Fundado en 1910

Isla de Alcatraz

El día que Alcatraz, la prisión más famosa del mundo, cerró sus celdas

29 años de funcionamiento, un total de 1.545 presos que vivieron en condiciones inhumanas, varios intentos de fuga y un cierre por el alto coste de mantenimiento: así fue la vida en la prisión más inexpugnable del mundo

Tras casi tres décadas de funcionamiento, una de las cárceles más peligrosas del mundo, la prisión de Alcatraz cerró sus puertas el 21 de marzo de 1963 debido a sus altos costes de mantenimiento. Por sus celdas pasaron célebres criminales como Al Capone, Robert Franlin Stroud, conocido como «el Hombre Pájaro de Alcatraz» o George «Metralla» Kelly.

En un principio fue pensada como una fortificación de defensa naval, pero en 1861 la prisión de Alcatraz se convirtió en residencia de delincuentes militares: albergó a indios hopi que se resistieron a asumir el gobierno americano así como soldados estadounidenses que se unieron a la causa de independencia filipina durante la guerra de 1900.

Alcatraz en 1895

La «prisión de prisiones»

Ubicada en un pequeño islote rocoso en la costa de San Francisco, las autoridades consideraban que su aislamiento era garantía suficiente para frenar cualquier intento de fuga: era imposible llegar vivo a la costa –creían– sin morir debido a las fuertes corrientes y las bajas temperaturas de las aguas.Años más tarde se convertiría en la sucursal del Pacífico de la Prisión Militar de los Estados Unidos con un nuevo edificio que en 1933 fue adquirida por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y desde 1934 hasta su cierre en 1963, Alcatraz sirvió como prisión federal para algunos de los convictos más peligrosos del sistema penitenciario estadounidense. Ese mismo año Alcatraz marcó su reputación como la «prisión de prisiones», como la denominó la Oficina Penitenciaria Federal. También fue «modelo de prueba» para el sistema de custodia de 1x3, es decir, un guardia asignado por cada tres reclusos que luego incorporarían otras prisiones federales.

Robert Franklin Stroud, conocido como el «pajarero de Alcatraz»

Con celdas de unos 3 metros por 1,5 metros, la prisión de Alcatraz tenía una capacidad de 336 presos y el número más alto registrado fue de 302 y el más bajo de 222. Durante los 29 años de funcionamiento hubo aproximadamente un total de 1.545 hombres encarcelados. La cárcel se presentó como la más inexpugnable del planeta, allí iban a parar aquellos criminales que el sistema federal no podía controlar, a los que se deseaba aislar del resto de la población carcelaria y de los que ya no se esperaba nada salvo problemas.

Los guardias consideraban la cárcel como un espacio de disciplina extrema, más que de rehabilitación y reinserción social de los condenados. La peor de las reglas en vigor, según se recoge de las experiencias de los delincuentes, era la de guardar extremo silencio: los reclusos sólo podían conversar durante los recreos de fin de semana. Y aquellos que rompían la regla del silencio o mostraban mala conducta eran enviados al llamado «Agujero», un espacio subterráneo en el que un castigado podía pasar semanas enteras.

Celda de Al Capone en AlcatrazAlcatraz History

Intentos de fuga

La brutalidad con la que eran tratados los presidiarios hizo que muchos de ellos prefiriesen la muerte antes de continuar encerrado. Se registraron 14 intentos de fuga, pero hubo dos intentos muy sonados.

Uno pasó a la historia como «la batalla de Alcatraz». Tuvo lugar entre los días 2 y 4 de mayo de 1946. Participaron seis reclusos que tomaron el control de la cárcel, primero se hicieron con el cuarto de armas, obtuvieron las llaves del patio principal tomando algunos guardias como rehenes y que más tarde utilizarían como escudos hasta lograr llegar al bote que les llevaría hacia la libertad. Sin embargo, no lograron hacerse con la llave de la puerta principal quedando atrapados. Frustrada su intento de escape los presos dispararon a los guardias y el orden se restableció con la ayuda de los marines estadounidenses que irrumpieron en el bloque de celdas. Dos guardias y tres presos murieron. Más de una docena de guardias resultaron heridos en el tiroteo.

El otro intento de fuga se produjo en 1962, justo un año antes del cierre de la prisión. Lo protagonizaron los reclusos Frank Morris y los hermanos Clarence y John Anglin que habían sido condenados por robar bancos. Tras seis meses de meticuloso trabajo consiguieron confeccionar cabezas hechas con papel maché para hacer creer a los guardias que continuaban en sus celdas mientras que escapaban de ellas. Los tres reos huyeron sin dejar rastros. Los guardias descubrieron que las aberturas de las rejillas en las paredes traseras de hormigón de sus celdas habían sido agrandadas usando cucharas robadas del comedor. Con 50 impermeables construyeron una balsa enclenque y se supone que con ella se lanzaron hacia la ciudad. No se supo más de ellos y fueron registrados en los informes como «presuntamente ahogados». En los años siguientes se intentó se informó de varios avistamientos de los hombres fugados, pero sin pruebas fiables ni pistas, la Oficina Federal de Investigación cerró el caso en 1979.

Hoy hace 60 años de la orden con la que el Fiscal General de los Estados Unidos, Robert Kennedy, decidía cerrar las puertas de la prisión más famosa del mundo a causa del mal estado de las instalaciones y de su coste. En su informe final hizo constatar que la prisión de Alcatraz «cumplió con un importante propósito».