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Busto del emperador Trajano

Historia

Cinco curiosidades sobre el emperador Trajano, el mejor príncipe romano

Trajano invadió y ocupó Babilonia durante su campaña contra Partia en el 114 d.C., y anexionó temporalmente las regiones de Armenia, Asiria y Mesopotamia

Marco Ulpio Trajano consiguió ganarse el favor de los cónsules, pero también del pueblo romano. Un excelente militar y un gran gobernante que mejoró el Imperio con infraestructuras y cambios administrativos a lo largo de varias provincias romanas. Ostentó el poder entre los años 98 y 117 d.C., hasta que falleció de apoplejía durante un viaje a Roma, dejando como sucesor a su primo Adriano, también hispano. Su legado perdura hasta nuestros días a través de sus esculturas, su inmenso foro y la majestuosa columna donde narró sus victorias. Aunque ya se ha dado alguna pista, hay cinco datos que convierten a Trajano en el mejor príncipe del Imperio romano:

El primer emperador hispano

Era sevillano, bueno, mejor dicho, nació en la ciudad romana de Itálica, actual Santiponce, provincia de Sevilla. Su familia ocupaba una posición importante en la ciudad, el padre pasó por varios puestos en las magistraturas romanas e, incluso, llegó a ser cónsul y legado del emperador. El joven Trajano mostró grandes destrezas como militar y acompañó a su padre a Siria y en diferentes campañas militares que le sirvieron para ganar reconocimiento entre los cónsules, hasta que consiguió ser el primer romano de origen hispano en conseguir la púrpura.

Fue hijo adoptivo de Nerva

La familia se mudó a Roma en torno al año 53 d.C., Poco después serían testigos de la crisis política que provocó el asesinato del odiado Nerón, que favoreció a los Trajano al posicionarse en favor del que sería elegido próximo emperador del Imperio: Vespasiano, fundador de la dinastía Flavia.

Mientras empezaba la construcción del magnífico anfiteatro Flavio, más conocido como Coliseo, Trajano empezó su carrera militar como tribuno, jefe de una legión. Aunque pronto sería destinado a Hispania y a la Germania Superior, donde ocupó varios puestos relevantes como el de cuestor y pretor bajo el gobierno de Domiciano, hijo menor de Vespasiano.

Roma convivía por entonces con las intrigas que acabaron constándole la vida al emperador Domiciano. La púrpura la ocupó Nerva, que adoptó a Trajano en el 97 d.C., como hijo suyo para que fuese su heredero. Era una costumbre habitual que permitían la perpetuación de la dinastía en caso de muerte. El emperador eligió a Trajano debido a su éxito como militar y el apoyo popular que tenía entre los magistrados y cónsules romanos, muchos de ellos de origen hispano. Nerva falleció un año después y Trajano se convirtió en emperador del Imperio.

Consiguió la mayor expansión del Imperio de su historia

Al visitar Roma, una parada imprescindible es el foro de Trajano, donde hay una columna de casi cuarenta metros de alto. Los bajorrelieves que la rodean no son decorativos, es un documento histórico donde se representan las victorias militares de Trajano. Entre ellas aparecen batallas de legiones romanas contra unos bárbaros (entendido como pueblos que habitaban más allá de los limes del Imperio).

Esta imagen conmemora la victoria de Trajano frente a los dacios, un pueblo de la Dacia, una región situada en la actual Transilvania. En el año 101 d.C., las legiones del emperador iniciaron una invasión sobre el territorio gobernado por el líder local Decebalo, que llevaba varios años realizando incursiones al otro lado del Danubio. Con su victoria en la Dacia ganó gran popularidad y consiguió anexionarla al Imperio como una nueva provincia. Se celebraron 123 días de fiesta en su honor, y en Roma construyeron monumentos que recordarían esa gesta para la eternidad. En el 107 d.C, consiguió anexionar el reino nabateo situado al sureste de Palestina, aumentando todavía más los límites orientales.

«Optimus princeps», ¿era Trajano un príncipe perfecto?

Tras su regreso de las campañas militares en la Dacia, los senadores le otorgaron el título Dácico, como muestra de respeto y fidelidad. Trajano también fue el primer emperador en ostentar el título de Optimus Princeps a partir de 114 d.C. Por sus victorias militares, pero también por su política económica y provincial que le convirtieron en el príncipe perfecto para el pueblo romano. Mejoró las infraestructuras provinciales, la administración y durante su gobierno el Imperio vivió un periodo de prosperidad en todos los sentidos.

Las cenizas de una leyenda

Trajano falleció en agosto de 117 d.C., a los 64 años, convertido en un héroe del Imperio. A los emperadores que le sucedieron los senadores solían desearles que fueran sis felicior Augusto, melior Traiano, es decir, «más afortunados que Augusto y mejores que Trajano», si podían durante su mandato. La popularidad de Trajano era tal que incluso cuando murió sus cenizas se depositaron en la base de la columna triunfal del foro, y se prohibieron los enterramientos dentro de la ciudad eterna.