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Llegada a Manila el 13 de mayo de 1926Biblioteca Virtual de Defensa

Cuando Elcano regresó a Filipinas, pero esta vez por aire

La Patrulla o Escuadrilla Elcano realizaría otra de las grandes gestas de la aviación española al conectar Madrid con Manila (más de 17.000 kilómetros) en 17 etapas de vuelo a lo largo de 38 días

España se ha caracterizado siempre (o casi siempre) por un espíritu aventurero que empuja a realizar heroicas gestas de carácter expedicionario. Si en siglos anteriores conquistamos los mares, durante las primeras décadas del siglo XX habría una obsesión por el aire. Apenas 20 años después de que los hermanos Wright hiciesen el primer vuelo controlado de un avión con motor, y tras una guerra en la que la aviación dio pasos de gigante, la paz trajo los denominados grandes «raids» internacionales.

Tras el gran éxito del Plus Ultra, el hidroavión que realizó el primer vuelo entre España y Argentina batiendo el récord del mundo de distancia recorrida por escalas –en total realizaron 10.135 kilómetros en siete etapas–, la Patrulla o Escuadrilla Elcano realizaría otra de las grandes gestas de la aviación española al conectar Madrid con Manila (más de 17.000 kilómetros) en 17 etapas de vuelo a lo largo de 38 días.

Mientras que la tripulación del Plus Ultra regresaba gloriosa, el mismo 5 de abril de 1926 partían de la base aérea de Cuatro Vientos tres modelos Breguet XIX biplaza bautizados con los nombres de los grandes descubridores de Filipinas: Magallanes, López de Legazpi y Elcano, que juntos protagonizaron otro viaje inolvidable en la historia de la aviación española. Al mando estarían Eduardo González-Gallarza, Joaquín Loriga y Rafael Martínez Estévez, que en 1924 presentaron al director de la Aeronáutica, el general Soriano, la propuesta de realizar un viaje que marcaría un antes y un después en el prestigio militar español, porque España demostraría a otros países «el grado de perfeccionamiento de su técnica aeronáutica y el entrenamiento de sus navegantes».

Los capitanes Estévez, Lóriga y Gallarza a su llegada a El Cairo en el vuelo Madrid-ManilaBiblioteca Virtual de Defensa

Conscientes de que la llegada de la tripulación del Plus Ultra al puerto de Huelva iba a restar protagonismo al inicio de su viaje, el propio Gallarza envió un telegrama al comandante Ramón Franco, su homólogo en la triunfante expedición, en el que le decía: «Con vuestro triunfo habéis señalado la ruta gloriosa de la aviación española y solo aspiramos a imitaros». Las fechas del «raid» habían sido estudiadas cuidadosamente: había que tener en cuenta las condiciones meteorológicas. Por ello no podía ser ni antes del 25 de marzo ni después del 15 de abril, para evitar los fuertes calores de Mesopotamia y la India, pues eso afectaría gravemente a los motores. También querían evitar la aparición de los tifones en el sudeste asiático.

La elección de Filipinas se debe al pasado histórico conjunto: el archipiélago asiático fue la última provincia española en el Pacífico y, además, muchos españoles seguían viviendo allí. La expedición, con un presupuesto de 85.000 pesetas, en un principio iba a estar dividido en un mínimo de 19 etapas, pero finalmente se realizó en 17: Argel, Trípoli, Bengasi, El Cairo, Bagdad, Buchir, Bender-Abbas, Krachi, Agra, Calcuta, Rangún, Bangkok, Saigón, Hanoi, Macao, Aparri y Manila, donde llegarían el 13 de mayo de 1926. La travesía terminaba con 17.050 kilómetros recorridos, alrededor de 111 horas y 50 minutos de vuelo, a una velocidad media de 153 kilómetros por hora.

Durante el trayecto hubo varios contratiempos. Entre El Cairo y Bagdad, uno de los aviones tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en el desierto y abandonar el raid. Algo parecido sucedió en la zona asiática, cuando otro de los biplaza se vio obligado a parar y sus tripulantes cayeron en manos de los piratas. El único Breguet XIX que quedaba era Elcano en el que Loriga y Gallarza lograron emprender la última etapa juntos. Tras 38 días del despegue, ambos aviadores españoles llegaban a la capital filipina escoltados por 12 aeroplanos del Ejército estadounidense, coronándose con el título de héroes del aire.