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Pedro Sarmiento de Gamboa

Pedro Sarmiento de Gamboa

Serie histórica (II)

Las peripecias del pontevedrés que intentó conquistar el estrecho de Magallanes

Felipe II nombrará a Sarmiento Gobernador del estrecho y al General Flores Valdés como jefe de una expedición de 23 naves y más de 3.500 hombres, pero dicha ambiciosa operación de conquista comienza gafada

Las tropelías de Drake habían puesto en guardia al virrey del Perú, Álvarez de Toledo quien decidió conquistar el estrecho que llevaría por nombre Magallanes y que se convertiría en un estratégico canal de navegación. Así en 1579 envía a su mejor hombre, el pontevedrés Pedro Sarmiento de Gamboa, al mando de una expedición de dos naves, con órdenes de levantar mapas cartográficos de la zona y estudiar emplazamiento para un fuerte que cerrase el paso a navíos enemigos. Sarmiento utilizará la ruta descubierta por Juan Fernández, el que también fuese descubridor de Nueva Zelanda junto a Juan Jufré, por ser más rápida que la de la costa.

Sin embargo, mientras cartografiaban los canales de la zona del Pacífico un temporal separó a las dos naves. La comandada por Villalobos recalaría en territorio chileno. La de Sarmiento regresará al estrecho, que cartografía concienzudamente, pone nombre a todos los accidentes geográficos, estudia la fauna y flora y llega hasta el Atlántico, que cruza para continuar a España para presentarle a Felipe II un plan para su defensa. Por cierto, que, a la altura de las islas de Cabo Verde, como en el mejor cine de aventuras, a su barco, el Nuestra Señora de la Esperanza, le ataca un corsario francés.

Magallanes en el estrecho

Magallanes en el estrecho

A pesar de que los arduos meses de navegación y la escasez de alimentos estaban pasando factura a la tripulación, el experimentado marino pontevedrés supo aprovechar bien los vientos y maniobrar al Esperanza de tal manera que antes que el pirata pudiese abrir fuego, la primera andanada española desarbolo su navío dejándolo al pairo. Tras aprovisionarse en las islas y calafatear la nave siguió rumbo a España, a donde llega a mediados de agosto de 1580.

En Badajoz, en donde se encontraba Felipe II, a punto de convertirse, también, en Rey de Portugal, Sarmiento le presenta su informe para fortificar el estrecho. Este informe será estudiado por una comisión de expertos, en la que había división de opiniones. Pero la llegada triunfal de Drake a Inglaterra tras su circunnavegación y la presencia de corsarios franceses en Brasil, ya, en aquel momento de las deliberaciones, parte de la corona hispánica, inclina la balanza.

Una operación gafada desde el inicio

Felipe II nombrará a Sarmiento Gobernador del estrecho y al General Flores Valdés como jefe de una expedición de 23 naves y más de 3.500 hombres. Sin embargo, la ambiciosa operación de conquista comienza gafada, ya que, a pesar del criterio de Gamboa, debido a una climatología muy adversa, las naves salen de Sanlúcar un septiembre de 1581 para meterse de lleno en una galerna que les hará perder cinco naves y 800 hombres. En diciembre se vuelve a recomponer, pero esta vez, con solo 16 naves. Para hacerse una idea de las durísimas condiciones de navegación en el siglo XVI, tan solo el cruce del atlántico hasta Río supuso la pérdida de 150 hombres y una nave.

Mapa del estrecho de Magallanes elaborado en el siglo XVII

Mapa del estrecho de Magallanes elaborado en el siglo XVII

A pesar de invernar en Brasil y reparar la flota restante, desde Río a Buenos Aires se perderán seis barcos más. Para colmo el esfuerzo fue en vano porque las tormentas y los fuertes vientos contrarios no les permitirán entrar en el estrecho y la expedición regresa a Brasil. Saldrían nuevamente en diciembre de 1583, con una flota muy reducida. Esta vez y pese a las tormentas Sarmiento consigue desembarcar 330 hombres para fundar la ciudad de Nombre de Jesús y tras múltiples peripecias y la perdida de otro navío conseguirá fundar la ciudad del Rey Don Felipe, más tarde conocida como el puerto del Hambre. Gamboa partió en el navío restante para buscar ropa de abrigo en la otra ciudad, pero los fuertes vientos lo expulsaron del estrecho y le fue imposible regresar, recalando en Brasil. Finalmente decide viajar a la corte en persona para solicitar ayuda.

A partir de aquí las desventuras del pontevedrés se vuelven aún más peliculeras, hasta el punto, que si viésemos un largometraje con un héroe que deba luchar contra tantas adversidades pensaríamos que al guionista se le habría ido la mano, porque durante la travesía es apresado por corsarios ingleses. Pero con su natural simpatía y su don de gentes se acaba haciendo amigo del célebre corsario Walter Raleigh, quien incluso le presenta a la reina Isabel I quien, a su vez, tras una larga audiencia le otorga un salvoconducto para viajar a España tras haber pasado un año en las islas británicas.

Sin embargo, antes de llegar a los pirineos fue nuevamente apresado y encarcelado durante tres largo años por los hugonotes franceses, hasta que el rey paga, finalmente, su rescate. Cuando llegó a España estaba obsesionado con los colonos que había dejado en el estrecho. Dadas las durísimas condiciones solamente habían sobrevivido dos, rescatados ambos por barcos ingleses. El escribano Tomé Hernández que fue llevado a Lima y un segundo anónimo que además fallecería durante la travesía a Europa. Gamboa ya con el título de almirante y muy respetado por su singular biografía y sus aportaciones cartográficas y científicas, fallecería en 1592 con un obsesivo remordimiento por las vidas de los fallecidos en el estrecho. Remordimiento que le acompañó hasta su muerte.

Presentación de Sarmiento a la reina Isabel I de Inglaterra estando prisionero de los ingleses en 1585

Presentación de Sarmiento a la reina Isabel I de Inglaterra estando prisionero de los ingleses en 1585Wikimedia Commons

Por esas casualidades histórica, la siguiente gran expedición española al estrecho, volvería a ser protagonizada por pontevedreses. Se trata de la expedición de los hermanos Nodal enviada ya en el siglo XVII por Felipe III, debido al paso descubierto por el neerlandés Le Maire. Una vez más, la corona era consciente que no controlaba ese estratégico territorio. La expedición de Bartolomé y Gonzalo García de Nodal fue exitosa en cuanto a nuevos descubrimientos geográficos en la zona, (incluyendo a las islas de Diego Ramírez), por atravesar en ambos sentidos el estrecho de Magallanes y sobre todo y algo inaudito para la época, por no perder ninguna de las dos naves de la expedición, ni a ninguno de sus hombres, lo que fue posible gracias a su experiencia y gran pericia como navegantes. Tanto los Nodal, como el piloto principal de la expedición, Ramírez de Arellano, escribirían sendos libros relatando minuciosamente el viaje.

A partir de entonces numerosos marinos de diversas naciones europeas usaran el estrecho para alcanzar el Pacífico. Por parte española habrá que esperar a la expedición misionera del teniente Manuel Pando en 1769, con el objetivo de evangelizar a los nativos o las expediciones hidrográficas de Antonio Córdoba, también a finales del siglo XVIII. Mientras Malaspina en su célebre expedición no usará el estrecho, sino que doblará el Cabo de Hornos. Tras las guerras de independencia será Chile quien herede el territorio, que pertenecía desde la muerte de Valdivia a la gobernación chilena y por tanto será este país el que finalmente lo fortifique. En la actualidad y en base a los tratados chileno-argentinos de 1881 y de 1984 la navegación en el estrecho es libre a los buques de todas las banderas.

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