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La espada de san Galgano

Picotazos de historia

La Excalibur real italiana: la enigmática espada de san Galgano clavada en la roca

Galgano, convencido de que se le había mostrado su destino, descabalgó y despidió a su caballo para que volviera solo a su cuadra. Transformó su manto en un hábito y clavó su espada en la roca

En el año 1185, a petición del obispo de Volterra, una comisión pontificia presidida por el cardenal Conrrado de Wittelsbach llevó a cabo una investigación (inquisitio) relativa a la vida, virtudes y milagros de un santo ermitaño que moró en el monte Siepi, en la provincia de Siena de la Toscana de la Italia actual. El documento de la inquisitio –que nos da una información bastante completa de la vida del ermitaño así como testimonios de contemporáneos suyos– es el registro más antiguo que existe de un proceso de canonización.

Galgano Guidotti nació en la pequeña población de Chiusdino en el año de 1148 d.C. Galgano fue hijo del conde de Chiusdino, quien era vasallo del obispo de Volterra. Las fuentes documentales más antiguas describen a un joven disfrutando de sus años mozos –«vida marcada por el desorden y la lujuria», dice el texto– y preparándose para la carrera de las armas, a la que estaba destinado.

El santo como soldado, pintura de Ambrogio Lorenzetti, siglo XIV

Según declaró su madre a los inquisidores, en la Nochebuena del año 1180, yendo de camino al castillo de Civitella, Galgano tuvo una visión. En la visión se le aparecía en arcángel san Miguel, quien le conducía hasta el monte Siepi. Cuando se recuperó de la visión comprobó con asombro que su cabalgadura le había llevado hasta el punto exacto de su visión. Galgano, convencido de que se le había mostrado su destino, descabalgó y despidió a su caballo para que volviera solo a su cuadra. Transformó su manto en un hábito y clavó su espada en la roca. Casi hasta la empuñadura. Transformando así la espada en crucifijo.

Galgano llevó una vida de ermitaño llena de milagros y muestras de santidad, durante el poco tiempo que desempeñó su solitaria vocación, ya que fallecería el 30 de noviembre de 1181. Cuatro años después de la muerte de Galgano se llevó a cabo la investigación que concluyó con la canonización del investigado, festejándolo el día 30 de noviembre. Pero san Galgano es conocido por el milagro de la espada en la piedra.

Durante siglos la figura del santo estuvo vinculada a la caballería y a la figura del arcángel san Miguel, cuyo símbolo es la espada, por eso es tan importante en él la relación con esa arma. Se han estudiado en profundidad los textos artúricos y, hoy en día, se puede afirmar con rotundidad la influencia evidente y directa entre la leyenda del Rey Arturo y la leyenda de san Galgano. Uno clava la espada en la roca, el otro saca la espada clavada.

No hay seguridad de cual influyó sobre cual, pero queda claro que el principal centro de difusión del mito artúrico en Francia –la denominada materia bretona– fue la región de Aquitania, donde floreció y se fomentó el «amor cortes». Guillermo X, duque de Aquitania (1099 – 1137) –el caballero santo– se transforma en un personaje de leyenda al fallecer frente al altar mayor de la catedral de Santiago de Compostela durante una peregrinación. Los trovadores hicieron de la corte aquitana, cuya capital estaba en Burdeos, su centro espiritual y punto de difusión de la nueva trova, del mito artúrico y del ideal caballeresco representado por san Galgano y el duque de Aquitania.

En los años posteriores a la muerte de san Galgano se construyó en su ermita una iglesia de planta circular y estilo románico sienés. El edificio se completó en el mismo año que la inquisitio (1185). El interior del edificio tiene una bóveda semiesférica que recuerda a las tumbas etruscas. En el centro se encuentra la piedra donde podemos contemplar la espada que clavó san Galgano. La espada ha sido objeto de investigación en las últimas décadas del siglo XX. La más reciente, de fecha de 2001 y dirigida por el profesor Garlaschelli de la universidad de Pavía. Esta última investigación dictaminó que la espada fue forjada en el siglo XII.

La espada de san Galgano ha sufrido diferentes actos de vandalismo a lo largo de su historia. Siempre aparecía algún idiota con intención de emular al Rey Arturo, sacar la espada de la piedra y reclamar Inglaterra. En la década de los noventa del siglo pasado, un descerebrado consiguió romper la espada al tratar de sacarla. Restaurada la espada de san Galgano puede contemplarse, debidamente protegida por una placa de plexiglás a prueba de balas y convenientemente cementada para una mejor y más firme fijación, en la roca donde la clavó el santo varón hace más de ochocientos años.