Carlota: ¿la primera Reina negra de Inglaterra o un giro 'woke' de Netflix?
Desde su estreno en 2020, Los Bridgerton y su inclusión de personas de color en las élites aristocráticas ha avivado el debate sobre la fidelidad a una época y veracidad histórica o las directrices de inclusión y diversidad que ahora están muy de moda
Tras su última temporada, el universo Bridgerton vuelve con una secuela donde Shonda Rhimes, principal guionista de la popular serie, ha decidido ir a la raíz de sus polémicas con la historia de la Reina Carlota, quien según una teoría podría ser la primera Reina negra de Inglaterra. Bajo el título La Reina Carlota: Una historia de Bridgerton retrotrae al espectador y explora la historia de amor de Carlota y el Rey Jorge III, y «cómo provocó un cambio social, creando el mundo heredado por los personajes de 'Bridgerton'», anunció en septiembre la productora. Pero la verdadera época de la Regencia, que abarca los años 1811 a 1820, no era tan diversa como la han imaginado las series.
Desde su estreno en 2020, Los Bridgerton y su inclusión de personas de color en las élites aristocráticas ha avivado el debate sobre la fidelidad a una época y veracidad histórica o las directrices de inclusión y 'diversidad' que ahora están muy de moda. Ambientada en el año 1813, la serie de Netflix siempre ha defendido que la elección de su elenco de actores se debe a que la obra «no es una lección de historia», sino una «ficción inspirada en hechos». Ahora para reforzar sus argumentos rescata la historia de Carlota de Mecklemburgo-Strelitz, esposa del Rey Jorge III, quien podría haber tenido ascendencia africana.
Nacida en el año 1744 en la Familia Real de Mecklemburgo-Strelitz, en un pequeño ducado del norte de Alemania se convirtió en Reina consorte de Gran Bretaña al casarse con Jorge III. A pesar de que no sabía hablar inglés, pronto aprendió el idioma y se aclimató a la sociedad británica, ganándose el cariño de sus súbditos.
Poco tiempo después de la boda, la Reina daba a luz al primero de sus 15 hijos, de los cuales solo 13 llegarían a la vida adulta. En su diario, Carlota llegó a anotar: «Pasé los primeros veinte años embarazada. No creo que un prisionero pueda desear con más ardor su libertad que yo, al librarme de mi obligación y ver el final de mi campaña maternal. Sería feliz si supiera que es la última vez».
No se implicaría en cuestiones políticas hasta que, debido a la enfermedad mental que inhabilitó a su marido, Carlota tuvo que dar un paso hacia delante para sustentar la regencia de su hijo, el futuro Jorge IV.
Una ascendencia africana
Mientras que en los archivos biográficos de la Casa Real Británica no aparecen datos de la Reina Carlota, ni de su contexto familiar lejano, previos a su unión con Jorge III, algunos historiadores sostienen la hipótesis de que tenía ascendencia africana. Este fue el caso de Mario de Valdés y Cocom, un investigador independiente especializado en historia de África, que en 1997 postuló que «al menos 492 líneas de descendencia pueden rastrearse desde la Reina Carlota» hasta el «hijo ilegítimo del Rey Alfonso de Portugal y su amante mora».
Esta idea ya la había postulado el escritor J. A. Rogers en su libro Sexo y Raza: Volumen I donde hizo referencia a las «fosas nasales anchas y labios gruesos» que muestran en algunos cuadros. A su vez este detalle ya había sido mencionada por el primer ministro Horace Walpole en su memorias, donde los rasgos anchos de la Reina siempre habían llamado la atención: «Es de estatura mediana, y bastante pequeña, pero su forma es fina y su porte elegante; sus manos y cuello estaban muy bien revueltos; su cabello castaño; su rostro redondo y rubio; los ojos de un azul claro, y radiante de dulzura; la nariz un poco plana, y apareció en el punto; la boca bastante grande, con labios rosados y dientes muy finos».
Se dice que Alfonso III de Portugal tuvo tres hijos con una amante procedente del norte de África, formando así una «rama negra» en la Familia Real portuguesa a la que pertenecería Margarita de Castro y Sousa. Según la teoría de Valdés, Carlota de Mecklemburgo-Strelitz sería descendiente directa de Margarita.
Los historiadores descartan esta teoría no solo por la gran distancia de siglos que separan a Margarita de Carlota, sino también por la ausencia de pruebas sólidas que Valdés aporta. Aunque la Reina Carlota estuviese enlazada con los Sousa, es muy difícil determinar que fuera o no negra o tuviera rasgos propios de lo que hoy es Argelia o Marruecos.