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Piezas del tesoro Quimbaya en el Museo de América de Madrid

La Academia Colombiana de Historia califica de «despropósito» pedir a España la devolución del tesoro Quimbaya

La academia ha publicado en el Boletín de Historia y Antigüedades un extenso recorrido histórico del tesoro compuesto por 122 piezas

El pasado 9 de mayo, el Gobierno de Colombia pedía a España la devolución del tesoro Quimbaya, una colección de piezas precolombinas que se encuentra actualmente en el Museo de América en Madrid. La petición se realizó a través de una carta firmada por el ministro de Cultura colombiano, Juan David Correa, y el canciller, Luis Gilberto Murillo.

En el documento, argumentaban que la restitución de las piezas a Colombia reivindicaría la soberanía cultural del país y se alinea con la política de «descolonización de los museos» anunciada por el gobierno español en enero de 2024. Además, en la carta señalan que la entrega de esta colección de bienes arqueológicos al reino de España fue por «el desconocimiento de su valor cultural» para su nación.

Sin embargo, la Academia Colombiana de Historia (ACH) se ha pronunciado sobre el asunto y ha calificado de «despropósito» esta petición al tiempo que recomienda a Bogotá dejar de lamentarse y emprender nuevos trabajos arqueológicos.

El Tesoro Quimbaya, en el Museo de AméricaMinisterio de Cultura

La academia ha publicado en el Boletín de Historia y Antigüedades un extenso recorrido histórico del tesoro compuesto por 122 piezas y donde los académicos sostienen que «el caso de la colección Finlandia [como se refiere al tesoro] no es un ejemplo de despojo durante una incursión militar de otra nación armada, sino una manera cortés de saldar una posible deuda con el Gobierno de España por sus servicios diplomáticos».

La donación del tesoro a España se realizó poco después del hallazgo del tesoro por cortesía del entonces presidente colombiano Carlos Holguín Mallarino. Con este gesto pretendía agradecer la ayuda que le prestó la Corona española en una disputo limítrofe con Venezuela. Lo mismo ocurrió con Estados Unidos, que recibió otra parte del mismo tesoro, compuesto por más de 90 piezas y que se encuentra en un museo de Chicago.

Además, en el artículo publicado la ACH sugiere que «en vez de seguir lamentando los trabajos de guaquería que en el pasado hicieron emprendedores en las montañas del Quindío, para llenar los museos de objetos arqueológicos, ¿no sería más productivo que la Subdirección de Patrimonio del Icanh, el Museo de América y los arqueólogos colombianos regresaran a hacer nuevas exploraciones arqueológicas en La Soledad (municipio de Quimbaya) para traer a la luz pública las colecciones arqueológicas que siguen sin exhumar?».

Y apuntan que si bien han sido «los sentimientos nacionalistas, patrimonialistas y étnicos» los que «han alentado esta reclamación», la ACH considera que «en política internacional sobran los argumentos emocionales, fuente de guerra y conflictos».