Cómo un campesino de Zamora llegó a ser mariscal y derrotar a Simón Bolívar
En 1818, Bolívar lanzó su ofensiva, pero calculó mal y fue drásticamente derrotado por Morillo en la batalla de La Puerta
Al frente de 10.000 hombres, Pablo Morillo –nacido en una familia campesina de Zamora– zarpó de Cádiz en 1815 con el cargo de teniente general y plenos poderes para restablecer la autoridad real en América. Llegando a Venezuela derrotó con rapidez a los rebeldes y recuperó Caracas, para continuar acto seguido con una nueva victoria en Cartagena de Indias. Tras un largo asedio, triunfó donde los ingleses habían fallado décadas antes y logró la rendición de la plaza y poco después se le entregaba también Bogotá, culminando la reconquista de casi todo el territorio.
Sin embargo, los principales líderes rebeldes, con Bolívar a la cabeza, habían escapado. Morillo pregonó una amplia amnistía para la mayoría de la población, pero como gesto de firmeza ordenó la ejecución de los prisioneros más implicados en la rebelión, dictando más de un centenar de penas de muerte. Intentó forzar a Bolívar a una batalla campal decisiva, pero el general caraqueño rehuyó durante años el enfrentamiento, esperando que la falta de suministros y refuerzos desde España, el cansancio de la tropa y el descontento de la población debilitasen al general realista.