Bradshaw Guide (I)
Así era la visión inglesa de España, según una guía de viajes de 1913
La Bradshaw Guide fue una serie de libros de horarios de ferrocarril y de guías de viaje. En una época en la cual el transporte continental se realizaba en tren, esta guía servía para que el viajero conociera los lugares que podía visitar
De 1839 a 1961 se editó la Bradshaw Guide, una serie de libros de horarios de ferrocarril y de guías de viaje. En una época en la cual el transporte continental se realizaba en tren, esta guía servía para que el viajero conociera los lugares que podía visitar.
Editada en Londres, nos hemos centrado en la última que se editó antes de la Primera Guerra Mundial. Su fama hizo que Dickens, Verne o Stoker la referenciaran en sus obras. La Bradshaw recoge toda una serie de curiosidades referidas a nuestro país. La visión inglesa de la España de 1913 y años anteriores, pues pocas modificaciones tuvo desde su primera edición, a excepción de horarios, hoteles y anuncios.
En esta primera parte nos centraremos en tres lugares referenciados, que son Gibraltar, Montserrat y Palma de Mallorca. De España dice que las estaciones «preferibles para viajar por el interior» del país son al final de la primavera y el otoño. Mientras que para recorrer la costa mediterránea y el sur de España en general, se recomendaba «principios de primavera y finales de otoño».
Por otro lado consideraba que «debido a la configuración del país, puede decirse que hay tantas variaciones de clima como contrastes de carácter en la población». La guía también detallaba que «tres cuartas partes del interior son tierras pobres y sin árboles, con un distrito central elevado que es desolado y sombrío. Sólo en el sur y el este y a lo largo del valle del río Ebro el paisaje resulta agradablemente atractivo; en otros lugares la naturaleza a menudo parece fruncir el ceño». Terminaba apuntando que «sólo en las grandes ciudades el alojamiento en hoteles es lo que el viajero tiene derecho a esperar. Desafortunadamente, las grandes atracciones arquitectónicas se encuentran a menudo en ciudades secundarias donde los hoteles son decididamente de segunda categoría».
Con respecto a los trenes escribe que «los vagones de primera clase son bastante cómodos, los de segunda clase carecen de comodidad y los de tercera clase no son adecuados para los viajeros británicos. La velocidad del ferrocarril es lenta, rara vez supera las 15 millas por hora».
«Una masa de piedra del jurásico»
La guía habla de Gibraltar, como territorio enclavado en España, pero sin obviar que es territorio británico. La población era de 24.460 personas, incluyendo la guarnición de 5.340 hombres. Es muy curiosa la explicación que se da sobre La Línea de la Concepción y sus habitantes. También llamar anodinas –insignificantes– a las personas no británicas:
«El Peñón de Gibraltar, una masa de piedra caliza del Jurásico, se eleva en un audaz promontorio frente al Estrecho y África. La Roca tiene un aspecto desnudo y sin árboles, pero hay varias cañadas boscosas cubiertas de hierba; un cactus en las laderas ofrece refugio a una pequeña tribu de monos salvajes; los conejos y las perdices son numerosos.
La ciudad se encuentra a lo largo de la base del Peñón en su lado occidental y consta de poco más de dos o tres calles paralelas. Waterport Street y la calle llamada Irish Town son las vías comerciales, y aquí la población bastante mixta se mezcla con muchos soldados, moros del otro lado del Estrecho, numerosos judíos y anodinos de todas las naciones.
Se están construyendo amplias obras navales en el lado suroeste del Peñón, donde se encuentran el Naval Barbour, el Astillero y en New Mole. También se encuentra Ragged Staff Staire, donde desembarcó el almirante sir George Booke durante la captura de Gibraltar, en julio de 1704.
Las puertas están cerradas por la tarde, pero se puede entrar o salir hasta las 23.30 horas. Hasta el amanecer no se podrá entrar ni salir sin un permiso especial. Las 'Galerías' podrán ser inspeccionadas, debiendo los visitantes sólo escribir su nombre en un libro en la entrada; otras partes de las fortificaciones no están abiertas al público.
En el lado norte, a una milla y media del Peñón, al otro lado de la franja conocida como Tierra Neutral, se encuentra la poco interesante y dispersa ciudad española de La Línea de la Concepción (30.000 habitantes), cuyos habitantes son generalmente descritos como trabajadores y contrabandistas».
«Una montaña irregular, salvaje y singular»
Con respecto a la Abadía de Montserrat, escribe que «la montaña sagrada del pueblo catalán, es una montaña irregular, salvaje y singular, de 4.070 pies, que se eleva desde la llanura de Cataluña. Según algunas autoridades, aquí se encontraba el Santo Grial, y la montaña sigue siendo un gran lugar de peregrinaje. El Monasterio, a unos dos tercios de la altura, es de fundación muy antigua, que data del año 880; ante el altar de la iglesia hay una imagen milagrosa de la Virgen; aquí Ignacio Loyola, fundador de los jesuitas, descartó la profesión militar y se comprometió a una vida religiosa».
La guía comete el error de ubicar en Montserrat el Santo Grial. No es un hecho aislado. La Enciclopedia Británica, de 1911, lo cita y afirma que Montserrat es el mitológico Montsalvat. Este error la Enciclopedia lo rectificó en 1928. Sin embargo, la idea perduró en el imaginario colectivo. Por eso en 1940 Himmler se trasladó a Montserrat en busca del Santo Grial.
Con respecto a san Ignacio, es cierto que el 21 de marzo de 1522 veló sus armas toda la noche en Montserrat, sin sentarse ni acostarse, delante del altar de la Virgen. No es menos cierto que aquel hecho ayudó a que dejara las armas. Sin embargo, la gran conversión de san Ignacio ocurrió en Manresa.
Origen mallorquín de Napoleón
Sobre Palma de Mallorca podemos leer que «en la Calle de la Palma esta la anciana casa de la familia Bonaparte (sobre el 1411) antes de que emigraran a Córcega». Existe la teoría que la familia de Napoleón Bonaparte era de origen mallorquín. Uno de los Bonaparte mallorquines, Hugo Bonaparte, fue nombrado en 1409 regente de Córcega por el Rey de Aragón Martín el Humano. Este Hugo Bonaparte no regresó a Mallorca. Vendió las tierras que aquí tenía y se estableció definitivamente en Córcega. Antes de su llegada a Córcega no hay documentada ninguna otra persona con ese apellido. Con lo cual no se descarta ese posible origen mallorquín del Emperador francés.