Una artista recrea el 'Guernica' de Picasso para denunciar la matanza republicana en Cabra
La población de Córdoba se convirtió en un infierno cuando la fuerza aérea republicana lanzó seis toneladas de bombas
Maryla Dabrowska, una pintora alicantina de origen polaco escuchó decir a Cesar Vidal en la radio que «el 7 de noviembre de 1938 tras aviones republicanos bombardearon el mercado central de Cabra (Córdoba), pero nadie lo pintó». Aquellas palabras se quedaron grabadas en la artista hasta el punto de realizar una obra que llamase a la «reconciliación y a la paz», expresó Dabrowska.
«Desde ese momento fue un reto para mí como artista plástica. Todos los bocetos apuntaban a crear una obra del mismo tamaño que el 'Guernica' de Picasso (8x3'50), con las mismas formas, colores y composición. Todas las víctimas son iguales en una guerra», detalló la artista de origen polaco en un artículo publicado en El Desierto.
El bombardeo de Cabra
Aquel 7 de noviembre, este pueblo, que ni era objetivo militar ni industrial y se encontraba lejos de la línea de fuego, amanece con 73 muertos en el acto. El bombardeo fue una maniobra de distracción de las fuerzas republicanas que aprovecharon la concentración de efectivos de las tropas franquistas que había en la batalla del Ebro, según el historiador Antonio Arrabal, autor de El Bombardeo de Cabra. El Guernica de la Subbética. El alto mando del Ejército Popular sabía que ya estaba perdida y por ello perpetró un ataque militarmente absurdo, inútil y que acabaría con la vida de 109 personas, civiles ajenos al conflicto.
Sin embargo, no fue una acción al azar: semanas antes los aviones ya habían sobrevolado Cabra para estudiar e inspeccionar la zona y trazar las rutas por las que tendrían que actuar. Hacia las 7:30 de la mañana de aquel desafortunado día, el pueblo de Cabra se había levantado sin sospechar lo que iba a acontecer. Tres aviones republicanos modelo soviético Tupolev SB-2, más conocidos como «Katiuskas», unos aparatos bombarderos que empezaron a fabricarse en 1936 y que se dieron a conocer por ligereza y rapidez, especializados en bombardeos estratégicos sobre la retaguardia enemiga.
En escasos cinco minutos, descargaron seis toneladas de bombas, la mayor de estas cayó exactamente en el mercado de abastos, en día de mercado semanal, cuando había allí numerosos mercaderes y población no solo de Cabra, sino de toda la comarca. Las bombas también alcanzaron la Plaza Vieja donde esperaban los jornaleros a ser contratados para trabajar en el campo, el barrio de la Villa que era uno de los más humildes de Cabra.
Pronto se organizaría rápidamente la ayuda; llevaron los heridos al hospital de San Juan de Dios para ser atendidos, pero a pesar de los esfuerzo, murieron 109 personas con más de 200 personas heridas. Todos civiles.
Cabra ya tiene su 'Guernica'
Después de tres años trabajando en aquel ambicioso proyecto, Dabrowska terminó su obra maestra. Y en 2015, con motivo del 77 aniversario del bombardeo, la artista alicantina presentó en el teatro El Jardinito, un acto al que también acudió el profesor Arrabal como experto en este episodio de la historia negra de España.
El caballo que representó Picasso es sustituido por una cabra. Elementos como la piedad a una madre protegiendo a sus hijos, el triángulo –que en el cuadro del pintor malagueño representa la luz– son el «ojo de Dios que se alarga con un brazo en señal de reconciliación», afirma la artista en el artículo.
En el lienzo de Dabrowska, el punto central es la cruz, «símbolo de que todos los hombres son iguales». Por otro lado, esta cruz «nace de unas raíces de olivo», detalle que la artista utiliza por ser el símbolo universal de la paz. A la derecha del cuadro representa el dolor de una familia y al lado un brazo con un rosario como alegoría a la persecución religiosa.
Si seguimos comparando los dos cuadros, veremos que el soldado del Guernica de Picasso está en otra posición caído también y con una manzana en la mano. «Sería hermoso ver en los libros de texto la fotografía de los dos Guernicas, cuando se estudia la guerra civil española», comenta.
A su parecer «un artista debe intentar cambiar el mundo, pintar lo hermoso». Algo que ha intentado reflejar representando los horrores del ataque republicano «para que nunca se vuelva a repetir los dos 'Guernicas'», sentencia.
Propaganda en la guerra
No había en la ciudad de Cabra objetivo militar alguno que sirviera de pretexto para el ataque de civiles que se produjo. Entre los muertos se hallaban también mujeres y niños. La magnitud de esta masacre fue recogida en el Noticiario Documental (NO-DO) para utilizarse con fines propagandísticos donde se pudieron ver imágenes de la población yendo y viniendo a los hospitales, así como el amontonamiento de los cadáveres que fueron trasladados en carretillas, queriendo contrarrestar la similar propaganda de la II República de los ataques de los bombarderos nacionales.
Solo se hicieron algunas referencias en la prensa española y en algunas publicaciones afines del extranjero. Este bombardeo no tuvo la misma repercusión mediática, por lo que fue cayendo en el olvido consiguiendo que ni la opinión internacional pública ni la española de aquel tiempo se hiciesen eco de esta masacre en contraposición de los numerosos libros, documentales, películas y obras de arte que se hicieron en memoria (o propaganda) del ataque que sufrió Guernica en la primavera de 1937.