Quién fue san Fermín y por qué se celebra el 7 de julio

Los sanfermines encaran una nueva edición que convocará a miles de personas para celebrar una fiesta cuya tradición e historia muchos desconocen. Desde El Debate recogemos la historia de quién fue el santo en cuyo nombre se celebra una de las fiestas más populares de España.

Según cuanta la leyenda, el santo era hijo de Firmo, un senador romano que gobernó en Pamplona en el siglo III (por aquel entonces la ciudad recibía el nombre de Pompaelo) y que fue convertido al cristianismo junto a toda su familia gracias a la predicación de san Saturnino de Toulouse y de su discípulo Honesto, quien se encargaría de la educación cristiana de Fermín. Con 18 años se piensa que fue enviado a Tolosa, donde sería ordenado sacerdote. Más tarde, tras predicar en Navarra marchó a la Galia y se asentó en Amiens. Una vez organizado la iglesia local, con la ayuda de Honesto, recibió la consagración episcopal de manos del obispo Honorato de Toulouse, cuando sólo contaba con 24 años de edad.

Según las Acta Sanctorum de san Honesto, su predicación dio muchos frutos en conversiones, entre ellos el senador Faustino, y milagros; de ahí que fuera señalado por las autoridades como un cristiano peligroso. En Beauvais fue azotado y arrojado a la prisión por orden del gobernador Valerio, pero la repentina muerte de éste le permitió obtener la libertad. De allí pasó a Amiens, donde convirtió a muchos al cristianismo, entre ellos al senador Faustiniano.

Fue encarcelado por orden de los gobernadores Lóngulo y Sebastián, y decapitado secretamente en la cárcel un 25 de septiembre. Su cuerpo fue recuperado por el converso Faustino y dignamente sepultado.

Actualmente, y a diferencia de la creencia popular, san Fermín no es el patrón de Pamplona, sino que este cargo lo ostenta san Saturnino. En cambio, san Fermín es, junto a san Francisco Javier, el copatrón de Navarra.

El origen de la fiesta en honor a este santo se remonta a la Edad Media, más concretamente al año 1186 cuando el entonces obispo de Pamplona Pedro de París llevó a la ciudad de Pamplona una reliquia que se le atribuye a san Fermín y dispuso su fiesta el 10 de octubre. Pronto, junto a los actos religiosos en honor asan Fermín, se fueron añadiendo poco a poco comedias, danzas, juglares, música, tambores o fuegos artificiales. En 1590 la fiesta se trasladó al 7 de julio. La suma de los actos religiosos en honor al santo, las ferias comerciales de ganado y los encierros de toro acabaron por conformar las fiestas de San Fermín actuales.