«El rostro femenino de la Corona es importante para comprender la monarquía española»

Arranca el Congreso Internacional Poder en Femenino: reinas, regentes y gobernadoras organizado por la Cátedra de la Casa de Austria del Instituto CEU de Estudios Históricos en colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria y el Real Casino de Madrid. Durante su inauguración, tanto el presidente del Real Casino de Madrid, Alfredo Alvar, que acoge la celebración de estas jornadas, como el vicerrector de la Francisco de Vitoria, Alberto López Rosado, han destacado lo propicio de esta serie de conferencias pues «el futuro de la monarquía española se va a escribir en femenino».

En su intervención, la directora del congreso, la profesora Consuelo Martínez-Sicluna y Sepúlveda, ha destacado que esta «mirada al pasado» es «para poder encarar el presente de otra manera». Por ello, los días 15, 16 y 17 de noviembre se tratará de «visualizar cómo la mujer ejerció el poder desde diferentes puestos: como Reinas, regentes y gobernadoras a lo largo de los siglos XVI y XVII», explica en conversación con El Debate la también directora de la Cátedra Casa de Austria.

La conferencia inaugural titulada Poder femenino en la monarquía española de la Edad Moderna a cargo de la profesora e historiadora María Ángeles Pérez Samper de la Universidad de Barcelona, quien ha destacado que «el rostro femenino de la corona es un tema de gran interés para comprender la monarquía española y entender la institución de la Corona».

Durante su conferencia ha destacado la figura de las «reinas propietarias», es decir, aquellas que reinaron por sí mismas, por derecho propio. En la Edad Moderna solo hubo dos: Isabel la Católica y su hija, Juana I de Castilla. «Isabel la Católica defendió sus derechos», subraya la profesora Pérez Samper. Primero en las capitulaciones de Cervera; más tarde, momentos después de la boda en el que «no solo fue la unión de dos personas, sino la unión de dos coronas», prosigue. Después llegaría su proclamación como Reina, nada más morir Enrique IV y por último con la Concordia de Segovia por la que «nace un nuevo concepto de monarquía y en el que Isabel asume el poderío real, la 'señoría mayor de la justicia'», concluye en este aspecto Pérez Samper.

En esta primera ponencia también se destacó el papel de las reinas consortes, ya fuese como madres del futuro Rey o como esposas del Rey. Acentúo la actitud de algunas soberanas como Isabel de Portugal, Isabel Clara Eugenia o Isabel de Farnesio, mujeres que «ejercieron el poder como un deber». Todas ellas, asumieron el papel de «mediador», «encarnaron el rostro amable de la corona».

«Isabel la Católica configura la monarquía española»

Durante las tres jornadas que durará este congreso internacional, se pondrá en valor las figuras de Isabel la Católica, así como la de sus hijas. «Se ha hecho referencia a las dos reinas que sí tienen derechos al trono», pero «con un antagonismo total entre Isabel y Juana: una las ejerce y lucha por ellos; y la otra no está en condiciones de hacerlo» comenta con este medio la directora de estas jornadas. Por otro lado, asegura que la católica Reina es una «figura relevante desde todos los puntos de vista» porque «configura la monarquía española».

Según indica, Isabel «crea una administración, que son algunos de los que le han acompañado en su juventud dura y difícil antes de acceder al trono. Es gente que desde el principio cree en ella, confía en ella y que no forman parte de la nobleza». Más adelante, este modelo lo adoptaran tanto Carlos I como Felipe II, que «confiarán en letrados».

En su labor decisivo para «configurar la monarquía hispánica», Martínez-Sicluna destaca el hecho de que Isabel «eligiese con quién quiere casarse» porque «sin ello no se hubiera producido la unidad de España y ultimar la Reconquista». Y considera que esto es «algo que se nos olvida» y asegura que a su muerte «hay un vacío de poder. Suplir la figura de Isabel es difícil».

Regentes y gobernadoras

Las mujeres de la Casa de Austria tendrán, según han comentado los expertos, un papel más activo en la monarquía: «son reinas, regentes, gobernadoras –como Isabel Clara Eugenia–, son mujeres que desempeñan». Destaca la figura de Juana de Austria, que «no es solamente mecenas y la primera jesuita, sino que se dedica a ser regente tanto de su padre como de su propio hermano Felipe II y asume el deber y la obligación del desempeño del poder».

No estaban detrás, sino al lado

«Durante cierto tiempo, la historia se ha hecho buscando esas grandes personalidades masculinas», reflexiona acerca de por qué muchas veces estas grandes mujeres han pasado a la historia en un segundo plano. Para la directora del congreso, «detrás de un gran hombre está una mujer, sino que estaban al lado de ese hombre y a veces suplía las carencias de este». Un ejemplo de ello fue Isabel Farnesio, quien ante la enfermedad de su marido, el Rey Felipe V, o Isabel la Emperatriz (Isabel de Portugal) que ejerció de regente durante la ausencia de Carlos I en la lucha del Imperio y mantener la fe católica.

Todos estos aspectos se irán tratando a lo largo de estas tres jornadas, con la esperanza de que se pueda hacer ver que «la mujer ha desempeñado puestos claves en la historia de España, que sin esas mujeres probablemente lo que fue la monarquía hispánica no lo hubiera sido», concluye.