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Retrato oficial de Mohammad Reza Pahleví

La última entrevista del sah de Persia, cuando Irán se convirtió en República Islámica

«¿Abdicar? Eso no existe en el vocabulario de un rey», respondió el sah Mohammad Reza, durante su primera y última entrevista tras su exilio en 1979

Los últimos enfrentamientos entre Israel e Irán han despertado el recuerdo de una tensión histórica entre ambos países que tiene su origen hace 45 años, cuando en Irán se vivió una revolución que cambió el futuro del país. Por entonces Irán era una monarquía encabezada por el sah de Persia, Mohammad Reza Pahleví. Lo que nadie se esperaba entonces era que se convertiría en el último gobernante de la familia Pahlaví y en el último monarca de Persia. La revolución iraní se impuso, y nació la actual República Islámica de Irán. En este contexto, el sah concedió desde el exilio su primera y última entrevista para la BBC, una conversación desconocida para muchos pero que tuvo gran repercusión en su momento.

La situación en aquella Irán revolucionaria había empezado casi una década atrás, aunque fue a partir de 1978 cuando empezaron los problemas, con manifestaciones de jóvenes y grupos organizados republicanos y chiitas. Existía un malestar general que el ayatolá Jomeiní, líder de la futura revolución iraní, apoyo desde su exilio en París. El 16 de enero de 1979 el sah de Irán abandonó el país con su familia por unas supuestas vacaciones, según la explicación que dieron. Aunque jamás volvieron.

La Revolución Islámica triunfó y la familia se exilió en varios países del mundo. En Irán quedó un gobierno de regencia que se vio desbordado. En ese contexto Musavi Jomeiní regresó del exilio y tomó el poder del país hasta su muerte 1989. Creó la República Islámica de Irán y se convirtió en su Líder Supremo. Es así como Irán pasó de ser una monarquía autoritaria, a un régimen bajo el control de un solo hombre, el Ayatolá Jomeini, convertido en el padre de la revolución.

Las preguntas del exilio

Cuando la familia real se exilió buscó refugio en varios países, pasó por Argentina, Estados Unidos y Panamá, entre otros. Un año después de la revolución, el sah ofreció su primera entrevista en exclusiva al reconocido periodista británico David Frost, que años después entrevistaría al presidente norteamericano Nixon sobre el caso Watergate. En este caso, la entrevista, en exclusiva para la BBC, se realizó en la isla de Contadura en Panamá. Era la primera y última entrevista que ofrecería el sah. El periodista le preguntó por las migraciones de su país, sobre su conocimiento sobre las torturas y la violencia policial y diversos temas de su reinado y la revolución, como la injerencia de los Estados Unidos.

«Tenemos contacto con gente [de la CIA] por intereses mutuos para asuntos de inteligencia, pero nunca he preguntado cuántos agentes tenían, porque confío en ellos», respondió el sah ante la cuestión sobre cuántos agentes de la CIA había en Irán, y también comentó que sus agentes del servicio de inteligencia iraní habían trabajado en suelo norteamericano para «informar sobre cualquier actividad subversivas anarquistas, comunistas, nihilistas, maoístas, trotskistas y castristas». Hay que entender que el mundo se encontraba en plena Guerra Fría.

Más allá de eso, la conversación no dejó grandes titulares, pero si permitió dar voz a uno de los protagonistas del conflicto. Frente a la rectitud del periodista británico se encontraba un hombre, un monarca sin trono, tranquilo y decidido con sus respuestas. Esta entrevista permite entender un contexto, un carácter y cómo un conflicto aparentemente regional se trasformó en un problema global que sigue ocasionando nuevas tensiones más de cuatro décadas después.