La muerte de Cangrande della Scala: un asesinato resuelto 700 años más tarde

Le llamaron Alberto Canfrancesco (1291 – 1329) y perteneció a la familia Della Scala. El origen del particular nombre que se le impuso se cree que fue en homenaje a su tío, fundador de la dinastía de los Scaligeri, como serían conocidos los miembros de la familia Della Scala en Verona. El nombre del tío fue «Mastín» (Mastino en italiano) y al sobrino le pusieron Canfrancesco pero todos le llamarían Cangrande.

A lo largo de su vida, Cangrande Della Scala, probó ser un militar lleno de recurso, un hábil diplomático y gobernante, además de un firme partidario de la causa imperial (los Gibelinos) frente a la papal (Guelfos) en el complicado mosaico de estados en que se dividía la península italiana. Casó con Juana de Suabia, bisnieta por línea natural del emperador Federico II y última descendiente por línea patrilineal de la casa de Staufen. Cangrande aseguró la Lombardía para la causa imperial y controló las ciudades de Verona, Vicenza, Padua y Treviso. Fue patrón de artistas y trabó amistad con Dante Alighieri quien, en su carta XIII, le hace participe de una idea que fraguaría en la mayor obra literaria de la historia de Italia: La Divina Comedia.

Disentería y diarrea

Pero volvamos a Cangrande. En 1329, siendo señor de Verona, fue nombrado Vicario Imperial de Mantua y aprovechó unas circunstancias favorables para poner sitio a la ciudad de Treviso, obligando a su señor –Guecello Tempesta– a rendirla. El día 18 de julio hizo su entrada triunfal en la ciudad. Fue un gran día para él ya que con su victoria controlaba toda la Marca Trevisana, que iba desde el lago Garda hasta la Venecia Julia. Pero mientras disfrutaba del paseo triunfal las tripas de Cangrande estaban en pie de guerra. Ya llevaba días así. Nada raro ya que la disentería y la diarrea eran compañeras inseparables en toda campaña desde los tiempos más remotos. No mejoraron las tripas, al contrario. La mañana del día 22, sintiéndose morir, puso en orden sus asuntos y expiró al poco. Su cuerpo fue trasladado a Verona y sepultado en la iglesia de Santa María Antigua, en rico sepulcro de mármol que sería rematado con una escultura ecuestre que le representaba armado como para participar en una justa.

Accidente o asesinato

En febrero de 2004 el cuerpo de Cangrande fue sacado de su tumba para investigar las circunstancias de su muerte. Se encontró un cuerpo momificado de forma natural en excepcionales condiciones de conservación. Aproximadamente debía tener una estatura de 1,75 metros; era de cara alargada, mandíbula prominente y pelo castaño rizado. El análisis forense mostró un individuo con antracosis pulmonar (polvo de carbón en los pulmones) debido a la inhalación de humos de los braseros (todavía no había chimeneas).

También tenía calcificación en los meniscos debido a sobrecarga, algo que se atribuyó al tipo de estribos que se usaban entonces. El análisis de cabello, heces, músculo, hígado y hueso descartó el envenenamiento por arsénico que se sospechó en su tiempo; en cambio se encontraron altas dosis de digitóxina (digitalina), componente activo de la digitalia que es otro nombre de la planta de la dedalera. Por cierto Agatha Cristie se cargó a un buen numero de personajes usando digitalina.

La causa de la muerte, según los resultados de los forenses, fue una sobredosis de digitalina, probablemente suministrada por su médico con fines medicinales. Y es que Cangrande sufría de una cardiopatía de tipo genético y el uso de la dedalera se aconsejaba para los problemas de corazón. De los dos análisis forenses realizados –en 2004 y en 2015– se concluye que tuvo una ingesta prolongada que culminó con una sobredosis de digitalina, probablemente debida a una torpeza del médico. Los informes difieren cuanto a la intencionalidad de la sobredosis. El informe de 2004 directamente señala una intención criminal mientras que el del año 2015 afirma que fue accidental. ¿En qué se basan ambos para hacer tal afirmación? No tengo ni idea. Desde luego la investigación sigue abierta.