80 años
El levantamiento del gueto de Varsovia: la resistencia de los judíos polacos contra el régimen nazi
A principios de 1943, Heinrich Himmler ordenó a Rudolph Hoess, comandante de las SS, que limpiara el gueto de Varsovia. Los polacos de la ciudad organizarían la primera acción de la resistencia judía contra el genocidio
Bajo el marco de la operación Reinhard, en el verano de 1942, alrededor de 300.000 judíos fueron deportados de Varsovia a Treblinka, uno de los campos de concentración nazi para el asesinato en masa de los judíos que vivían en el territorio de la Polonia ocupada administrado por Alemania.
Los primeros en ser enviados fueron los refugiados, los enfermos y los sin techo: por órdenes expresas de las autoridades alemanas se bloquearon calles, los habitantes fueron echados a la fuerza de sus casas por la policía del gueto y obligados a dirigirse al umschlagplatz o «la plaza de despacho» donde serían brutalmente introducidos y hacinados en vagones de un tren de carga. Pronto, las fuerzas alemanas intensificaron el terror en el gueto, aumentando el número de las personas que morían asesinadas en las calles.
El gueto de Varsovia había sido establecido por la Alemania nazi en 1940 en el barrio judío de esa ciudad. Primero se levantó un cerco de púas que más tarde se convirtió en un muro de tres metros de altura que encerraba a los judíos de la ciudad en condiciones infrahumanas. Aquel espacio fue concebido como un campo de tránsito de las deportaciones para un destino final: el campo de exterminio de Treblinka lo que equivalía a la muerte. Antes de la ola de deportaciones a los campos de exterminio, en 1942, vivían allí hasta 400.000 judíos. Después, solo quedaron unas 60.000 personas en la zona cercada por muros.
Mordecai Anielewicz emitiría una proclama que alentaba al pueblo judío polaco a resistirse a ir a los vagones del ferrocarril
A pesar de que antes y durante las deportaciones hubo varios intentos de resistencia, la mayoría de los judíos había rechazado la oposición armada; no obstante cuando a principios de 1943, Himmler ordenó la disolución definitiva del gueto, cientos de jóvenes judíos decidieron luchar. Pronto se filtró información sobre el destino final de los trenes que partían repletos de gente hacía el noroeste de Varsovia. Y hartos de ver cómo familiares y amigos morían tanto en las calles del gueto como en el campo de exterminio prefirieron morir luchando que continuar a merced de las tropas nazis.
Libertad o muerte
De esta manera nacería una organización llamada Z.O.B –por sus nombre en polaco Zydowska Organizacja Bojowa que significa Organización Judía de Combate– encabezada por Mordecai Anielewicz de 23 años. Este emitiría una proclama que alentaba al pueblo judío polaco a resistirse a ir a los vagones del ferrocarril mientras formaban y entrenaban tropas.
La Z.O.B reunió un pequeño ejército de resistencia: 1000 guerrilleros en 22 grupos de 30 partisanos en dos cuarteles generales –calles Mila y Zamenhofa–, más almacenes de armas: pistolas, fusiles, ametralladoras, mil litros de gasolina y una carga explosiva de clorato de potasio. Mientras una parte de la población se escondía en las bodegas, garajes y otros potenciales escondites, la otra ofrecía una agresiva resistencia armada hasta el punto de hacer que los alemanes se retirasen hasta el próximo enfrentamiento que llegaría el 19 de abril de 1943.
Coincidiendo con el cumpleaños de Hitler (20 de abril), Himmler decidió organizar una operación de aniquilación definitiva del gueto de Varsovia durante la víspera, de modo que el 19 de abril, un grupo de 2.000 soldados y miembros de las SS penetraron en el gueto antes del amanecer para toparse con una resistencia sólidamente organizada. La lucha siguió durante 27 días: del 19 de abril al 16 de mayo de 1943. Las tropas alemanas a pesar de avanzar calle por calle, piso por piso, la oposición judía que actuaba por sorpresa desde sótanos, bodegas, alcantarillas y todo rincón que los mantuviera a salvo consiguió una nueva retirada alemana.
Pero lejos de darse por vencidos, las tropas nazis volvieron a la carga con una nueva táctica: convertirían el gueto en una ciudad en llamas. Aunque avanzaban lentamente debido a la obstinada resistencia, la superioridad alemana se impuso y todos los edificios fueron reducidos a cenizas.
El heroico levantamiento del gueto de Varsovia fue el primer acto de resistencia popular organizada contra la violencia nazi que tuvo lugar en Europa. Sirvió como ejemplo para otras rebeliones posteriores que, como esta y casi sin excepción, terminaron en fracaso.