Fundado en 1910

Formación de aviones Dornier Do 17Z, 1940Bundesarchiv

Ataúdes con alas: los peores aviones de la Segunda Guerra Mundial

Durante los grandes conflictos bélicos se producen enormes avances de los sistemas de armas. Aunque también aparecen grandes fiascos

Existen muchos analistas y aficionados que han tratado el disputado asunto de cuáles fueron los mejores aviones militares que participaron en la Segunda Guerra Mundial. En las quinielas siempre aparecen aviones de caza como los estadounidenses North American P-51 Mustang y P-38 Lightning, el alemán Messerschmitt Bf109 o el japonés Mitsubishi A6M «Zero». No pueden ser dejados de lado el popular Supermarine Spitfire británico o el revolucionario caza a reacción Me 262 alemán. En el grupo de los bombarderos siempre parecen el icónico Boeing B-17 Flying Fortress y el británico Avro 683 Lancaster. Sin embargo, como veremos con unos pocos ejemplos, no todo fueron diseños exitosos.

Messerschimitt Me 210

Este caza pesado y avión de ataque al suelo probablemente constituyó el mayor fracaso de la industria aeronáutica alemana durante la contienda bélica. De hecho, el Me-210 fue uno de los aeroplanos que estuvo menos tiempo en servicio de todos los que participaron en la Segunda Guerra Mundial. Aunque el primer prototipo voló en septiembre de 1939, no fue hasta abril de 1942 cuando comenzó a ser desplegado por la Luftwaffe. La famosa empresa Messerschmitt, que fue capaz de crear aviones tan exitosos como el Bf 109 o el Me 262 Schwalbe (primer caza a reacción del mundo), detuvo la producción del Me 210 a finales del citado mes cuando únicamente habían sido producidos noventa bimotores.

Messerschmitt Me 210Bundesarchiv / Wikimedia Commons

El Me 210 debería haber sido el primero de una nueva generación de cazabombarderos alemanes. Sin embargo, resultó un completo fracaso. Sus características de vuelo eran muy deficientes. El principal problema del avión era su enorme inestabilidad y las frecuentes pérdidas de control debidas a repentinas entradas en pérdida. De hecho, el piloto de pruebas jefe de Messerschmitt, Fritz Wendel, lo describió como un ingenio que poseía todos los atributos menos deseables para un avión. Sería reemplazado por el Messerschmitt Me 410 Hornisse.

Blackburn B.26 Botha

Este bimotor de reconocimiento y torpedero fue desarrollado desde mediados de la década de los años 1930 a requerimiento del por aquel entonces denominado Ministerio del Aire del Reino Unido. Su tremendamente breve historia operacional comenzó en 1939.

Era un avión muy inestable y difícil de controlar debido, en gran parte, a una estructura excesivamente pesada. Esto hacía que fuese además demasiado lento. Aunque el Botha superó todas las pruebas de lanzamiento de torpedos y minas, su pobre rendimiento general llevó a que en abril de 1940 fuese destinado a dotar sólo cuatro escuadrones de reconocimiento. Pero incluso para esta tarea no era el ingenio más adecuado, ya que la posición de sus motores limitaban enormemente la visibilidad lateral y hacia atrás. Una característica muy poco adecuada para un avión de reconocimiento.

Blackburn B.26 Botha

Tras confirmar las notables limitaciones de diseño que el avión mostraba, el Botha fue retirado del servicio sin que hubiese lanzado un solo torpedo. Desde 1941 pasó a ser relegado a tareas de adiestramiento y como remolcador de objetivos. Aún así, los accidentes se producían con demasiada frecuencia. De hecho, prácticamente la tercera parte de todos los aviones de entrenamiento terminaron estrellándose. Fue retirado definitivamente en septiembre de 1944, antes de la conclusión de la Segunda Guerra Mundial.

Douglas TBD Devastator

Es cierto que, en el momento en el que los primeros aviones de este modelo fueron entregados a la Marina estadounidense, éstos se encontraban entre los mejores torpederos del mundo. Pero esta afirmación era cierta en el año 1937, cuando todavía quedaban cerca de cuatro años para que Estados Unidos entrase en la Segunda Guerra Mundial. De hecho, en el momento en el que se produjo el bombardeo de Pearl Harbor, en diciembre de 1941, el TBD Devastator ya era un avión obsoleto.

Al igual que el Botha, el Devastator era un aeroplano demasiado lento. Su velocidad máxima rondaba las doscientas millas por hora (mph). Pero, llegado el momento de atacar un buque, para poder lanzar el único torpedo que podía portar, la velocidad debía reducirse a unas 115 mph. Esto lo convertía en un objetivo terriblemente vulnerable. Además, su armamento defensivo era claramente insuficiente.

Douglas TBD Devastator

La última aparición en combate del Douglas TBD Devastator se produjo en junio de 1942 durante la Batalla de Midway. El primer día de dicha batalla fueron enviados 41 aviones para atacar a la flota japonesa. Sólo cuatro de ellos regresaron. Los torpederos estadounidenses eran totalmente incapaces a hacer frente a los afamados Zeros japoneses. Tampoco eran capaces de zafarse de la artillería antiaérea a bordo de los buques enemigos.

Todos los aviones supervivientes de este modelo, menos de cuarenta, fueron inmediatamente retirados del servicio. El Grumman TBF Avenger fue el elegido para tomar el relevo.