Los crímenes del misterioso Jack el Destripador
La policía estaba desorientada. ¿Quién podía ser? Algunas fuentes policiales consideraban que era un hombre con buenos modales, distinguido y educado
El 31 de agosto de 1888 el barrio londinense de Whitechapel quedó conmocionado por la muerte de Mary Ann «Polly» Nicholls. El autor de aquella muerte se hizo llamar Jack el Destripador, aunque nunca nadie ha conocido su nombre real ni ha conseguido identificar al que podemos afirmar fue el primer asesino en serie. Luego vino el 8 de septiembre asesinando a Annie Chapman. Después el 30 de septiembre a Elisabeth Stride y Catherine Eddows. Y el 9 de noviembre a Mary Jane Kelly. Algunos le han querido atribuir la muerte de Martha Tabram y Emma Smith, asesinadas el 6 y el 11 de agosto de 1888. Ambas fueron asesinadas, pero no por Jack.
Mary Ann «Polly» Nicholls. Tenía 42 años. Estaba casada y tenía cinco hijos. Cuando fracasó su matrimonio tuvo que dedicarse a la prostitución pata poder sobrevivir. Su cuerpo estaba destripado y presentaba un corte en la tráquea. El cadáver fue encontrado a las 3,40 a.m. por el carretero Charles Cross.
Annie Chapman. Tenía 47 años. Estaba casada y tenía 3 hijos. Después de divorciarse, tuvo que ganase la vida con la prostitución. La encontraron a las 6,00 a.m. La cabeza estaba separada del cuerpo. Fue atacada con un pañuelo alrededor del cuello. Sus efectos personales los esparcieron alrededor del cuerpo. El asesino se llevó dos dientes, un riñón y los ovarios.
¿Quién pudo ser?
Elisabeth «Long Liz» Stride. Tenía 45 años. Era de origen sueco. Su cadáver fue encontrado a la 1,00 a.m. Tenía la garganta cortada, pero no fue mutilada.
Catherine Eddows. Tenía 43 años. También era conocida como «Kate Conway», «Kate Kelly» o «Mary Ann Kelly». Estuvo casada y tuvo 3 hijos. Fue encontrada a la 1,44 a.m. Apuñalaron su cuerpo de una manera atroz y quedó irreconocible. La degollaron y le extrajeron el útero y el riñón izquierdo. Le mutilaron la nariz y las orejas. En ambas mejillas le grabaron con un elemento punzante una «V».
Mary Jeanne Kelly. Tenía 25 años. También era conocida como «Marie Jeanette Kelly», «Fair Emma», «Ginger» o «Black Mary». Vivía en la más absoluta de las miserias. Su cadáver fue encontrado a las 10,45 a.m. Estaba desnuda y cubierta de sangre. La cabeza decapitada. El corazón depositado sobre una almohada. Las entrañas colgaban del marco de un cuadro.
¿Por qué conocemos al asesino como Jack el Destripador? El 27 de septiembre de 1888 -después de haber cometido dos asesinatos-la agencia estatal de noticias recibió una carta que decía «Querido jefe, desde hace días oigo que la policía me ha capturado, pero en realidad todavía no me han encontrado. No soporto a cierto tipo de mujeres y no dejaré de destriparlas hasta que haya terminado con ellas. El último es un magnífico trabajo, a la dama en cuestión no le dio tiempo a gritar. Me gusta mi trabajo y estoy ansioso de empezar de nuevo, pronto tendrá noticias mías y de mi gracioso jueguecito. Jack el Destripador».
La policía estaba desorientada. ¿Quién podía ser? Algunas fuentes policiales consideraban que era un hombre con buenos modales, distinguido y educado. Su refinado comportamiento imposibilitaba poderlo atrapar. Por su parte los vecinos de Whitechapel pensaban que la policía conocía el nombre del asesino. Que no hacían nada porque pertenecía a la aristocracia británica.
Después de la muerte de Catherine Eddows se pensó que el asesino podía ser un judío. ¿Por qué? Antes hemos comentado que apareció una pintada en la pared. La frase decía «The Juwes are the men That Will not be Blamed for nothing». Es decir «Los judíos son los hombres que no serán culpables de nada». Stephen Knight argumentó en Jack the Ripper: the final solution algo diferente. Según la leyenda a Hiram Abif, fundador y Gran Maestre de la masonería, lo asesinaron Jubala, Jubelo y Jubelum. Eran tres iniciados que trataron de forzar a Hiram Abif para que les revelara los secretos masónicos. A esto tres asesinos los masones los designan como «Juwes». Por lo tanto, la frase sería «Los masones son los hombres que no serán culpables de nada». Teniendo en cuenta la inscripción, Jack el Destripador estaba protegido por sus hermanos masones. Por eso nunca, supuestamente, se supo su verdadero nombre.
La policía siempre pensó que el asesino era James Maybrick, pero nunca lo pudo probar. Otro posible autor de los crímenes podía ser el duque de Clarence, Alberto Víctor de Windsor. Era hijo de Eduardo VII y nació el 8 de enero de 1864. Las teorías conspirativas surgieron en 1973. Se conoce como la teoría de la conspiración y auspiciada por Joseph Sickert. Teniendo en cuenta su adscripción a la masonería y su prematura muerte, 14 de enero de 1892, por sífilis, se le consideró el responsable de los crímenes.
Lewis Carroll, sospechoso
¿Existen más sospechosos? Algunas teorías dicen que era una mujer. Otras apuntan al novelista Lewis Carroll, seudónimo de Charles Lutwidge Dodgson, autor de Alicia en el país de las Maravillas, al pintor Walter Richard Sickert, al oficial de la policía Melville Macnaghten, al cirujano y amigo de la Reina Victoria Sir John Williams, a R. D´Onston Stephenson, a Alois Szemeredy, a Francis Thompson, a Alfred Napier Blanchard, a David Cohen, a Hyam Hyams, a Jill the Ripper, a Joseph Barnett, al Dr. T. Neill Cream, a Nicholas Vassily, a Francis Tumblety, a Frederick Deeming, a Montague John Druitt, a Carl Feigenbaum, a Fogelma, a George Hutchinson (Br.), a Severin Klosowski (George Chapman), a Aaron Kosminski, a Jacob Levy, a Michael Ostrog, al Dr. Pedachenko, a James Kenneth Stephen, y a W.H. Bury. La realidad es que cometió los crímenes perfectos y se volatilizó como había llegado, sin hacer ruido.