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La caravana de Marco Polo

La caravana de Marco Polo

El viaje de Marco Polo a China que cautivó a la Europa medieval

El emperador mogol Kublai Khan tenía tanta estima al aventurero que le prohibió marcharse de su corte, en la que permaneció 17 años ocupando cargos relevantes

«Y no os conté ni la mitad de lo que vi», escribió Marco Polo tras su regreso a Europa. El veneciano había pasado más de dos décadas viajando por diferentes lugares de Asia, y dejó testimonio de ello en su Libro de las Maravillas, en el que narra su viaje, las costumbres, las religiones, la geografía, productos y alimentos, comercios, las bondades y peligros de un territorio desconocido por entonces para la Europa cristiana medieval. Trabajó para Kublai Khan, líder del imperio mogol y gobernante de la inmensa China, nieto del famoso Gengis. Pero el viaje que realizó el explorador veneciano jamás podría haber existido de no ser por su padre, Niccolò, y su tío Maffeo.

Miniatura del libro 'Il milione', en el que Marco Polo narró sus aventuras

Miniatura del libro 'Il milione', en el que Marco Polo narró sus aventuras

Los dos hermanos ya habían iniciado un viaje en 1250 para expandir sus negocios a través de la Ruta de la Seda. Viajaron a Constantinopla y después se adentraron hacia los territorios de Asia central donde comerciaron con un señor llamado Barca. Pero una guerra inesperada con los tártaros les cortó el camino de regreso y se vieron obligados a continuar su aventura hacia los dominios del Gran Khan acompañados de un emisario.

Según se narra en Las maravillas de Marco Polo, era la primera vez que Kublai Kan veía «latinos», europeos, y se reunió con ellos para que le contaran las últimas noticias de los reinos cristianos de occidente. El mogol quedó tan sorprendido que pidió a los Polo que regresaran a Europa junto a un hombre de su confianza para pedirle al Santo Pontífice de Roma que le enviase unos «100 sabios de la cristiandad que supieran las siete artes, discutir a los idólatras y que supieran probar por razonamientos que la ley cristiana es mejor que la de ellos». Por si fuera poco, les pidió que le trajeran de vuelta aceite de la lámpara del sepulcro de Jerusalén.

Mosaico que representa a Marco Polo en Villa Hanbury, en Ventimiglia, Italia

Mosaico que representa a Marco Polo en Villa Hanbury, en Ventimiglia, Italia

En su regreso a Europa, ambos se detuvieron en la ciudad de San Juan de Acre (actual Acre, en Israel), antes de poner rumbo a Roma para entregar el mensaje. Sin embargo, gracias al legado papal en Acre supieron que el Papa había muerto y que, por lo tanto, debían esperar a la elección. Mientras, con permiso del legado marcharon de nuevo a la corte mongola para contarle al Khan la muerte del Papa, pero a pocas se semanas de su partida recibieron la noticia de que Gregorio de Plasencia había sido elegido y debían volver para verlo.

Todos los viajes de Marco Polo

Aprovechando esa visita, Nicolás recogió a su hijo Marco en Venecia y los tres se dirigieron de nuevo a China para terminar con la misión que habían dejado a medias y dar al Khan nuevas noticias y mensajes de Gregorio X. En 1271, el joven Marco, de unos 17 años, emprendió el que sería el viaje de su vida junto a su tío y su padre. Desde Venecia viajaron hacia el este navegando el Adriático hasta llegar a la ciudad de Acre, después fueron a Trebisonda (actual Trabzon, en Turquía) y siguieron por la península de Anatolia (Asia menor) hasta Armenia, donde estaba Laias, una ciudad costera a la que «todos los mercaderes de Venecia y Génova vienen a adquirir sus mercancías».

Marco Polo observó las primeras maravillas, como el monte Ararat, donde «se encuentra el arca de Noé», y sus gentes fueron muy hospitalarias con los tres viajeros. Poco después pasaron por el desierto de Karakum, que se extiende por la actual Turkmenistán, atravesaron las inmensas montañas de Pamir para llegar finalmente a China. Recorrieron varias ciudades hasta que tres años después de su partida llegaron a su destino: la provincia de Xanadú, donde se encontraba la corte del emperador mogol.

Los Polo fueron recibidos por Kublai Khan con todos los honores. El joven Marco narró de esta manera su primer encuentro con el gran Khan: «Señor –dijo micer Nicolás–, es mi hijo y esclavo vuestro». El Gran Khan le dio la bienvenida y desde aquel momento Marco Polo se ganó su confianza y trabajó en la corte mongola durante 17 años. Fue gobernador de la ciudad de Yangzhou durante algunos años, aunque su principal cometido fue el de consejero y embajador viajando por gran parte de los territorios del imperio que hoy corresponden a Tailandia, Sri Lanka, Sumatra, India, Tíbet, Java o Japón.

Mapa del viaje de Marco Polo y su regreso a Venecia

Mapa del viaje de Marco Polo y su regreso a Venecia

23 años después, en 1295, Marco Polo decidió regresar a su Venecia natal. Esta vez haría gran parte del recorrido navegando la costa de la India. Llegó a la Serenissima en mal momento, porque la ciudad estaba inmersa en una lucha contra Génova por la hegemonía comercial. El aventurero participó al mando de una galera en la batalla naval de Curzola, pero fue derrotado por los genoveses que lo hicieron prisionero.

En la prisión de Malapaga de Génova conoció al escritor Rustichello de Pisa, quien pondría por escrito Las maravillas que Marco le contó. Aunque parece que muchas de las historias que cuentan son más fantasía que realidad, lo que es seguro es que Marco Polo cautivó a los europeos con sus relatos y fue de los primeros viajeros en recorrer lugares tan fantásticos como reales del oriente.

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