Muerte en el Metro y monedas falsas, dos sucesos que conmocionaron la Barcelona de 1924
Se ha cumplido un siglo del accidente más grave de las obras del metro de Barcelona y de la fabricación y distribución de monedas falsas
En el mes de abril de 1924 ocurrieron en Barcelona dos hechos significativos que trataremos en este artículo. El primero tuvo lugar el 12 de abril, cuando once obreros quedaron mortalmente sepultados al derrumbarse el túnel que estaban construyendo, en la conocida como Línea Transversal del Metropolitano, que uniría la Plaza Cataluña con en barrio de La Bordeta, en el distrito de Sants-Montjuic. Esta línea es la actual L1 o línea roja.
Aquel día, un sábado, a las 4:10 horas de la madrugada, las paredes laterales y el techo se vinieron abajo. Las obras se llevaban a cabo las 24 horas del día por la complejidad y distancia a excavar. Recordemos que el inicio de las obras las inauguró el Rey Alfonso XIII el 8 de junio de 1922 y la línea se inauguró el 19 de junio de 1926, el mismo día que moría Antonio Gaudí. Aquella línea tendría una longitud de 4.063 metros y nueve estaciones.
El accidente tuvo lugar en el tramo entre la Gran Vía con la calle Villarroel. Aquel día fallecían Juan Demetrio, Tomás Trebanes, Segundo Laguarda, Fermín Oller, Diego Delgado, José Rivas, José Gil, Mariano gil, José Codina, José Almazán y Manuel Fernández López. El punto donde se produjo el accidente coincide con la actual parada de Urgel. Sobrevivieron nueve obreros.
Los técnicos Xavier Felip Solá y Xavier Turull Ventura, encargados de hacer el dictamen técnico concluyeron que la tragedia se produjo por «una defectuosa entibación atribuible a la mano de obra, calidad deleznable del terreno y proximidad de una cloaca abandonada, cuyas paredes ofrecían menos resistencia de la que se supuso al plantear la obra».
Según las crónicas de la época, se sacó a los muertos y heridos y, poco después, se continuó con las obras. No se podía perder el tiempo y más siendo en aquel momento la empresa constructora privada. Los muertos y heridos formaban parte de una brigada de 32 hombres, que habían empezado su jornada a las 22:00 horas y terminaban a las 6:00 horas. El hundimiento provocó un agujero de 50 metros. Todos los muertos de aquel suceso fueron enterrados en el cementerio de Montjuic, menos Manuel Fernández, cuyo cuerpo lo reclamó su familia.
Las fábricas de monedas
El segundo suceso ocurrió pocos días después. En el barrio de San Gervasio de Barcelona había dos fábricas de monedas falsas. Se descubrió gracias al Cuerpo de Vigilancia de Barcelona que las desmantelaron. La investigación la llevaron a cabo inspectores y agentes del cuerpo, a las órdenes del Jefe Superior Heraclio Hernández Malillos y del Comisario General del Cuerpo de Vigilancia de Barcelona, José Casellas Puigdemasa. ¿Por qué se puso en marcha aquella investigación?
En el mes de enero de 1924 se detectó en Zaragoza que circulaban monedas falsas de cinco pesetas. La Policía detuvo a varias personas que, con anterioridad, habían sido procesadas por expedición de monedas falsas. Los detenidos eran José Monsec Torres, Antonio Prescoli Arrufat, Pablo Ferrer y José Palau, También se detuvo al matrimonio formado por Ramón Camps Roca y María Molins Renart.
Aquel matrimonio vivía en la calle España Industrial número 9, en el barrio de Sants de Barcelona. Con ellos vivía, realquilado en una habitación, José Palau. En esa casa se llevaban a cabo las transacciones. La policía descubrió que Antonio Prescoli le entregó a José Monsec 500 pesetas en monedas de 5 pesetas, que fueron las detectadas en Zaragoza. La investigación descubrió que Monsec se entrevistaba asiduamente con Prescoli, Camps y Palau para negociar la distribución de esas monedas falsas. Monsec salió, en tren, desde la Estación de Sants, con 900 pesetas, destino Zaragoza para colocarlas en esa ciudad.
El Cuerpo de vigilancia de Barcelona detuvo a José Monsec. Gracias a esa detención se localizaron dos fábricas clandestinas de moneda falsa, muy cerca la una dela otra, en el barrio de San Gervasio de Barcelona. Se supo que el matrimonio Camps Molins mantenían contacto con las dos fábricas. Estos acuñaban las monedas y el matrimonio se encargaba de ponerlas en circulación.
Se incautaron 60 kilos de una aleación de cobre con otros metales, en planchas, en la casa del matrimonio Camps Molins. Además de utensilios para falsificar las monedas. También 19 monedas del año 1891, 60 monedas del año 1896 y 20 monedas del año 1897, todas ellas con la efigie del Rey Alfonso XIII. La Policía encontró siete tiras de plata y siete de plata aliñada, seis piezas de acero cilíndrico y varias presas para acuñar monedas de diferentes valores faciales.