El Himno nacional español, una marcha militar con más de 250 años de antigüedad

Siempre surge la polémica cuando se habla del origen de los símbolos de España, ya sea su bandera o su himno. Pero a nivel histórico no hay discusión posible. Para indagar en la procedencia del himno nacional español hay que trasladarse a mediados del siglo XVIII, durante el gobierno de Carlos III cuando se redactó el Libro de ordenanza de los toques militares de la infantería española, un documento que sirvió para unificar y reglamentar las melodías y tonos que utilizaba cada unidad para trasmitir órdenes o rendir honores. Entre sus páginas estaba la Marcha granadera, una tonadilla que utilizaba la infantería y que es de autor desconocido.

Fue el pueblo español el que popularizó la melodía hasta entenderla como elemento identitario de la nación

El 3 de septiembre de 1770, el Rey decidió que la Marcha granadera se convirtiese en Marcha de Honor, es decir, aquella que debían utilizar las unidades en actos públicos en los que tuviera presencia la Casa Real. Sin embargo, fue el pueblo español el que popularizó la melodía hasta entenderla como elemento identitario de la nación. Ningún Rey la había declarado por entonces himno nacional, pero popularmente se afianzó más aún como elemento de resistencia y unidad frente a la invasión napoleónica en 1808.

Tras la Revolución de 1868, el general Prim fue elegido por Serrano como jefe del gobierno. Desde su cargo, que además compaginaba con la cartera del ministerio de la Guerra, decidió que España debía oficializar su identidad nacional a través de una sinfonía que la representara. En 1870 convocó un concurso nacional para crear un himno nacional al que se presentaron más de 447 melodías diferentes. El espíritu revolucionario y liberal dio la nota entre algunas de las composiciones que se presentaron. El jurado que debía elegir el futuro himno nacional lo formaron solamente tres expertos musicólogos y compositores: Francisco Asenjo Barbieri, Baltasar Saldoni y Pascual Juan Emilio Arrieta. La elección de un máximo de tres melodías se convirtió en tarea imposible para los tres músicos, que declararon desierto el concurso.

No fue hasta la aprobación de la Constitución española de 1978 cuando se reguló el uso de himno nacional, el escudo y la bandera en diversas leyes

Entendieron que ya existía un himno nacional que el pueblo llevaba escuchando desde hace casi 100 años. Así, la Marcha Real (antes conocida como Marcha granadera) siguió siendo el himno nacional de una España convulsa y llena de cambios políticos. A principios del siglo XX, una Real Circular de Alfonso XII disponía que el maestro Bartolomé Pérez Casas, Músico Mayor del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos, adaptara la Marcha real española a los nuevos tiempos, y así se mantiene hasta hoy. Como curiosidad, a pesar de su popularidad, durante el Trienio Liberal (1820 – 1823) y la Segunda República (1931 – 1939) se utilizó como sinfonía nacional el Himno de Riego, que sí tenía letra.

Tras la finalización de la Guerra Civil, se recuperó la Marcha granadera con un decreto del 17 de julio de 1942. Pero no fue hasta la aprobación de la Constitución española de 1978 cuando se reguló el uso de himno nacional, el escudo y la bandera en diversas leyes. Como todo en la vida está regulado por ley, también le sucedió al himno nacional a través de un Real Decreto de 1997, en el que se estipulan los compases musicales y cuando se puede tocar el himno nacional, la duración y todos los detalles musicales relacionados con la composición.