Fundado en 1910

Sede de la OTANCreative Commons

El origen de la OTAN: la alianza de doce países que se convirtió en el escudo y la espada del mundo libre

Durante la Guerra Fría que dividió al mundo, la OTAN se convirtió en el escudo y espada del mundo libre frente al totalitarismo comunista que representaba la URSS y sus satélites de la Europa del este

La Alianza celebra el 75 aniversario de su fundación. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene sus orígenes en el Tratado de Washington firmado el 4 de abril de 1949, por el que diez países europeos (Bélgica, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido) más Canadá y los Estados Unidos se comprometieron a defenderse mutuamente en caso de una agresión armada de la URSS.

La organización atlántica subrayó en sus principios del preámbulo que su principal objetivo es garantizar la libertad y la seguridad de sus miembros, principios fundamentales de la democracia y del Estado de derecho. Durante la Guerra Fría que dividió al mundo, la OTAN se convirtió en el escudo y espada del mundo libre frente al totalitarismo comunista que representaba la URSS y sus satélites de la Europa del este.

Sin embargo, el final de este capítulo importante de nuestra historia actual ha puesto en duda la finalidad de la alianza militar, tras la desaparición de su principal razón de ser. La capacidad de adaptación de la OTAN a nuevos compromisos de política internacional sigue siendo una asignatura mal planteada. Entre 1990 y 1991, James Baker y George Bush Jr., secretario de Estado y presidente de EE. UU.; François Mitterrand, presidente de la república francesa, y Margaret Thatcher, John Major y Douglas Hurd, jefes del gobierno y ministro de exteriores de Gran Bretaña ofrecieron garantías de no ejercer ninguna extensión hacia el este, pero Madelaine Albright, secretaria de Estado de Bill Clinton presentó la ampliación de la OTAN a Polonia, República Checa y Hungría como algo esencial para la seguridad y los intereses políticos de EE.UU.

La cumbre de la OTAN celebrada en Madrid el 8 y 9 de julio de 1997 les invitó a entrar, y en el 2004 se sumaron otros siete países de Europa central y oriental: Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia, entrando por primera vez países que habían formado parte de la propia URSS. A partir de entonces, la OTAN ha ido añadiendo otros países balcánicos y fortaleciendo relaciones de seguridad con los países ribereños del mar Negro, como Moldavia, Ucrania y Georgia. Estos hechos han sido vistos por el naciente nacionalismo ruso de las autoridades de la Federación Rusa como un claro caso de ocupación del área de influencia de la antigua URSS, aprovechando la debilidad rusa, en un momento en que el actual mandatario ruso, Vladimir Putin, pretende recuperar el protagonismo de Rusia a nivel internacional.

Otro punto a tener en cuenta han sido las dudosas intervenciones de la OTAN en operaciones militares que no correspondían con su carácter defensivo y han sido muy criticadas por responder a intereses particulares de algunos de sus miembros. En la primavera de 1999, la OTAN desarrolló la Operación Fuerza Aliada, que significó el bombardeo de la República Federal de Yugoslavia, que significó el apoyo armado al grupo terrorista UÇK, que consiguió establecer un estado fallido en Kosovo, no reconocido por España, a cuenta de un genocidio que no existió, aunque sí una violenta discriminación contra la mayoría albanesa, a la que le ha seguido una discriminación igual de violenta contra la minoría serbia.

Después, la OTAN también amplió sus operaciones militares a Libia a partir del 31 de marzo de 2011, respaldando el interés de Francia, Gran Bretaña y EE.UU. por arrebatar a su socio Italia, el control de la explotación petrolífera del país en manos del gobierno dictatorial del Muamar el Gadafi, quién fue derrocado y linchado. Aunque el secretario general de la OTAN, Anders F. Rasmussen, manifestó que la OTAN no tenía planes de intervención porque la situación en Libia no era una amenaza directa para sus Estados miembros.

La actual Guerra de Ucrania, por el contrario, sí le ha dado una razón clara de existencia y un enemigo, Rusia, que ha favorecido la entrada de Suecia y Finlandia. En la actualidad 23 de sus miembros han elevado el 2 % de su PIB en defensa, comprando el material más moderno en empresas estadounidenses y comprometiendo a su personal militar en los cursos de capacitación en el futuro, asegurando el desarrollo de la economía de la primera potencia del mundo. La expansión de la OTAN como guardiana del mundo se hace en otras partes del mundo a través de la figura de los Partners across the globe, como Japón, Corea del Sur, Colombia o Australia.

En cuanto a nuestro país, España se convirtió en el 16º miembro de la OTAN el 30 de mayo de 1982. Nuestras Fuerzas Armadas han conseguido un alto grado de capacitación a través de las misiones de paz por el mundo, integración en armamento de última generación y compenetración con otros países, como los países bálticos, por nuestra importante presencia a través de los destacamentos aéreos y antiaéreos. Sin embargo, la OTAN protege casi todos los territorios de España a excepción de Ceuta y Melilla. Nuestras ciudades del norte de África son revindicadas continuamente por las autoridades marroquíes, que viven un proceso de rearme importante con apoyo de los EE.UU. e Israel y amenaza la estabilidad de nuestro flanco sur, por su reivindicación del área marítima del archipiélago canario, sin tener una garantía de seguridad por parte de nuestros aliados.