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Reivindicaciones para la amnistía total en un mitin celebrado en Barcelona en 1976EFE

¿Cuántas amnistías ha habido a lo largo de la historia de España?

En la historia de España se han dado diversas amnistías desde la de 5 de julio de 1924, dada por Alfonso XIII para amnistiar a los responsables militares del desastre de Annual, hasta la otorgada el 21 de febrero de 1936 por la II República a los culpables de la revolución frustrada de 1934

La proclamación de la actual amnistía resulta directamente contraria al principio esencial de igualdad del artículo 1.1 de la Constitución, y muy similar al indulto general, que queda prohibido por el artículo 62. La amnistía extingue la responsabilidad de los responsables de un delito, pero no supone la derogación de la ley, sino el mandato de su inaplicabilidad en los incriminados amnistiados, que en el caso actual no ven la amnistía como un instrumento de pacificación social, sino de victoria política para reanudar un proceso de secesión con el amparo de su nueva invulnerabilidad, blindando al resto de sus cómplices mediante el control político de las acciones de la magistratura, este hecho mediante el pacto de apoyo parlamentario.

Las amnistías por su carácter especial son un instrumento jurídico extraordinario, a diferencia del indulto que es un mecanismo que perdona la pena a personas condenadas. El carácter extraordinario de la amnistía hace que ésta deba aprobarse por mayoría de la Cámara de diputados.

Sin embargo, en la historia de España se han dado diversas amnistías, desde la de 5 de julio de 1924, dada por Alfonso XIII para amnistiar a los responsables militares del desastre de Annual, a la otorgada el 21 de febrero de 1936 por la II República a los culpables de la revolución frustrada de 1934.

La amnistía que mitificó a los golpistas de 1934

En esta última, el PSOE y la UGT organizaron un movimiento revolucionario en 1934 con el objetivo de proclamar un régimen de dictadura del proletariado. La frustrada Revolución de 1934, tuvo un efecto escaso, excepto en Guipúzcoa, donde asesinaron a varias personas entre las cuales al diputado tradicionalista Marcelino Oreja Elósegui y principalmente en Asturias, se cobrará 1.335 muertos y se necesitará la intervención del ejército que detendrá a 30.000 revolucionarios.

En Cataluña, la revolución será aprovechada por Luís Companys, el 6 de octubre, para proclamar el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. La independencia de Cataluña duró 10 horas. El ejército, al mando del general Batet frustró el golpe de estado. El acto de Companys provocó 73 muertos en los enfrentamientos provocados.

El 6 de junio de 1935, el Tribunal de Garantías Constitucionales, condenó a 30 años de prisión e inhabilitación absoluta por un delito de rebelión, a Luís Companys y los miembros de su gobierno, siendo trasladados al penal de El Puerto de Santa María (Cádiz). No obstante, las organizaciones de izquierda, republicanas y revolucionarias se coaligaron en un Frente Popular convirtiendo la amnistía en su principal reivindicación electoral.

La victoria poco limpia del Frente Popular en las elecciones celebradas el 16 de febrero de 1936, como demostraron los historiadores Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa en su obra: 1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular, dieron como resultado la renuncia del gobierno de Manuel Portela Valladares.

Manuel Azaña, como nuevo jefe de Gobierno, propuso a la Diputación Permanente de las Cortes el decreto de amnistía. Esa misma noche, Luís Companys abandonó el penal del Puerto de Santa María en dirección a Madrid. Los 30.000 detenidos de la revolución de 1934 fueron liberados, entre los que se encontraban también los responsables de delitos de sangre.

Las consecuencias posteriores de la amnistía de 1936 no sirvieron para causar una pacificación social, por el contrario, dio fuerza a las organizaciones revolucionarias que iniciaron un incremento de la violencia política que desencadenará una Guerra Civil al no querer la mitad de la sociedad ser asesinada por ellas.

La amnistía que benefició a etarras

La última amnistía vendrá después de régimen franquista, respondiendo al papel excepcional de una amnistía, cerrar una página e iniciar un nuevo periodo político sin resentimientos. En octubre de 1977, el Gobierno promulgó una ley de Amnistía que afectó a todos los presos con delitos y faltas cometidos con anterioridad a la promulgación de la ley. No obstante, desde el indulto real de noviembre de 1975 hasta el 17 de octubre de 1977, fecha en que entró en vigor la Ley de Amnistía, 1.232 reclusos de ETA salieron de la cárcel, de los que 678 se reintegraron a los escuadrones de la muerte, según el estudio de profesor Mikel Buesa Los presos de ETA y el juego de la gallina.

La reactivación de ETA favoreció los años de plomo que abarcará gran parte del periodo de los gobiernos centristas. Entre 1978 y 1980 serán 247 muertos los ocasionados por los diferentes grupos terroristas del entorno de ETA. Fruto directo de la reorganización de la banda después de 1977 y al apoyo internacional de algunos países como Francia que les dio el estatus de refugiados políticos.

De este modo, una amnistía en 2024 tiene la función de poner punto final al régimen surgido en 1978 y dar paso a una nueva realidad surgida de los pactos del gobierno de Pedro Sánchez. Este ejecutivo anunció su línea ideológica cuando aprobó la ley de memoria democrática que anuncia una nueva transición que inicie una renovada democracia heredera de la interpretación idealizada de la II República.

Esta amnistía abre un nuevo periodo histórico, con el castigo a los responsables que impidieron la secesión de Cataluña. Las consecuencias políticas son claramente la eliminación de la independencia de poderes en España, la aceptación de una confederación de estados libres como sustitutivo de España, y la culminación de los nuevos totalitarismos de signo nacionalista iniciados hace cuarenta años.