Hallado un proyectil enviado por Julio César a Pompeya con una «amenaza»
La «bala» de plomo ha sido estudiada por un equipo de arqueólogos tras ser descubierta en la ciudad cordobesa de Montilla
Casualmente, hace años, mientras se llevaban a cabo trabajos agrícolas en tierras próximas a una localidad de Córdoba, Montilla, un proyectil romano de plomo vio la luz, con 5 centímetros de longitud, 2 de ancho y un peso de 71,1 gramos.
A pesar de que a simple vista no parecía ser gran cosa, el hallazgo pertenece a la época romana y se encontró en un yacimiento que investiga un equipo de arqueólogos. Según los investigadores, los proyectiles podrían haberse utilizado por miembros del cuerpo de honderos que se integraba en las legiones romanas.
Este descubrimiento es destacable debido a que el proyectil cuenta con dos inscripciones grabadas en cada una de las caras del objeto. En ellas se puede leer Ipsca y Caes(ar), es decir, César. Esto haría referencia a la actual Baena, municipio romano de Ipsca que contaba con una población a 19 kilómetros del lugar donde se encontró el objeto y que, según las fuentes, tuvo protagonismo en uno de los episodios más importantes de la guerra civil en la que se enfrentaron Pompeyo y Julio César entre los años 45 y 49 a.C.
En la actualidad, las conclusiones del análisis del objeto realizadas por los responsables del descubrimiento –el arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Baena, José Antonio Morena, en colaboración con Antonio Moreno, del Museo Arqueológico de Cabra de Córdoba, y Javier Moralejo y Jesús Robles, de la Universidad Autónoma de Madrid– se acaban de presentar en un estudio que ha sido publicado por la revista de ciencias Zephyrus. En él, los autores han confirmado que se trata de un «unicum, es decir, un objeto del que no se conoce otro igual».
Esta es la primera vez que se halla un proyectil de plomo con el nombre de Julio César inscrito en él. Asimismo, también es la primera vez que se documenta el nombre de la ciudad de Ipsca en este tipo de objetos. Además, se trata de la primera mención explícita a una ciudad de este período en Hispania hasta la fecha, además de ser cronológicamente la primera mención epigráfica de Ipsca.
Hallazgo con incógnitas
José Antonio Morena ha comentado que «las inscripciones plasman de manera muy concreta y específica la vinculación entre César y la ciudad ibero-romana de Ipsca, y nos sugieren que se habría producido un enfrentamiento entre cesarianos y pompeyanos en la zona de Montilla, a unos 19 kilómetros en línea recta al suroeste de la propia Ipsca».
Además de estas declaraciones, el arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Baena ha seguido explicando que «no es posible asegurar si fue un combate más entre ambos ejércitos previo a la batalla final o si corresponde a esa decisiva batalla de Munda (17 de marzo del año 45 a.C.), tal como propusieron en su día historiadores como Sánchez Molero, Stoffel o Adolf Schulten, entre otros muchos, aunque también se ha planteado que dicho escenario podría ubicarse en la campiña sevillana».
La inscripción, según los investigadores, es testigo de que la ciudad de Ipsca estaba alineada con Julio César, además de ser el primer ejemplar que presenta una mención de su nombre.
Los arqueólogos han terminado su estudio explicando sus conclusiones: «De esta forma, se perfila la imagen de un núcleo urbano que, a pesar de estar rodeado de ciudades fieles a Pompeyo como Ucubi (Espejo, en Córdoba), Ategua o Torreparedones, parece mantenerse fiel a César, tal y como hizo Ulia Fidentia (Montemayor, en Córdoba), de cuyo asedio y liberación sí tenemos noticia en las fuentes. A pesar de todo, a día de hoy no podemos vincular este hallazgo con un episodio concreto de los que han sido descritos por las fuentes literarias».