Fundado en 1910

Proyecto del Titanic II realizado por la naviera Blue Star LineBlue Star Line

El Titanic 2.0: una empresa planea construir una réplica exacta del trasatlántico más famoso del mundo

La naviera Blue Star Line pretende que este nuevo Titanic surque los mares en 2027 y ofrezca a miles de pasajeros experimentar el lujo y elegancia, con las garantías de seguridad de los sistemas modernos

Fue un 14 de abril de 1912 cuando el majestuoso transatlántico Titanic chocó con un iceberg causando su hundimiento. En estos 112 años, el famoso barco y todas sus incógnitas siguen atrayendo la atención tanto de expertos como de aficionados. En esta ocasión, la empresa naviera Blue Star Line, dirigida por el magnate Clive Palmer, ha anunciado sus planes de construir una réplica exacta del Titanic.

«Nos complace anunciar que, tras retrasos imprevistos a escala mundial [la pandemia], hemos retomado el diálogo con nuestros socios para hacer realidad el sueño del Titanic II», aseguró Palmer en rueda de prensa. Bajo el nombre Titanic II, la empresa naviera ha reunido en un proyecto a «los mejores constructores navales, diseñadores e ingenieros del mundo» para hacer realidad este sueño que pretende ofrecer a los pasajeros una experiencia de viaje «en el tiempo sin parangón», según indicó en la rueda de prensa.

«Blue Star Line creará una auténtica experiencia Titanic, proporcionando a los pasajeros un barco con los mismos interiores y distribución de camarotes que el buque original, al tiempo que integra modernos procedimientos de seguridad, métodos de navegación y tecnología del siglo XXI para ofrecer el máximo nivel de lujoso confort», declaró este magnate australiano. Además, consideró que este proyecto brinda la oportunidad de vivir una experiencia única sumergidos de lleno en «la opulencia y el esplendor» de la vida a bordo del Titanic original.

Las características del Titanic II

Según ha indicado la empresa australiana, el barco será ligeramente más ancho que el original, con dimensiones de 32.2 metros de ancho y 269 metros de largo. Asimismo pesará alrededor de 56.000 toneladas, unas 4.000 más que el original, pero el número de cubiertas y eslora serán iguales que el de 1912.

Estará equipado para albergar a 2.345 pasajeros distribuidos en 835 camarotes –la misma cantidad que su modelo original– divididas en clases: 383 habitaciones de primera clase, 201 de segunda clase y 251 de tercera clase.

Por el momento, el trayecto que realizará el barco, será exactamente el mismo que aspiraba realizar el primer transatlántico en 1912: comenzaría desde Southampton (Inglaterra) y realizará las paradas correspondientes hasta llegar al puerto de Nueva York (Estados Unidos). Sin embargo, el director de la naviera ha comunicado que no descarta la posibilidad de que el transatlántico navegue por otras aguas para que muchas más personas puedan disfrutar de la experiencia única.

Por otro lado, Blue Star Line ha asegurado que los restaurantes, comedores y salas de ocio estarán representados como en su modelo original. No obstante, todavía queda por confirmar si los pasajeros podrán experimentar los privilegios y limitaciones de las tres clases en un mismo viaje.

Garantías de seguridad

Estas promesas de lujo y experiencia única, no quita que sea una réplica de un barco que se hundió en medio del Atlántico y de una forma trágica. Por ello, la naviera australiana afirma que la nueva versión del Titanic contará con modernos sistemas de seguridad desarrollados por los mejores y más experimentados ingenieros.

Es más, cabe destacar que el Titanic original en realidad no era una embarcación insegura por sí misma. Su diseño y su construcción estaban a la vanguardia de la época y, sobre los planos, era probablemente más seguro que casi cualquier barco del momento. Aunque su hundimiento todavía esconde misterios e intrigas, se sabe que el mayor error no tuvo que ver con la calidad de los materiales, sino con la maniobra de giro que ordenó el oficial William Murdoch.

Por el momento, no hay fechas establecidas para la finalización del proyecto, aunque se estima que el proyecto sea aceptado durante el 2025 y que comience a navegar por los mares dentro de tres años. Por el momento aún no se han comercializado los billetes de pasajeros.

Tal y como especificó Palmer a los medios de comunicación, su objetivo es el de brindar la oportunidad a miles de personas de viajar en el tiempo hasta 1912 para conocer en primera persona la atmósfera de elegancia que se escondía detrás de las puertas del Titanic: «Millones de personas han soñado con navegar en él, verlo en el puerto y experimentar su majestuosidad única. El Titanic II será el barco donde esos sueños se hagan realidad», concluyó.