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La última resistencia de la guarnición española en Cuba por Murat Halstead, 1898

125 años

El final de la guerra hispano-estadounidense: cuando Estados Unidos intentó acabar con el Imperio español

A finales del siglo XIX los Estados Unidos quisieron tener su parte de un pastel colonial. Teniendo en cuenta la decadencia de España, vio posible conseguir una serie de colonias

«A finales de enero de 1897 fondeó en la bahía de La Habana el acorazado Maine, cuya visita, según declaró oficiosamente la diplomacia americana, era una prueba de la buena amistad y excelentes relaciones entre ambos países.

Grandes fiestas se dieron a bordo para probar aquellas buenas relaciones y la tripulación norteamericana fue objeto de grandes agasajos.

Surge en la noche del 15 de febrero un hecho insólito que puso en conmoción a toda la población habanera: el hermoso buque se hunde en las aguas de la bahía, destrozado su casco por una espantosa explosión, cuya causa no fue determinada en aquel momento y han pasado muchos años sin que oficialmente se sepa.

El Maine entrando en el puerto de La Habana el 25 de enero de 1898

Sin embargo, de aquella misteriosa voladura el comandante Mr. Seigsbee al día siguiente trasmite a su gobierno la noticia en términos tales, que la ambigüedad y la reticencia de sus palabras, dejaban ancho campo al pueblo de Norte América, para fundar las más atrevidas hipótesis.

De ahí surge el primer chispazo que lanza a la poderosa República contra España. Triunfa la felonía, reina y se enseñorea la mala fe y la guerra inevitable entre ambos países es el epílogo de aquella lamentable y extraña desgracia.

Pasan los años; el Maine se extrae de su fondo y el pueblo cubano, emancipado ya de España, comprueba que el hecho origen de la catástrofe no fue provocado por los españoles».

Este fragmento publicado pocos años después de terminar el conflicto centra el inicio de la guerra con el hundimiento del Maine. Sería muy simple reducir lo que ocurrió a un hecho así. La pérdida colonial no fue sólo consecuencia de lo ocurrido al Maine. Este conflicto se enmarca en un periodo en el que los grandes países europeos se disputaban aquellos territorios que deseaban convertir en sus colonias, ya fuera por ser importantes en materias primas; abrir nuevos mercados y absorber la sobreproducción industrial.

La Conferencia de Berlín de 1884 hizo un reparto de varios territorios africanos. En aquel reparto no intervino Estados Unidos. A finales del siglo XIX los Estados Unidos quisieron tener su parte de un pastel colonial. Teniendo en cuenta la decadencia de España, vio posible conseguir una serie de colonias.

Fijaron su área de expansión en la región del Caribe y, en menor medida, en el Pacífico, donde su influencia ya se había dejado notar en Hawái y Japón. Tanto en una zona como en otra se encontraban valiosas colonias. Estas eran Cuba y Puerto Rico en el Caribe; Filipinas, Las Carolinas, Las Marianas, Las Palaos y Guam en el Pacífico. A excepción del archipiélago filipino y Guam, el resto de islas fueron vendidas al año siguiente a Alemania por 25 millones de pesetas.

El deseo de independencia

A todo esto debemos añadir que estos países deseaban independizarse de España, porque consideraban que su evolución social y económica estaba enquistada por culpa de ser una colonia caduco Imperio.

Con anterioridad al hundimiento del Maine debemos detallar que España y Cuba ya estaban en guerra como consecuencia del levantamiento de José Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez. Este levantamiento se produjo el 29 de enero de 1895. El 19 de mayo del 1895 Martí murió como consecuencia de una emboscada. El poder quedó en manos de Maceo que llegó a constituir el primer gobierno provisional. En la guerra, la fuerza de los mambises muy bien organizados y la ayuda por parte de los Estados Unidos hicieron que el ejército español necesitara de apoyos.

Ante dicha situación, España manda a Martínez Campos de nuevo para pacificar la isla. Su política de concesiones no convenció a los cubanos y pidieron que fuera destituido por Valeriano Weyler en 1896. El objetivo de este fue reforzar el ejército e iniciar una política de concentración en lugares concretos y vigilados por guardas españolas. Estados Unidos ante tal medida reaccionó con el fin de salvaguardar los intereses de sus conciudadanos afincados en la isla.

Estados Unidos contaba con la ventaja de tener mayor dominio en la isla de Cuba en aspectos económicos y su finalidad última era la de expulsar de Cuba a los españoles. Ya en varias ocasiones los americanos negociaron para la compra de la isla, pero el gobierno español se lo rechazaba en todo momento. Estados Unidos quería intervenir de una manera u otra en aquel conflicto.

Pecio del Maine rodeado por una ataguía, el 16 de junio de 1911

La explosión del Maine en 1898 anclado cerca de la bahía de La Habana fue la excusa para que interviniera en la guerra los Estados Unidos. Acusaron a los españoles de haber provocado la explosión. Ahí se inicia la política expansionista de los Estados Unidos. El 3 de julio de 1898 España es derrotada al no contar con apoyos internacionales ni tener ningún papel dentro de la política internacional. La armada estadounidense estaba mucho mejor preparada. También las diferencias en cuanto a armamento eran abrumadoras. En diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París.

Los estadounidenses tenían el apoyo del ejército cubano, que deseaba independizarse no sólo de España, sino también de los Estados Unidos. No luchaban para cambiar de dueño, sino para ser libres. El ejército cubano estaba formado por 30.000 soldados. El ejército estadounidense con 300.000 soldados entre regulares y voluntarios. Por su parte España tenía 339.783 soldados, cuya inmensa mayoría eran quintos que no habían podido pagar salvarse. Al finalizar la guerra los cubanos contabilizaron 10.665 muertos; los estadounidenses 5.000 –de ellos 2.000 por enfermedades–; y España 60.000 –50.000 por enfermedades–.

La guerra se inició el 25 de abril y finalizó el 12 de agosto de 1898. El Tratado de París dio la victoria a los Estados Unidos. Las consecuencias de aquella guerra fueron varias. La ocupación de Filipinas por Estados Unidos y el inicio de la guerra filipino-estadounidense. La venta de colonias a Alemania, como hemos comentado. Y el fin del Imperio español en América y Asia. España dejaba de ser un país con peso internacional. Finalmente hubo dos cambios territoriales claves. Cuba y Puerto Rico pasaron a depender de los Estados Unidos.