Perú presenta un proyecto para proteger Chan Chan, la ciudad de adobe más grande del mundo
«Queremos un turismo responsable. Que todos sumemos en la conservación, respetando, identificándonos con nuestro patrimonio y orgullosos de ser herederos de una cultura milenaria», ha indicado la ministra de Cultura
En la costa norte de Perú, entre los distritos de Trujillo y Huanchaco, se levanta la ciudad de adobe más grande de América y del mundo. Se trata de la floreciente y sofisticada capital del reino de chimú llamada Chan Chan que acabó convirtiéndose en uno de los estados más ricos de todo el Pacífico. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988 e incluida en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro en el mismo año.
Visitar este yacimiento, cuyo nombre remite a la «ciudad del sol» –y que en español se traduciría como Gran Sol o Sol esplendoroso–no solo es retroceder en el tiempo, sino también maravillarse con una construcción arquitectónica que demostró gran sabiduría: «Las inmensas ruinas de los palacios del Gran Chimú son uno de los más interesantes monumentos de la arquitectura de América del Sur», escribió Jacob von Tschudi, naturalista y lingüista suizo, apasionado de las culturas peruanas y de los primeros investigadores en visitar y estudiar esta urbe.
Siendo conscientes de la importancia y del valor de esta ciudadela, el Ministerio de Cultura de Perú presentó el pasado sábado un plan de acción para proteger el yacimiento arqueológico prehispánico, según informó la institución en un comunicado. «Queremos un turismo responsable. Que todos sumemos en la conservación, respetando, identificándonos con nuestro patrimonio y orgullosos de ser herederos de una cultura milenaria, para tener mejores ciudadanos. Vamos a seguir limpiando, trabajando de la mano, porque solos no podemos, debemos trabajar unidos», señaló la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, en su visita al sitio.
El «Plan de Acción para la protección del Complejo Arqueológico de Chan Chan» fue publicado la semana pasada en el Diario Oficial El Peruano a través de una resolución ministerial, y tiene como objetivo general conformar una herramienta de gestión a través de la priorización de actividades para fortalecer su gestión, protección, recuperación, difusión y uso social.
Una floreciente y sofisticada capital
Chan Chan fue la capital de la cultura prehispánica Chimú entre los siglos XII y XV, con más de 20 kilómetros cuadrados y que en su máximo esplendor llegó a albergar unos 35 mil habitantes, por lo que es considerada la ciudad de barro más grande de América. Está conformada por recintos amurallados y pirámides de adobe, con estrechas calles y amplias plazas y terrazas, palacios, casas y murallas recubiertas de relieves y grabados, en su mayoría con motivos marinos.
Chan Chan no se parece a ninguna otra ciudad del continente. Se compone de nueve ciudadelas, construidas totalmente en adobe, una sucesión de complejos reales ocultos tras imponentes muros de barro de hasta doce metros de alto y seiscientos de largo. Cada una estaba formada por un conjunto de corredores que conectaban almacenes, patios, albercas (huanchaques), residencias, inmensos patios ceremoniales de planta rectangular y grandes plataformas funerarias. Los muros de las ciudadelas estaban decorados con frisos geométricos que reproducían mamíferos, aves, peces, criaturas míticas…
Junto a las ciudadelas reales se alzaban complejos más pequeños, seguramente el hogar de nobles y burócratas que hacían funcionar la administración del Estado. Los barrios y distritos artesanos así como los huertos se hallaban en la periferia. Tschudi y Eduardo Rivero –arqueólogo y fundador del Museo Nacional de Antropología, arqueología e Historia del Perú– también estudiaron estas zonas adyacentes a las grandes ciudadelas: «Fuera de estos edificios notables hay infinidad de cuadros y casitas [… ], seguramente habitaciones de las clases inferiores, y cuya gran extensión proporciona datos de que la población debió ser muy considerable».
Limpiar de basura el patrimonio
En su visita al yacimiento, ubicado al norte del país, la ministra presentó dicho plan y encabezó la jornada de limpieza impulsada por la participación ciudadana, junto a los voluntarios del Proyecto Nacional Bicentenario y colectivos de la región, donde se recolectó más de una tonelada de residuos sólidos.
«Lamentablemente siguen botando basura en lugares que no deben, siguen poniendo en riesgo los monumentos. Venden lotes donde no deben, pero eso ya está judicializado y nosotros siempre ganamos, porque nuestro patrimonio es intangible. Vamos a hacer frente a todas las invasiones», indicó Urteaga.
Explicó que por esta razón han aprobado este plan de acción, que se suma al «Plan Maestro para la Conservación y Manejo del Complejo Arqueológico Chan Chan», y que contempla acciones que involucran a diversas entidades, como el Ministerio de Ambiente, el gobierno regional y local.
La jornada de limpieza fue organizada por la Dirección de Participación Ciudadana de la Dirección General de Defensa de Patrimonio Cultural y tuvo como finalidad mantener limpio el paisaje cultural del principal atractivo turístico de la región y sensibilizar a la comunidad en general. El Ministerio añadió en el comunicado que este lugar se había convertido en «un botadero informal por algunos malos ciudadanos y que fue necesario el uso de maquinaria pesada para poder retirar gran cantidad de basura y desmonte».