Seminario El español, idioma peregrino, mares, puertos y lugares de encuentro
«El español es una expresión viva de la identidad e historia de una vasta comunidad»
Durante los días 13 y 14 de junio la Cátedra del Español y la Hispanidad de las Universidades de la Comunidad de Madrid explora el pasado, presente y futuro del segundo idioma del mundo
Comienza el seminario prospectivo sobre el español como idioma peregrino que ha impulsado la Cátedra del Español y la Hispanidad de las Universidades de la Comunidad de Madrid. Durante los días 13 y 14 de junio se analizarán desde diversos puntos de vista los recorridos espaciales del español. Tomando como referencia el título del seminario, podríamos afirmar que «nuestro idioma es como un barco que ha viajado por mares, atracado en puertos y ha descubierto nuevos lugares de encuentro y que es un emblema de la diversidad e integración», ha expresado Emiliano Blasco, vicerrector de Transformación Digital de la Universidad CEU San Pablo.
A través de las diferentes conferencias se va a intentar «celebrar, explorar y honrar la riqueza y la diversidad de nuestro idioma», continuó el vicerrector. «El español, con su herencia rica y diversa, no es simplemente un medio para la comunicación, sino que es una expresión viva de la identidad e historia de una vasta y vibrante comunidad», ha considerado más adelante.
La batalla catastrófica
Comprendiendo y asumiendo esta necesidad de fomentar el español, el seminario plantea un acercamiento a perspectivas históricas renovadas y actuales por una parte, y por la otra, poner en valor la relevancia del español, su legado y su riqueza con dos ponencias moderadas por la directora de la Cátedra Internacional CEU Elcano, María Saavedra.
En primer lugar ha tomado la palabra Iván Valdez Bubnov, investigador y profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, además de especialista en temas de historia naval, quien ha versado sobre el concepto de «la batalla catastrófica» como elemento clave para el desarrollo del navalismo histórico en la representación negativa de la historia marítima española.
A través de la representación mediática de la cultura popular contemporánea, sobre todo, en el cine, en las series de televisión y en la escritura de la «historia naval no profesional» se ha ido construyendo una «representación negativa de la experiencia marítima de la hispanidad» basada en una narrativa anglocéntrica, ha indicado el investigador y profesor mexicano.
Esta visión de la historia naval hispana ha sido utilizada como «una especie de contraejemplo o paradigma de fracaso que se contrasta con una narrativa exaltada, hiperbólica al respecto de la experiencia marítima de las potencias [marítimas] del Atlántico norte, sobre todo, Gran Bretaña», aseguró Valdez Bubnov. Un discurso al que hemos sido acostumbrados y por lo tanto «deconstruirla no es tan sencillo», subraya el investigador. «Por un lado se trata de un relato extremadamente persuasivo, pero también porque hunde sus raíces en los paradigmas literarios más antiguos de la cultura occidental».
Esta visión tanto positiva como negativa tiene su origen en el concepto griego de «talasocracia», es decir, el gobierno de los intereses marítimos a través del uso del poder naval como instrumento de política exterior: «Un concepto que se encuentra intrínseco en nuestra cultura literaria y política», remarca el profesor. Tras hacer un repaso por las obras clásicas que han influido en estas dos narraciones -desde la Ilíada, las Guerras Médicas de Heródoto, el mito de la Atlántida en los diálogos de Timeo y Critias de Platón a la Guerra del Peloponeso de Tucídides o incluso en La Política de Aristóteles- pone el foco en la profesionalización de la historia naval como un tema de «investigación y de enseñanza universitaria» a partir del siglo XIX y que «descansan directamente en los paradigmas del navalismo de la antigüedad» donde destaca la obra de Alfred Mahan, historiador y estratega naval estadounidense.
La obra de Mahan «ha sido el referente para la historiografía naval de todo el siglo XX y en muchos casos hasta el XXI y que, de hecho, es el origen mismo de la percepción negativa de la historia marítimonaval de la hispanidad».
Según ha explicado el profesor, la cronología de Mahan está construida a partir de la exclusión explícita de la experiencia histórica de la hispanidad y comienza su narrativa a partir de la emergencia de los dos principales rivales de España en los siglos XVII y XVIII y no solo eso, sino que «su mensaje es fundamentalmente antihispano». Mahan crea una doctrina naval para las fuerzas navales de su propio país, pero con una exclusión de la experiencia naval hispana como origen de la modernidad marítima.
Por lo tanto, el pesimismo historiográfico viene del contacto con la obra de Mahan que empieza a publicarse a partir de 1880, casi diez años antes del desastre de la guerra con los estados unidos y las batallas de Cavite y Santiago de Cuba, es decir, «que no es el desastre lo que trae consigo aparejado el surgimiento de una narrativa pesimista-negativa de la historia naval española, es realmente la difusión de la obra de Mahan como paradigma mismo de la historia naval en las universidades y educación de los oficiales».
Para finalizar, Valdez Bubnov apuntó que no seremos capaces de deconstruir estos «discursos ideológicos» sin antes hacer «un examen de cómo se han construido la narrativa histórica».
La obra regeneracionista de Ramón y Cajal y la Guerra de Cuba
Continuando con el seminario, ha intervenido el Francisco López Muñoz de la Universidad Camilo José Cela para hablar del sentimiento patriótico de Santiago Ramón y Cajal, «figura señera de la ciencia española y mundial», muy focalizado al ámbito cultural y que tiene su origen «en una aventura militar ultramarina, durante la guerra de Cuba», según ha explicado el doctor en Medicina y Cirugía y así como en Lengua Española y Literatura.
A través de algunos datos de la vida del científico español y lo relatado en su autobiografía Recuerdos de mi vida, López Muñoz expuso un análisis de cómo ese fuerte sentimiento patriótico influye en su obra no solo cultural, sino política; sobre todo, por medio del regeneracionismo intentando poner remedio a la «decadencia de España tras la crisis del 98».
Las experiencias con el sistema administrativo y militar vividas, además de las enfermedades contraídas allí, fueron para Ramón y Cajal tan amargas que la pérdida de Cuba en 1889 fue devastador: «A pesar de su brevedad en la isla de apenas 14 meses, esta experiencia vital no le abandonaría jamás y marcaría de manera sustancial su pensamiento político y social, así como la forma de entender España durante del primer tercio del siglo XX», remarcó el ponente.
Ramón y Cajal propuso una profunda regeneración educativa y cultural, en su autobiografía concluía: «Hemos caído ante los Estados Unidos por ignorantes y por débiles», sentenciaba. «Éramos tan ignorantes que hasta mirábamos su ciencia y su fuerza. Es preciso, pues, regenerarse por el trabajo y por el estudio, porque hoy solo son toleradas las naciones débiles a condición de que en ellas se rinda culto a la ciencia».
Por otra parte, el médico y científico español insistía en dejar a un lado las razones de la caída del Imperio español y trabajar por mejorar el presente: «Solo de corazones ingratos y espíritus innobles es abandonar la patria en días de luto y amargura. Y la patria es tanto el terruño como la historia; tanto el presente como lo venidero».
En sus Recuerdos de mi vida, Cajal reflexiona sobre los desaciertos de la política ultramarina que le hizo definirse una meta precisa, que lo orientó hacia la producción científica porque el conocimiento científico constituía, entonces como ahora, la base del desarrollo económico y social.