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Los hermanos Wright: el primer avión en volar con éxito

120 años

El primer vuelo de los hermanos Wright, doce segundos que marcaron el inicio de la aviación

En Europa, el primer vuelo controlado lo realizó el brasileño Alberto Santos-Dumont con una aeronave que recorrió poco más de 200 metros en 21 segundos

Tan solo duró 12 segundos y recorrió 35 metros, pero el 17 de diciembre de 1903 los hermanos Orville y Wilbur Wright realizaron el primer vuelo controlado de un avión con motor. Lo habían intentado más de cien veces y con prototipos diferentes. Aquella mañana consiguieron despegar su prototipo sobre las dunas de Kill Devil Hills (Carolina del Norte) pasando a los libros de historia por su hazaña, aunque no fueron los únicos pioneros de la aviación a los dos hermanos les costó tiempo, dinero e incluso salud defender ante los tribunales sus patentes.

La pasión por los cielos de los hermanos Wright empezó de niños, cuando su padre, Milton Wright, les regaló un pequeño helicóptero de juguete que podía volar durante unos segundos gracias a un sistema de gomas. No era nada sofisticado y al padre debió costarle poco más de cuarenta centavos. Pero cuando ese cachivache salió volando por la habitación, los dos niños quedaron fascinados y despertó en ellos una inquietud y una creatividad que plasmaron después en su carrera profesional.

A los dos hermanos les costó tiempo, dinero e incluso salud defender ante los tribunales sus patentes

Aunque no acabaron sus estudios universitarios, Orville y Wilbur demostraron una sorprendente habilidad para la mecánica y curiosamente su primera empresa no estuvo relacionada con objetos voladores. En torno a 1896 registraron una marca de bicicletas, un negocio que prosperó rápidamente. Sin embargo, la época que les tocó vivir fue también el momento de los inventos, entre los que estaban los primeros prototipos de máquinas mecánicas capaces de surcar los cielos.

Los hermanos conocieron a través de los periódicos a Samuel Langley, que consiguió volar un aparato propulsado por un motor de vapor, y al ingeniero Octave Chanute que organizó varios vuelos en planeadores con varias personas sobre las dudas del lago Michigan. Con estas referencias dejaron de lado las bicicletas y se pusieron a investigar para conseguir crear un sistema mecánico con el que se pudiesen controlar los artefactos voladores.

Los hermanos Wright empezaron con una tienda de bicicletas

Los Wright trabajaron en el diseño de un nuevo sistema de control que no dependiese directamente del balanceo del piloto sino de la estructura de la aeronave. Este sistema se basaba en una serie de superficies móviles que servían para mover el flujo de aire alrededor de la estructura. Crearon las bases de lo que después se conocería como alerones para el control de balanceo, un timón de dirección vertical para el control de dirección, y otro horizontal para el control de cabeceo.

Para controlarlos el piloto tiraba de cuatro palos atados a unas cuerdas conectadas a las estructuras móviles por dentro del avión. Con estos nuevos diseños los hermanos Wright fabricaron con madera de abeto, fresno y telas su propio planeador al que llamaron Wright Flyer I, al que incorporaron un pequeño motor de cuatro cilindros y 12 caballos que debía mover una hélice delantera. Con todas esas novedades incorporadas utilizaron un rudimentario túnel de viento para comprobar su resistencia y en 1903, tras años de pruebas consiguieron volarlo por primera vez.

Los hermanos Wright empezaron con una tienda de bicicletas

Mantuvieron aquel éxito en secreto y los siguientes dos años consiguieron recorrer más de un kilómetro de distancia y en 1905 lograron volar una distancia de unos 40 kilómetros con el Flyer durante unos cuarenta minutos. En 1906 querían patentarlo para evitar que alguien les robase la idea, aunque por entonces la noticia de su invento había recorrido toda Europa.

La negativa de los hermanos Wright a realizar demostraciones públicas de su avión jugó en su contra, porque los gobiernos se negaron a financiar la construcción en serie de un prototipo que no habían visto volar, y otros pilotos aprovecharon que la patente no se había tramitado para copiar el sistema de control de vuelo en sus prototipos. Ante esta situación Wilbur ofreció varias demostraciones en Le Mans, y su hermano Orville viajó hasta Washington con la misma misión de mostrar su invento. Aunque el litigio continuó hasta 1914, cuando la corte suprema dio la razón a los hermanos.

Orville Wright que murió el 30 de enero de 1948 fue testigo de la impresionante evolución de la aeronáutica, que en poco más de 50 años logró pasar de una maquina voladora que aguantaba 12 segundos en el aire a grandes aviones que podían batir la barrera del sonido en minutos.