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Dalmau recuera la figura del San Ildefonso para explicar la construcción naval del siglo XVIII españolMuseo Naval

El Museo Naval expone un cuadro sobre el navío San Ildefonso pintado por Ferrer Dalmau

Estará expuesto durante un mes en el Patio de Modelos de Arsenal del Museo Naval de Madrid, después será trasladado de forma permanente al Museo Naval de Cartagena

La historia también se puede conocer a través del arte. El pasado martes, se presentó en el Museo Naval de Madrid una pintura del San Ildefonso, un navío de la Armada española del siglo XVIII. El lienzo titulado Preparación de la botadura del navío San Ildefonso, es un encargo que le hizo el Instituto de Historia y Cultura Naval de la Armada al pintor Augusto Ferrer Dalmau, como parte de las celebraciones del 250 aniversario del Cuerpo de Ingenieros de la Armada. La pintura sirve para descubrir la relevancia de la construcción naval en la época de Carlos III.

El cuadro no representa una batalla naval, sino la construcción de este buque en el Arsenal de Cartagena en enero de 1785. La escena está llena de detalles, el edificio que se observa a la izquierda sigue estando actualmente en ese lugar próximo al muelle, y en primer plano se almacenan los maderos frente al dique donde se levanta el San Idelfonso, al que le falta la arboladura, el velamen para navegar.

Otro elemente histórico es el grupo de oficiales que aparecen en primer plano, de espaldas frente a la mesa de planos encontramos a Romero y Fernández de Landa, primer ingeniero naval y segundo director de cuerpo de ingenieros responsable del diseño del San Ildefonso y otros navíos. Este viaje al pasado a través del arte parte de un trabajo de investigación que siempre hace Ferrer Dalmau cuando aborda pinturas históricas, en este caso se documentó sobre las técnicas de construcción, los planos del navío, el arsenal, y otros elementos del periodo.

Los «Ildelfonsinos»

El San Ildefonso fue botado el 22 de enero de 1785, y desde el principio superó con creces las pruebas de navegación, gracias a su diseño y a que no se forró el casco de cobre, como solía hacerse. Desde su construcción, el navío sirvió de prototipo para otros siete construidos en los astilleros de Cartagena, Ferrol y La Habana a los que se dio el apodo de «Ildelfonsinos». El navío estuvo destinado en la Escuadra del Mediterráneo que debía hacer frente a los franceses en las costas italianas y españolas.

Participó en la toma de varias islas próximas a Cerdeña y patrulló las costas de Génova y el sur de Francia. Incluso llegó a ser el buque insignia del almirante Federico Gravina, capitán general de la Real Armada. Diseñado para realizar rutas transoceánicas, estuvo destinado un par de años en la Escuadra del Océano donde se utilizó para el transporte de tropas y mercancías entre América y la península. En 1799, en uno de esos viajes, trajo como pasajero al subteniente Simón Bolívar.

Poco tiempo después participó en la batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805. Durante el combate naval hundió, con sus 47 cañones, varios barcos ingleses antes de ser abordado, capturado y remolcado a Gibraltar por el enemigo. Como curiosidad, la enorme bandera del navío español, de 14,5 metros de largo por 10 de ancho, presidió el entierro de Nelson en Londres, y en la actualidad se conserva en el Museo Marítimo Nacional de Greenwich. Finalizada la contienda, el San Ildefonso pasó a servir en la Royal Navy con el nombre de HMS Ildefonso, hasta 1816 cuando lo desguazaron.