50 años
La muerte de Salvador Allende, ¿suicidio o asesinato?
A lo largo de los años ha existido una controversia con respecto a su muerte. Lo cierto es que, en el momento de entrar en el Palacio de la Moneda, hallaron el cadáver de Allende
El 11 de septiembre de 1924 se creó una Junta de gobierno y se puso fin al periodo conocido como «Parlamentarismo» y es apartado del poder el presidente Arturo Alessandri Palma. En esa misma fecha, pero en 1973, se perpetró un golpe de Estado organizado por Augusto Pinochet, Gustavo Leigh, José Toribio Merino y César Mendoza, derrocando el Gobierno socialista de Salvador Allende, dando paso a una dictadura militar.
Salvador Guillermo Allende Gossens había nacido en Santiago de Chile el 26 de junio de 1908. Estudió Medicina. Ya en la universidad empezó a interesarse por la política. Entre 1939 a 1942, durante el gobierno de Pedro Aguirre Cerda fue diputado y ministro de Salubridad. De 1945 a 1970 estuvo en el Senado, siendo presidente de esa cámara de 1966 a 1969. Se presentó cuatro veces a la presidencia de la República –1952, 1958, 1964 y 1970– consiguiendo la presidencia en el último intento. Proclamado presidente el 3 de noviembre de 1970, fue el primer presidente marxista en acceder al poder, mediante unas elecciones, del mundo. Su Gobierno se vio intervenido, en varias ocasiones, por los Estados Unidos y la CIA, como consecuencia de la Guerra Fría y para lograr un cambio de régimen.
Fue el primer presidente marxista en acceder al poder, mediante unas elecciones, del mundo
A lo largo de los años ha existido una controversia con respecto a su muerte. Lo cierto es que, en el momento de entrar en el Palacio de la Moneda, hallaron el cadáver de Allende. Supuestamente se había suicidado, aunque había dudas como veremos posteriormente.
Aquel 11 de septiembre de 1973, a las 17:30 horas, llegó el cadáver de Allende al Hospital Militar. En la sala donde depositaron el cadáver se presentaron los cuatro jefes de Sanidad de las Fuerzas Armadas. José Rodríguez Véliz, Miguel Versin Castellón, Mario Bórquez y Luis Veloso tuvieron que ratificar que el cadáver era el de Allende. Por otra parte, en el Palacio de la Moneda, se reconstruían los hechos del presunto suicidio. El informe lo firmaron Luis Raúl Cavada Ebel, Jorge Quiroga Mardones, Carlos Davidson y Jorge Almazabal. El informe tardó muchos años en ver la luz…
«Al lado izquierdo del cadáver y sobre el sofá se encontraba un cargador de arma automática sin munición y un casco con las iniciales 'J.M.F.' en una de las cintas interiores de suspensión. Próximo al cargador y sobre el sofá, hay una porción de masa encefálica. Otra porción se encuentra sobre una alfombra próxima al sofá y pequeños restos de la misma materia dispersos en diferentes lugares del salón. El gobelino colocado en el muro detrás del sofá, presenta dos orificios correspondientes a perforaciones por paso de proyectiles que finalmente inciden en el muro [...] Estimamos que la posición más probable que pudo haber para el cuerpo y el arma en el momento del disparo, ha podido ser una semejante a la que, en forma esquemática está representada gráficamente en el croquis N.º 14.256, en el cual la persona está sentada en el sofá, con cierta inclinación hacia delante, sosteniendo el extremo superior del cañón con la mano izquierda, la boca del arma casi en contacto con el mentón y accionando el disparador con la mano derecha. Es posible, en consideración a los dos impactos de la pared y la apreciación superficial de la herida de entrada, que haya existido una sucesión rápida de dos disparos…
3.1. La muerte del señor Salvador Allende Gossens, se produjo como consecuencia de una herida de bala que tiene su entrada en la región mentoniana y su salida en la región parietal izquierda…
3.2. El hecho tiene las características de un suicidio. En consecuencia, se descarta la posibilidad de homicidio».
Lo mismo ocurrió con la autopsia, realizada por Tomás Tobar Pinochet, José Luis Vásquez, que fue secreto de Estado durante 27 años:
«Cadáver de sexo masculino se presenta vestido con ropas en relativo orden, estando el abrigo sobrepuesto, el que presenta manchas de sangre e impregnación de sustancia cerebral atraicionada en su delantero derecho, manga de este lado y en su parte interna posterior. También se observa las mismas manchas, en forma de salpicaduras, en el lado izquierdo del cuello... Las ropas interiores también se presentan profusamente impregnadas de sangre... Los pulpejos de los dedos de ambas manos se presentan impregnados de tinta morada de tampón para tomar las impresiones digitales.
La causa de la muerte es la herida a bala cérvico-buco-cráneo-encefálica reciente, con salida de proyectil... El disparo corresponde a los llamados de corta distancia en medicina legal... El disparo ha podido ser hecho por la propia persona».
Sospechas de un asesinato
A pesar del misterio que se quiso dar a la muerte de Allende, escondiendo informes, hubo una declaración oficial. Esta aseguraba que Allende se había suicidado con un rifle de asalto AKMS, regalo de Fidel Castro y que, en la culata tenía una placa que decía «A Salvador Allende, de su compañero de armas, Fidel Castro».
Pocos días después Fidel Castro declaró en un discurso que Allende había sido asesinado al entrar los golpistas en el Palacio de la Moneda. No fue hasta 2002 cuando, sin retractarse de aquellas palabras, comentó que aceptaba la posibilidad del suicidio.
En 2011 el periodista chileno Camilo Taufic publicó la hipótesis que Allende sufriera lo que denominó «suicidio asistido». La teoría presuponía que Allende utilizó una pistola que guardaba en su escritorio. No apuntó bien y se habría disparado bajo el ojo derecho, quedando malherido. Enrique huerta, que formaba parte del Grupo de Amigos del Presidente, lo remató disparándole en el cráneo con su fusil. Así cumplió su promesa de no dejarlo vivo ante los golpistas. Parece ser que el general Javier Palacios convenció a los médicos para que no informaran de la asistencia que recibió Allende al suicidarse.
En 2014 la Corte Suprema de Chile cerró definitivamente la investigación sobre la muerte de Allende. Dictaminó que se suicidó y no hubo participación de terceros. Isabel Allende, hija del presidente, declaró que la familia estaba contenta de que el Poder Judicial reafirmara lo que de alguna manera se sabía, paro ahora científicamente.