¿Quién fue Juan Ponce de León, el descubridor de La Florida en 1513?
Célebre por haber participado en el segundo viaje de Colón para conquistar «La Española» se embarcaría de nuevo en 1508 para ampliar el horizonte español: el 27 de marzo avistó La Florida por primera vez, y el 3 de abril de 1513 tocó tierra
Tras su notoria acción en el segundo viaje de Colón (1493-1496) para conquistar La Española (hoy República Dominicana y Haití), Juan Ponce de León se embarcaría de nuevo en 1508 para ampliar el horizonte español. Durante su estancia en Higüey –donde estuvo al frente de las tropas que frenaron decisivamente la rebelión del cacique Cotubanamá, consolidando así la presencia española– Ponce de León escuchó historias acerca de las riquezas que existían en la cercana isla de San Juan Bautista (actual Puerto Rico) y determinado a encontrar el oro y conquistar las tierras para la Corona española, solicitó permiso y este se le fue concedido.
Deseo insaciable de explorar
Con 50 soldados al mando y un solo barco partió rumbo a San Juan (Borinquén como la denominaban los nativos). Un mes más tarde llegaría a la región sur de Borinquén gobernadas por el cacique Agüeybana con quien entabló las primeras relaciones de amistad con los indígenas. Con su ayuda, el natural de la localidad vallisoletana de Santervás del Campo y su hueste exploraron la isla.
Recorrieron el río Ana, donde construyeron algunos bohíos y en la zona norte encontraron un puerto tan hermoso que el explorador español lo calificó de «Puerto Rico». Al regresar a La Española en busca de suministros, Ponce de León fue nombrado Gobernador de las nuevas tierras. No obstante, el vallisoletano tenía una viva disputa con Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón, por el control de la isla y este último logró que la Corte le reconociera sus derechos, lo que supuso que Ponce cesara en el ejercicio como gobernador en 1511.
Esto provocó una situación para el explorador y conquistador español, quien poseía riquezas por sus años como Gobernador; sin embargo, no tenía un cargo que le permitiese seguir conservándolas. Por ello y por su insaciable deseo de explorar, se lanzó a la búsqueda de nuevas tierras que le pudieran proporcionar nuevas riquezas y cargos. Solicitó nuevamente el permiso para explorar nuevas tierras ubicadas al norte, donde ni siquiera Colón ni ningún otro explorador había estado antes.
El descubridor de Norteamérica
Una vez concedido el permiso embarca una vez más en 1512. Además, en la capitulación emitida por la Corona en Burgos también se le nombraba adelantado de los dominios y territorios que conquistase y sólo eso, sino que se le otorgaba el honor y las riquezas que obtuviera como resultado de su nueva campaña. Guiado por las historias de los nativos, puso rumbo hacia la misteriosa isla conocida como Bímini (al norte de Cuba), que decían ser el hogar de un manantial o fuente mágica cuyas aguas rejuvenecerían a quienes bebieran de ella.
Al mando de tres navíos, bien provistos de gente y marineros, partió del puerto de San Germán (Puerto Rico) el 3 de marzo de 1513. El 27 de marzo avistó una isla a la que bautizó como La Florida y donde arribó el 3 de abril pensando que no era más que otra gran isla, y no parte de un inmenso continente, como era en realidad: acababa de descubrir Norteamérica. Con la llegada de su expedición, se iniciaba una rica historia de más de 300 años de presencia continuada de los españoles en Norteamérica.
Se quedaron seis días explorando la zona hasta que decidieron levantar anclas y poner rumbo al sur pensando que seguían la costa de la isla. Al llegar al sector central de Florida, realizaron otro gran hallazgo: comprobaron cómo una potente corriente era capaz de empujar a los barcos hacia atrás, incluso aunque llevaran el viento de popa. Acababan de descubrir la Corriente del Golfo, que se convertiría en una especie de autopista marítima que emplearían los barcos españoles cargados de tesoros en sus viajes hacia Europa.