Llevar gafas, ser médico o estudiante universitario suponía la muerte en la Camboya comunista de Pol Pot. ¿Por qué? Eran símbolos capitalistas contrarios al ideario de Partido Comunista de Kampuchea, conocido también como Jemeres Rojos, que llegaron al poder en 1975 y durante los cuatro años que duró su régimen se estima que murieron entre 1,5 y 2,2 millones de personas asesinadas, torturadas, de hambre y ejecutadas por el partido comunista. Ahora bien, detrás de esa oposición férrea al capitalismo y del terror genocida de los Jemeres había un líder al que todos conocerían como Pol Pot, pero sus orígenes distan mucho de la imagen de comunista que demostró después. En 1928 nació en el protectorado francés de Camboya Saloth Sar un joven proveniente de familia de terratenientes agrícolas. Empezó sus estudios en Phnom Penh, la capital del protectorado donde recibe una educación francesa y estuvo interno en un monasterio budista. Trabajó como profesor de literatura francesa en un colegio de la capital, pero con el inicio de la Segunda Guerra Mundial dejó el empleo y se unió a la resistencia de anticolonial que lideraba Ho Chi Minh en toda Indochina. Tal era la capacidad económica familiar que en 1949 recibió una beca y su padre lo envió a estudiar electrónica a la metrópoli, pero sus intereses en París iban más hacia la lectura de los textos fundacionales del comunismo, desde el Manifiesto comunista de Marx y Engels a los textos de Lenin. Empezó a relacionarse con marxistas y se afilió al Partido Comunista Francés donde descubrió los textos de Stalin, y la versión asiática de Mao, que le fascinó. Junto a otros camaradas camboyanos fundó el Grupo Estudiantil de París, base para empezar a crear el ideario que después implementó. Sin embargo, en 1953 las autoridades galas lo expulsaron de Francia por sus actividades subversivas. La situación política de la región era cada vez más inestable, Camboya conseguía su independencia en 1953 tras noventa años de soberanía francesa, pero al mismo tiempo los movimientos comunistas escalaron posiciones. Saloth empezó entonces un adiestramiento en la jungla junto a sus camaradas para crear una de las guerrillas más sangrientas del momento, los Jemeres Rojos. Por su lado, la monarquía camboyana había resistido durante siglos a los cambios, era una institución consolidada que tras liderar la independencia de la nación instauró una monarquía constitucional, encabezada por Norodom Sihanouk, el rey que se convirtió en un dios para su pueblo, aunque la situación se complicó cuando las tropas norvietnamitas instalaron sus bases en territorio camboyano durante la contienda en Vietnam. En este contexto de inestabilidad en plena Guerra Fría, comenzó una guerra civil entre los Jemeres Rojos (Partido Comunista de Kampuchea) y las tropas gubernamentales. Una guerra que se incrementó en 1970 cuando el mariscal Lon Nol dio un golpe de estado y se impuso un régimen militar apoyado por Estados Unidos. Saloth, convertido en Pol Pot y líder indiscutible del partido, entró en la capital en abril de 1975 y se hizo con el poder. Con la excusa de crear una sociedad maoísta, sin religión y dedicada a la labor agrícola, empezó un periodo de cuatro años de persecución sistemática y de terror. Se prohibieron las profesiones liberales y se envió a millones de personas a trabajar al campo con el objetivo de conseguir esa sociedad utópica de campesinos. Los Jemeres ordenaron ejecutar a intelectuales, suprimieron las universidades, las artes y ejecutó al 90% de los médicos. El régimen aniquiló a todo lo que fuese mínimamente capitalista, según su visión, como era la vida urbana, las profesiones liberales, la burguesía, y clases medias. Otros tantos camboyanos murieron de hambre por culpa de un sistema agrícola que provocó desabastecimiento. En 1979 fue derrocado por la intervención militar de Vietnam en Camboya. Pol Pot buscó refugio junto a su guerrilla jemer en la jungla, donde tuvo que disputar su poder personal con otros líderes del movimiento, que serían juzgados décadas después por crímenes de guerra y genocidio. No así Pol Pot que falleció de un infarto el 15 de abril de 1998, tras pasar casi dos décadas resistiendo ante las presiones militares del gobierno de Camboya, sus propios camaradas y disidentes jemeres.