2 de mayo Esto fue lo que ocurrió el día que el pueblo español se levantó contra el invasor francés
El Madrid de 1808 estaba tomado por 36.000 soldados napoleónicos y 150 mamelucos egipcios
A las 9 de la mañana frente al Palacio Real, algunas personas vieron salir unos carruajes al patio de armas. Era el 2 de mayo de 1808, el general Murat, comandante de Napoleón en España, pretendía trasladar a la familia real española, en concreto a la reina María Luisa de Parma y sus dos hijos hasta Francia. Sin embargo, el pueblo no estaba dispuesto a permitirlo.
Pasados los minutos, una multitud que empezó siendo de unas 50 personas, se convirtió en una gran concentración de hasta 600 que, armados con herramientas de labranza, palos y sus manos quisieron impedir que los vehículos salieran de palacio. Así comenzó lo que después se conocería como el levantamiento del 2 de mayo de 1808, cuando los españoles se unieron para luchar contra la invasión napoleónica.
Un batallón de granaderos consiguió dispersarlos a cañonazos, y varios se desplazaron hasta la puerta del Sol, donde continuaron el enfrentamiento contra la guarnición francesa que había ocupado la ciudad. En torno al mediodía, la imponente caballería de mamelucos egipcios comandada por el general Rossetti cargó hasta tres veces contra una enorme multitud de mujeres y hombres, civiles y militares, hasta que consiguió acceder a la Calle Mayor. Es una de las escenas que describió Goya en sus cuadros.
A lo largo del día, también un grupo de madrileños intentó impedir que los franceses apostados a las afueras de Madrid entrasen en la ciudad, los combates se sucedieron en la zona de la antigua puerta de Toledo, en el barrio de La Latina, aunque no pudieron impedirlo. Al otro lado de la ciudad, la guarnición española del Parque de Artillería de Monteleón, actual plaza del 2 de mayo, se levantó en armas y abrió el arsenal para que los civiles pudieran hacerse fuertes.
Al mando de una veintena de militares estaban los capitanes Luis Daoiz y Torres y Pedro Velarde y Santillán, oficiales de Artillería, que se enfrentaron junto a unos 100 civiles, a más de 2.000 franceses. La encarnizada lucha se convirtió en un símbolo de resistencia, en la que también participaron civiles que después serían considerados héroes nacionales, como Manuela Malasaña y Oñoro, la joven de 15 años que luchó en Monteleón, según apunta la crónica del escritor Ángel Fernández de los Ríos, y que da nombre al antiguo barrio de Maravillas. Todos ellos empezaron una lucha contra los franceses que marcaría el inicio de la guerra de independencia.
El levantamiento dejó 600 muertos, y los franceses perdieron a unos 140 soldados
Los fusilamientos de la montaña de Príncipe Pío que plasmó Goya en su lienzo es el testimonio de las medidas de castigo que tomó Murat el día después del levantamiento. Se realizaron fusilamientos en el Paseo del Prado y otras zonas de Madrid. El levantamiento dejó 600 muertos, y los franceses perdieron a unos 140 soldados. A pesar del aparente fracaso, ese mismo 3 de mayo, Andrés Torrejón, alcalde de Móstoles, declara la guerra a los franceses, y la insurrección contra el invasor se extendió hasta Alcalá de Henares y Navalcarnero.
A lo largo del mes de mayo, se produjeron otros levantamientos y se formaron las primeras juntas. El 6 de mayo, Napoleón Bonaparte reunió a Carlos IV y a su hijo Fernando VII en Bayona, obligando a abdicar al hijo en su padre, que después entregó la corona de España a Napoleón, quien a su vez eligió a su hermano José como nuevo monarca de España. Ante la ausencia de un rey legítimo, empezó una larga guerra de Independencia, que se luchó no solo en los campos de batalla y las ciudades sino en las juntas, donde empezó a configurarse el nuevo sistema político español.