Fundado en 1910

Entrevista a Alejandra Izquierdo, egiptóloga

«La tumba de Tutankamón tiene gran interés gracias al detalle de documentación de Howard Carter»

En el 150 aniversario del nacimiento del egiptólogo que halló la tumba del joven faraón hablamos con la historiadora y arqueóloga Alejandra Izquierdo

Alejandra Izquierdo Perales (1992) es una joven historiadora, egiptóloga y arqueóloga que imparte clases de egipcio clásico en la Universidad Eclesiástica San Dámaso. Aunque confiesa ser tímida, Izquierdo gestiona el canal de Youtube Historia en cinco minutos, que acumula casi 30 mil seguidores. Para ella, estos vídeos son una manera de «acercar la ciencia de una forma más amena» al tiempo que le ayudan a ganar confianza.

Hablamos con ella sobre el gran interés que sigue suscitando el Antiguo Egipto, que en su caso «viene desde muy niña»; de la figura de Howard Carter del que este 9 de mayo se cumplen 150 años de su nacimiento, de su canal de divulgación y sobre los prejuicios que tenemos sobre la sociedad del Egipto faraónico.

–¿Por qué cree que sigue causando tanto interés el Egipto faraónico?

–Pues por muchos motivos. En primer lugar, creo que también es una cuestión cultural nuestra porque la fascinación por el antiguo Egipto viene desde los griegos. Ya desde Heródoto en el siglo V causó una gran fascinación el Antiguo Egipto: los griegos consideraba que en Egipto estaba el origen de algunos mitos o que algunos mitos griegos sucedieron en Egipto.

En ese sentido hubo una gran vinculación desde Occidente, desde Europa hacia Egipto, que después en el siglo XIX y XX, todo esto se afianzó con Napoleón, el descubrimiento de la piedra Rosetta por Champollion... Con todo ello se genera dentro de Europa una 'Egiptomanía', un fenómeno cultural nuestro y por ese motivo también tenemos esta gran vinculación, que no surge de la nada: es una cultura que se redescubre, por así decirlo, en el siglo XVIII, XIX; pero que realmente viene de antes. Y bueno, yo diría que es una cuestión nuestra, muy cultural la fascinación por Egipto.

–Se cumplen 150 años del nacimiento de Howard Carter, ¿qué importancia tuvo su figura para la egiptología?

–Carter es muy importante por varios motivos. Él forma parte de una trayectoria egiptológica muy importante. No podemos pensar a Howard Carter, por ejemplo, sin pensar en Flinders Petrie o Newberry, o en otros grandes egiptólogos que había en este momento. O sin la Egypt Exploration Society, que se funda en el siglo XIX.

Entonces él forma parte de toda una trayectoria y toda una evolución de personas, de investigadores que se están interesando en este momento por el redescubrimiento del Antiguo Egipto, por conseguir nuevos hallazgos arqueológicos, por entender mejor qué era el antiguo Egipto, más allá de las fuentes clásicas, porque durante mucho tiempo tuvimos mucha información sobre qué era Egipto a través de Heródoto, de Estrabón, en fin, de viajeros del mundo griego, del mundo romano que viajaron a Egipto y que nos hablan de eso. Y durante mucho tiempo se perdió el conocimiento de la escritura jeroglífica y entonces no podíamos acceder a esto.

¿Qué pasa? Pues que en el siglo XIX se consigue descifrar el jeroglífico y en ese sentido hay un 'boom', hay un redescubrimiento y hay mucho interés por conocer, por redescubrirlo. Entonces hay que pensar a Carter siempre en ese contexto de personas que están muy interesadas, de grandes descubrimientos –porque él no estaba solo, sino que hubo otros descubrimientos en esa época que fueron muy relevantes para la egiptología, aunque no sean tan conocidas como la tumba de Tutankamón.

Y luego, además, Carter tiene una cosa muy interesante que es cómo documenta la tumba de Tutankamón. Formaba parte de la Egypt Exploration Society, era acuarelista; realizó muchas acuarelas, mucha labor de documentación antes, pero quizá, bueno, a nivel arqueológico, el granito, por así decirlo, del descubrimiento de la tumba de Tutankamón – aparte de los tesoros– arqueológicamente es muy interesante porque lo que hace es llamar a Harry Burton, que es un fotógrafo, y entonces saca instantáneas de todos los objetos que hay en la tumba. Y no solo eso, sino que hace la fotografía de cómo se encuentran. Y luego cada objeto lleva su propia fotografía. Y luego, además, él también llevó a cabo labores de documentación muy exhaustivas en su cuaderno de campo, su cuaderno arqueológico y por lo tanto la documentación de la tumba de Tutankamón es quizá bueno, pues también uno de los grandes hitos que quizá no es conocido por todo el público, pero que a nivel histórico y arqueológico es muy importante.

El comité de Examen de Tutankamón observa cómo el Dr. Douglas Derry realiza la primera incisión en el envoltorio que cubre el cuerpo momificado de Tutankamón.Griffith Institute, University of Oxford (colourised by Dynamichrome)

–El descubrimiento, entonces, fue muy visual...

–Si muy visual y con un gran ojo al detalle. O sea, con un gran cuidado por cómo se encontraron las cosas, por documentarlo todo. Y eso hace que, aunque por ejemplo, hubo algunos objetos que pudieron verse afectados a través de lo que es la manipulación en el momento, porque bueno, pues las labores de trabajo arqueológico no eran tan cuidadosas como lo son hoy en día. Sí que es cierto que gracias a toda esta labor de documentación que Carter y su equipo hizo, pues a día de hoy tenemos mucha información a nivel arqueológico de cómo se encontraron las cosas y de una serie de detalles que para seguir estudiando, pues sobre Tutankamón es muy importante y en ese sentido Carter hizo un gran trabajo.

–¿Cómo se ha convertido España en un referente en las excavaciones en Egipto?

–Pues esta tradición viene desde los años 60, cuando se construye la presa de Asuán. Se hace un llamamiento a misiones arqueológicas para que lleven arqueología de emergencia en Egipto y gracias a este proyecto, este llamamiento, pues van algunos arqueólogos españoles, porque entonces no había una tradición egiptológica como tal en España.

Howard Carter (a la izquierda) trabajando con su amigo y colega Arthur Callender en el embalaje de una de las dos estatuas centinela de TutankhamónGriffith Institute, University of Oxford (colourised by Dynamichrome)

Sí que es cierto que no es un interés que surja de la nada. Por ejemplo, Carter en los años 20 vino aquí a dar conferencias a Madrid. Entonces, bueno, sí que hay un cierto contacto con Egipto, pero no tanto como va a ver a partir de los años 60 y sobre todo en la actualidad. Entonces se hace este llamamiento, van estos arqueólogos liderados por Martín Almagro. Y bueno, pues fruto de esta misión el Estado de Egipto regala a España el Templo de Debod, que lo podemos visitar hoy en día en Madrid. Y bueno, quizá a partir de ahí bueno, pues se empieza a generar toda una tradición, que sobre todo, ahora en el siglo XXI, es mucho más potente.

–Además de historiadora, profesora y arqueóloga es también «youtuber», ¿cómo compagina todo?

–El proyecto de YouTube es un proyecto mío de divulgación personal. Es, por así decirlo, mi hobby. Y sí que es algo que disfruto mucho. Antes, por ejemplo, era mucho más estricta con lo que es la periodicidad; he mantenido esa disciplina de divulgación durante tres años y, ahora, este año como me he enfocado en otros proyectos –que verán la luz dentro de poco– aparte de ser profesora –que también lleva bastante tiempo– pues he reducido un poco la la periodicidad.

Pero bueno, igualmente es algo que disfruto muchísimo porque permite acercar la ciencia de una forma lo más amena y lo más divulgativa posible a la par que sin dejar de lado mi faceta investigadora, intentando contar cosas de una forma diferente, apoyarme más a los papers científicos, fuentes que quizá desde otro punto de vista más divulgativo no se suelen tocar. Y yo sí que considero que la gente tiene derecho también a un poco que que se baje a la tierra todo eso que los investigadores, estudiamos.

–¿Los antiguos egipcios eran tan supersticiosos como pensamos?

–Lo de que eran muy supersticiosos hay que cogerlo con pinzas... Sí que es cierto que para ellos era muy importante la religión y la magia en los rituales, pero igual que en otras culturas de la antigüedad, incluso en la de la actualidad. Al fin y al cabo hay que tener en cuenta que el Antiguo Egipto es una cultura en la que la medicina –aunque eran muy buenos en medicina dentro de lo que cabe– hay que tener en cuenta, que es una sociedad de hace más de 2.000 años, entonces bueno, pues tenían sus métodos de de curación y de protección y también bueno pues de creencias para acceso al más allá. Y en ese sentido, bueno, pues sí que es cierto que para ellos era muy importante el tema de la magia asociada a la religión.

Y claro, sí que desde fuera nos puede parecer que eran muy supersticiosos. Pero si uno estudia la religión egipcia o la magia egipcia en conexión con con otras religiones, luego no lo parecen tanto. Pero sí que es muy interesante que lo comentes porque sí que es una de esas cosas que solemos pensar sobre los antiguos egipcios, que aunque sí que es cierto que para ellos importante el protegerse de una forma ritual, luego no es tanto que fuesen supersticiosos, sino que para ellos el protegerse de esa forma era muy importante.

–¿Tenemos muchos prejuicios erróneos del Antiguo Egipto?

–Yo creo que lo que pasa con el Antiguo Egipto es que hay mucha fantasía alrededor. Hay ocasiones en las que te llegan preguntas que dices: «¿Cómo esta persona ha podido llegar a esta conclusión? O cómo o cómo alguien puede llegar a esta idea?». Quizá en comparación con otras sociedades o con otras culturas, sí que hay como mucha fantasía alrededor. Y también creo que mucho lugar a mucha especulación con lo de las pirámides, aliens y demás, pues al final da mucho lugar, pero que luego realmente cuando uno lo estudia, cuando uno profundiza mínimamente se da cuenta de que no es así, porque en realidad los antiguos egipcios eran seres humanos y eran más parecidos a nosotros de los que muchas personas piensan a priori. Pero como hay toda esta fantasía que viene del siglo XIX, también el descubrimiento de la tumba de Tutankamón, todo el tema de la maldición y todo eso... ha generado una especie de fantasía alrededor, un aire místico. Entonces sí que da lugar en muchas ocasiones a la fantasía.