo a su llegada, en Irlanda existía una comunidad cristiana que estaba perdiendo su identidad y por eso enviaron a Patricio, que cristianizó casi al completo la isla en apenas diez años (472 – 461).
Aunque su personaje es histórico, como muchos otros, sobre él se construyó una leyenda que se recoge en numerosas crónicas, lírica y códices. Pero, entre ellas destaca el Tractatus de Purgatorio Sancti Patricii (c. 1180 – 84) [Tratado del Purgatorio de San Patricio] redactado por el monje cisterciense inglés de Huntingdonshire, Henry de Sawtry. El monje cuenta el viaje de un caballero para expiar sus pecados siguiendo las «fases» del purgatorio. Es también conocido como el Purgatorio de Sir Owain, un héroe de la mitología céltico-irlandesa. Aunque es muy posterior a la vida del santo, Henry de Sawtry quiso advertir a los fieles del escepticismo de los irlandeses ante las enseñanzas de san Patricio, cinco siglos después.
En Irlanda existía una comunidad cristiana que estaba perdiendo su identidad y por eso enviaron a Patricio, que cristianizó casi al completo la isla
Pero lo más impresionante de todo es que el lugar físico del Purgatorio que narra existe de verdad. Es una montaña situada en la Isla de Estación, en el lago Lough Derg en el Condado de Donegal. No está claro si Patricio llegó alguna vez a este lugar, he incluso la localización del santuario ha cambiado con el paso de los siglos. En el lago existen dos islas, la de los Santos donde se realizaba la peregrinación durante la Edad Media y la Isla de las Estaciones que ocupa el rito en la actualidad. En ese impresionante espacio natural se construyó una iglesia donde cada año se celebra una misa dedicada a san Patricio.
Aunque la vida del santo sigue siendo, en parte, un camino entre la leyenda y lo real, su legado como salvador de Irlanda de las serpientes, entre otros milagros, lo han convertido en el patrón de Irlanda. Además, la fiesta que se celebra cada 17 de marzo entre gaitas, leprechaunismo y cerveza tiene el sentido original de recordar la cristianización de la isla, el cristianismo celta que se formó en aquellos territorios y una idea del purgatorio que perduró toda la Edad Media, hasta que Dante Alighieri la reescribió.