Fundado en 1910

Visita del Rey Alfonso XIII a la Escuela Indígena en Melilla. En la foto se encuentra Ben Mizzian y su padre

Dinastías y poder

Ben Mizzian, el general marroquí que salvó la vida a Franco

Son muchas las historias que se cuentan de este singular militar, amigo de Franco, que tomó parte en episodios de la Guerra Civil como la batalla de Madrid o el Alcázar de Toledo

¿Un general moro en las filas del Ejército franquista? Puede parecer sorprendente, pero en la España del régimen llegó a ser capitán general de Galicia y de Canarias. Personaje curioso, controvertido y de gustos excéntricos, aceptó el encargo de Mohamed V de organizar el nuevo ejército marroquí, cuando este país consiguió la independencia en 1956. Padre de seis chicas, se le acusó de participar en el secuestro de la pequeña por haberse casado con un capitán cristiano. La mayor, médico de profesión, es hoy una de las principales fortunas de Marruecos y promotora de diversas fundaciones benéficas. Otra estuvo casada con uno de los militares que atentó contra el rey Hassan II en 1971.

Salvó la vida a Franco

Son muchas las historias que se cuentan de este singular militar, amigo de Franco, que tomó parte en episodios de la Guerra Civil como la batalla de Madrid o el Alcázar de Toledo. Había nacido cerca de Nador en 1897, como hijo de un caíd proclive a la presencia española en el protectorado y jefe de la cabila de Mazuza. Cuentan que estudiaba en la Escuela Indígena de Melilla y que llegó a ser alumno de Abd el-Krim cuando éste aún era maestro y antes de que se inclinase por el independentismo rifeño para liderar revueltas.

Pero el joven era muy listo y aplicado por lo que el propio Alfonso XIII, decidió apadrinar su ingreso en la Academia de Infantería Toledo. Era el año 1913 y resultó tan sorprendente la presencia de un musulmán entre los cadetes que fue noticia en el diario dinástico ABC (9 julio 1913), El Universo (9 julio 1913) y el semanario La Unión Ilustrada (24 agosto 1913). Tenía dieciséis años y se licenciaría brillantemente con el grado de alférez antes de tomar destino, de nuevo en Marruecos para entrar en combate y ascender a capitán.

Fue suyo el tiro que salvó la vida del entonces teniente coronel, Francisco Franco en la zona del Mitral durante una dura escaramuza contra los rifeños y por ello, quizá, luego le apreció tanto. Ben Mizzian resultó herido durante la campaña de Melilla de 1921 (Annual) y ascendido por méritos de guerra a capitán y comandante.

Mohamed Ben Mizzian, participó en la Guerra Civil en el bando nacional. Al frente de una compañía de Regulares rompió el sitio del Alcázar de Toledo a finales de septiembre de 1936. También estuvo en la batalla del Ebro y la campaña de Cataluña. Una vez terminado el conflicto fue nombrado comandante general de Ceuta, en respuesta a los servicios que había prestado a la causa. Era, en palabras de Salgado-Araujo, «un buen musulmán, religioso y recto». En 1953 asciende a teniente general, lo que le llevó a ocupar la Capitanía General de Galicia, con base en La Coruña, cargo que, según tradición y costumbre, debía presidir la ofrenda del día del Apóstol, «Santiago Matamoros».

Mizzian (dcha.) junto al teniente coronel Temprano

Son muchas las historias que se cuentan al respecto, aunque lo cierto es que las cabezas cercenadas bajo la imagen del santo nunca llegaron a cubrirse. De ahí pasó a Canarias, aunque terminó aceptando el puesto que le ofreció el rey Mohammed V de Marruecos para organizar su renovado ejército tras conseguir la plena independencia: inspector de las Fuerzas Armadas Reales. Aquello, decían algunos, debía acarrear la suspensión de la paga que recibía como oficial del Ejército español, aunque parece que la mediación del propio Franco jugó a su favor. Ben Mizzian llegó a ser ministro de Defensa y de Estado, aunque no dejó de protagonizar rarezas y extravagancias. Empezando por las de su propia familia.

Ben Mizzian estaba casado desde 1925 con Fadela Amor, con quien tuvo un varón y seis hijas que después de tantos años en España, preferían occidentalizarse. Se cuenta que una de ellas se unió en 1957 a un sobrino del ministro católico de Exteriores, Martín Artajo, lo que no debió de resultar del agrado del teniente general. En una visita a Tetuán, dio orden de retener a la joven y nunca se reencontraron. Le tenía concertado un matrimonio con otro poderoso varón. El asuntó llegó a oídos del propio Franco que se negó a participar en injerencias extranjeras que nada tenían que ver con la Patria, dijo. Tuvo también un hijo, Mustafá, llamado un día a continuar tan pintoresca dinastía masculina y que ingresó en la Academia de Artillería de Segovia, pero falleció intoxicado por la mala combustión de un brasero.

Mohammed Ben Mizzian murió en el Hospital Militar del Aire en Madrid, el 1 de mayo de 1975. Fue el único marroquí que llegó a general en el Ejército del régimen.