Odesa, la ciudad estratégica de Ucrania con origen español que sufre constantes bombardeos rusos

A finales del pasado mes de abril la ciudad portuaria de Odesa, al sur de Ucrania, recibía el ataque de un misil ruso provocando la muerte de cinco civiles y 30 heridos. El objetivo fue un edificio de estilo gótico conocido popularmente como el «castillo de Harry Potter» por su parecido con el de Hogwarts de la famosa saga de películas.

El portavoz de las Fuerzas Aéreas ucranianas, Ilia Yevlash, indicó que Odesa y Járkov eran las dos ciudades más castigadas esta primavera por las tropas rusas. En julio de 2023, los misiles rusos impactaron en el puerto y la Catedral de la Transfiguración, edificio destacado de su centro histórico, Patrimonio Mundial en Peligro de la UNESCO desde ese año. El último ataque a la ciudad se produjo el pasado 25 de marzo.

Esta ciudad con gran valor en la guerra entre Rusia y Ucrania tiene una estrecha relación con España: su fundador fue un español, José Pascual Domingo de Ribas, más conocido como José de Ribas.

Historia de un aventurero

Hijo de un barcelonés y de una irlandesa, José de Ribas y Boyons nace, según las fuentes, en 1749, 1750 o 1751. Sí hay coincidencia en su lugar de nacimiento: el entonces reino de Nápoles. Con poco más de 20 años se traslada a Rusia y se pone al servicio de la Emperatriz Catalina la Grande.

De una familia de la pequeña nobleza, Ribas buscó fortuna fuera del ejército borbónico. La oportunidad se le presentó en Livorno, donde estaba la flota rusa y conoció al comandante de las fuerzas navales rusas, Aleksei Grigorievich Orlov. Ribas abandonó Nápoles en 1769 y entró, a través de Orlov, como voluntario en el ejército ruso, llegando a coronel en 1776. Se establece en San Petersburgo y se casa con Anastasia Ivanovna Sokolova, dama de la emperatriz.

Como cuenta Giulia Lami, en 1778, Catalina la Grande construye la ciudad de Jersón, en la desembocadura del Dniéper, con la idea de convertirla en un puerto importante para la región; en 1779, funda Mariúpol, en el mar de Azov; en 1788, Nikoláyev, en la desembocadura del Bug. Estas ciudades, y otras como Sebastopol (1784) y Ekaterinoslav (1787), marcaron la presencia rusa en la costa del mar Negro y ofrecieron puntos de referencia a los comerciantes del Mediterráneo.

Para ubicar una nueva ciudad alternativa a Jersón se eligió el pueblo tártaro de Chadiybei, junto a unos acantilados sobre el mar Negro, donde los otomanos habían construido la fortaleza Yeni-Dünya, conquistada por los rusos en 1789 con ayuda de nuestro protagonista. En 1794, Ribas fundó allí Odesa, la tercera ciudad más importante de Ucrania, conocida como «Perla del mar Negro» y «Capital del Sur» en el Imperio ruso y en la URSS. Odesa desempeñó un destacado papel en el desarrollo de la Nueva Rusia de Catalina II.

Odesa desempeñó un destacado papel en el desarrollo de la Nueva Rusia de Catalina II

Según Charles King, Ribas propuso llamar a la ciudad «Odessos» y, por voluntad de la emperatriz, se adoptó la versión femenina del nombre. En 1795, el nombre se convirtió oficialmente en «Odessa». En su construcción se diferencian dos zonas: la ciudad propiamente dicha, donde sobre un plano ortogonal se levantan la aduana, el hospital, los arsenales y las iglesias, entre otros edificios; el muelle principal, que debería estar terminado en 1797. Pero Catalina II muere en 1796 y es proclamado Emperador Pablo I. Después de tres años de abandono, el proyecto de reanuda.

En 1801 es asesinado Pablo I, sucediéndole Alejandro I, que retoma la política de Catalina II. El desarrollo de Odesa retomó su carácter estratégico: tras la Revolución francesa, entre 1803 y 1814, fue Richelieu el encargado de los trabajos.

Odesa, ciudad estratégica

El proyecto de José de Ribas consistió en transformar el lugar donde se encontraban el pueblo de Chadiybei y la fortaleza de Yeni-Dünya en una gran ciudad con un puerto de estilo europeo en el mar Negro. Simbolizaría la apertura de Rusia hacia el sur, al igual que San Petersburgo lo hacía hacia el norte. ¿Por qué se eligió este emplazamiento? Son muchas las razones: la cercanía a las desembocaduras de los principales ríos de Europa oriental (Danubio, Dniéster, Dniéper y Bug), el hecho de ser zona de paso de rebaños y de tráfico comercial, la proximidad al Mediterráneo, la amplitud de la bahía, la profundidad de las aguas y el clima suave, cuestiones estas últimas que harían que el puerto fuera accesible durante todo el año para todo tipo de embarcaciones.

En una carta que José de Ribas envió en 1796 al embajador ruso en la corte de Viena, hablaba de la importancia estratégica de la ciudad y su puerto en el aspecto comercial y militar: desde Odesa se podía llegar a Constantinopla en 48 horas, «con viento normal», y estaba protegida por fortalezas en el Dniéster (Ovidiopol, frente a Akkerman, y Tiraspol, frente a Bender).

En la actual coyuntura, además del valor propagandístico que para Putin tiene Odesa, los valores comerciales y militares están más vigentes que nunca. ¿Podría Ucrania perder Odesa y la salida al mar Negro? No sería el primer país que se enfrenta a una situación así, basta con mirar a Bolivia (1904) o a Hungría (1920). Un peligro añadido de esta hipotética situación es la proximidad de Odesa a la fronteriza región separatista prorrusa de Moldavia, Transnistria, cuya capital, Tiraspol, está a poco más de 100 kilómetros. Con los rusos en Transnistria, otra región moldava prorrusa quedaría a menos de 200 kilómetros: Gagaúzia.

En San Petersburgo y Odesa

José de Ribas falleció en 1800 y fue enterrado en San Petersburgo. La inscripción de su la lápida dice así: «Joseph de Ribas, almirante, Caballero de las Órdenes Rusas de Alejandro Nevski, San Jorge el Victorioso, y la Orden de San Vladimir de 2ª Clase, y comandante de la Orden de San Juan de Jerusalén, 1750-1800».

La figura del marino español está muy presente en Odesa. Su calle principal se llama Deribásovskaya o calle de José de Ribas y al principio de la misma hay una escultura de bronce que le representa con un plano y una pala.

Otro monumento de Odesa recordaba a José de Ribas, el dedicado a Catalina II situado en Kateríninskaya o la plaza la Catalina. En su pedestal aparecen cuatro esculturas de bronce que representan a los padres de la ciudad: el vicealmirante I.M. De-Ribas, como fundador y gobernador, en quien recae la responsabilidad de la construcción de la ciudad y del puerto el 22 de agosto de 1794 (la escultura original está en el Museo de Historia Local); Franz de Volán, su colaborador inmediato, nacido en Amberes y artífice del plan urbanístico; Platón Zúbov, gobernador general de la Nueva Rusia y favorito de Catalina II; Grigory Potemkin, comandante en jefe del Ejército Imperial.

Pero en diciembre de 2022, la «desrusificación» provocó la retirada del monumento del espacio público, una decisión votada por miles de ciudadanos en una encuesta telemática.